Poemas ponca para la hora del almuerzo. Cliff Taylor

Ponca Lunch Hour Poems © Cliff Taylor
Poemas Ponca para la hora de almuerzo © Jocelyn Montalbán y Juan G. Sánchez Martínez

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Entre la risa y el verso narrativo, Cliff Taylor registra en su poesía unos personajes inolvidables, iluminados por revelaciones aleatorias, los cuales cruzan cafeterías, andenes, autopistas, revoluciones. En la primera página del fanzine Ponca Lunch Hour Poems (Versos ponca para la hora del almuerzo), Taylor escribe a mano:

Escribí estos poemas en la primavera de 2019, después de que mi novia y yo nos mudáramos a Astoria, Oregon. Algunos poemas los escribí en el trabajo, otros en la cafetería antes del trabajo, otros en Tokio, otros mientras viajaba de regreso. Soy indígena ponca, y por eso muchos de estos poemas tratan sobre mi comunidad, nuestra gente, cómo vemos y experimentamos el mundo. También me gustan los cómics, las películas de terror y todo lo que tenga que ver con el arte: así que esperen encontrar algo de eso aquí también. Me encantaría que algunos de estos poemas se convirtieran en tus amigos en un día o una noche inesperados mientras estás ocupado haciendo lo tuyo o tomando un merecido descanso. Espero que te gusten.

Gracias, Cliff.

Busu

Nos tomó tres meses y un total de dos carros para 

cruzar el país y trasladarnos de Nueva Orleans 

a Astoria, Oregon, una ciudad donde ninguno de nosotros había  

estado antes. Fue grandioso, inolvidable, 

y agotador. Nuestro segundo día aquí, mientras yo estaba 

fumando en la acera afuera de la cafetería  

un tipo grande tatuado se me acercó y me preguntó, sorprendiéndome 

como una cagada de pájaro en mi ojo, “Tu nombre no sería 

Cliff, ah?” Retrocedí: ¿como 

alguien aquí podría conocerme y mucho menos este tipo? 

Luego me orienté: lo recordé de la escuela secundaria, 

era mi compañero de clase, un punkero y skater, 

hace 20 años atrás en Columbus, Nebraska. “¿Ken?”, 

le pregunté. “¿Ken?” Era él; era el propietario 

de una tienda de fideos con tres sillas,

dos puertas abajo de la cafetería. Sin haber cruzado 

caminos en 20 años, él me reconoció. Le señalé 

nuestro auto lleno de cosas y le dije que recién nos habíamos movido 

aquí, ayer. Dijo, “Bienvenido a Astoria”, 

amigable como yo recordaba. “Quizás este es uno de 

los más bellos lugares en el país. Me alegra que estén 

aquí.” Conversamos y fumamos y yo estaba un poco asombrado, 

Aturdido, ido en la naturaleza surreal del misterio 

del porqué habíamos venido aquí a Astoria, a este lugar en el que nunca 

antes habíamos estado. Mi pasado ancestral me había enviado un mensajero 

para darnos la bienvenida a nuestro nuevo capítulo, y darnos 

la mano en medio de lo desconocido. Por el 

resto del día estuve sin palabras por la magia de 

todo esto, un guepardo errante en una maravilla boscosa, un 

Indio en su traje tradicional sobre el dulce Marte de Ray Bradbury. 

Habíamos aterrizado en el tramo correcto de la tierra; 

estábamos tomando nuestro café justo donde debíamos 

estar. Milagrosamente, habíamos llegado.

Cliff Senior – Senior Cliff 

Ojalá recordara más historias 

de mi abuelo (quién no quisiera, supongo).

Mi mamá a menudo comentaba cómo 

hablaba él tan silenciosamente que apenas podías

oírlo. Mi hermano menor pasó 

más tiempo que yo con él, pues él vivió con el abuelo por un tiempo cuando 

salió de la correccional; él tenía muy buenas historias y eran 

todas nuevas para mí. Algunas veces, a mi 

gasolinera, venían paisanos que yo no conocía, 

se enteraban de quién era yo, 

y me contaban historias de tiempo atrás 

acerca de la casa de mi abuelo;

“Siempre había una gran olla de 

sopa hirviendo”, me decían, “Él siempre alimentaba a todos los que 

pasaban por ahí.” Me acuerdo de visitarlo en mi camino a Sundance, y pasar 

un rato en su habitación 

cuando él estaba con oxígeno. El se sentaba 

y encendía un cigarrillo, 

y me entregaba uno cuando yo se lo pedía. 

Estaba a punto de irse; este 

era uno de esos cigarrillo del que no puedes 

arrepentirte. “Entonces, ¿Qué es lo que te van a  

hacer, perforar los pezones?”, me preguntó.

“Si, algo así,” le dije, sonriendo. Me pregunto qué 

historia mi abuelo compartiría 

si me oyera leer este poema. 

Me pregunto qué diría 

si pudiera compartir solo 

una. ¿Abuelo? Es tu turno.

Trabajador de Reliquias 

Hablo con este anciano que ha diagramado, 

mapeado, y almacenado en una base de datos cada montículo ceremonial

que existe en América. (*) Es asombroso. Hay formas 

de todas las variedades imaginables. Ha sido el 

trabajo de su vida. Me entrega la unidad de memoria con 

todos los archivos en ella. “Ahora es tuya,” me dice. 

“Cuando era joven me dijeron que esta 

era mi vocación. Cuando envejecí me 

dijeron que sería la vocación de la siguiente persona 

saber qué hacer con esto.” Manejo a lo largo 

de la costa con mis dos perros, me dirijo hacia 

un montículo de pájaro de trueno en Oregon; el ojo 

es la cima de una montaña reconocida. 

“Supongo que ahora es nuestro turno,” le digo a los perros, 

océano visible a través de la ventana abierta.

“Vamos a ver qué tiene que decir este pájaro de trueno.”

~~~

* El poema hace referencia a los montículos ceremoniales que construyeron por siglos los pueblos originarios de Abiayala, sobre todo durante el periodo que los arqueólogos han llamado “Mississippi” –entre 1200 y 400 años antes de nuestro tiempo. (Nota de los traductores).

Señales y jaulas en el Museo de Arte de Seattle

Me acababa de bajar del bus

y mientras caminaba alrededor, me topé con 

el Museo de Arte de Seattle y vi que 

había una exposición indígena. 

Entré de paseo y comencé a subir las 

escaleras. De pronto, como un disparo de la nada en el gimnasio, me 

golpeó el duelo de los espíritus, y me llevó

al borde de las lágrimas. Mantuve 

la calma, continué y entré 

a la exposición. Después de unos minutos 

adentro, escuché a los espíritus decirme que 

cantara una canción para todos los que 

estaban encarcelados en este lugar, 

ocultos y enredados entre los objetos de la exposición. 

Yo era joven,  y estaba muy nervioso 

para alterar la observación atenta 

que estaba aconteciendo. Los espíritus me lo pidieron pero 

no fui lo suficientemente fuerte para hacerlo. Vi 

los cascabeles vivos de los chamanes, 

sus tocados y utensilios, grandes pieles 

y vasijas de barro potentemente

animadas. Una parte de mí era un entusiasta de museos, 

y la otra parte era un danzante del sol, viendo todo 

con ojos de ceremonia. Cuando salí 

pensé, algún día escribiré sobre esto. 

Vagando sin rumbo por la calle,

pensé, la gente debería saber lo que 

los pueblos indígenas experimentan cuando descubren

que sus pertenencias continúan cautivas. 

Lo llevamos de regreso a nuestra casa para que se duchara

Esto fue en Standing Rock cuando toda esa mierda

estaba pasando. (**) El tipo nos habla de un montón de cosas

que la mayoría de la gente nunca

creería. Profecía. Una mitología 

multidimensional codificada. Lo que le dijeron en la

colina. Su abuela alimentando a los seres pequeños que

llegaban hasta el alféizar de su ventana. Una cueva en los Andes

donde líderes de todo el hemisferio occidental

depositaron objetos para una era futura que está

teniendo lugar ahora mismo; nos habla de los objetos que vio

en la cueva, con los que regresó. Un montón de cosas

increíbles; pero hay espíritus en el carro con nosotros

mientras estamos llevando a este tipo al casino y por eso estoy poniendo

mucha atención a todo lo que dice. El tipo se baja

y la noche es cinematográfica, hiper-

real; todo arde de significado; mañana

vamos a la ceremonia y no alcanzo a imaginar

lo que van a decir los espíritus sobre todo

esto. Salgo del carro y estrecho su

mano, y le doy una copia de mi librito.

“Rezaré para que encuentres las cosas que estás 

buscando”, digo. “Nos vemos por ahí, hermano”.

~~~

** La lucha pan-indígena en Standing Rock (territorio Sioux) explotó en el año 2016 cuando el gobernador de Dakota del Norte, con el apoyo del gobierno federal de los Estados Unidos, firmó los permisos para que la compañía DAPL cruzara su oleoducto por los ríos Cannonball y Missouri y otros lugares ceremoniales sioux, sin consulta previa de la comunidad. Personas indígenas de todo el mundo, así como activistas, políticos y artistas aliados se hicieron presentes para defender el agua. Ver el episodio de “Hecho en América”. (Nota de los traductores).

100 años de recuerdos visionarios

Recuerdo que literalmente tambaleé

detrás del mostrador de mi gasolinería

y caí de rodillas después de haber

terminado Cien Años de Soledad 

de Gabriel García Márquez. Eran

casi las 4 a.m., mis clientes matutinos

estaban a punto de entrar.

La obra maestra me había asesinado, me había sacudido; 

así era cómo la grandeza y fuerza 

de la verdadera literatura se sentía. 10

años después todavía me encuentro

pensando en lo que pensé cuando

me levanté y simplemente me quedé

ahí mirando hacia la mística

Nebraska oscura: ahora todo lo que necesito

es escribir un libro indígena como

este, un libro que pueda cambiar el mundo,

y eso no debería ser demasiado difícil, ¿eh? 

Es factible, ¿no?

Myron

Ayudé a este anciano, Myron Longsoldier,

con el temazcal por 13 años; (***) desde los 22 hasta

los 35. Salía del trabajo a las 7 a.m., iba a la casa

y dormía por una hora, y luego manejaba 

hasta el temazcal e iniciaba el fuego. Aprendí de Myron

lo que era la humildad, una cualidad

del corazón que tenía textura, y era palpable, 

tangible. Myron creció hablando lakota,

había ido a prisión, era un ex alcohólico,

un bailador del sol, un líder en la comunidad.

Ya está retirado, necesita oxígeno, ya no puede

dirigir el temazcal. Cuando publico que

voy a ir a Tokio, él comenta que ojalá 

use el mejor traje tradicional que tenga

para que “acabe con ellos”, sea lo que sea que eso signifique. Una vez

en el temazcal, mientras él oraba sobre las primeras siete piedras,

vi todas sus oraciones saliendo de él,

como un gran humo en espiral saliendo de su

cara y su frente; energía animada 

elevándose. Pienso en él mientras miro los estantes

en una tarde tranquila de jueves, organizando y apilando las latas 

para que se vean bien. Pienso: 

“He conocido a gente como él. Que nunca 

los olvide por favor.”

~~~

*** Escogimos “temazcal” porque es un equivalente al sur de Abiayala del “sweatlodge”. Sin embargo, la traducción literal es “casa del sudor”. Con una arquitectura específica asociada a las trece lunas, las cuatro direcciones y los cuatro elementos, los pueblos originarios del norte hasta el día de hoy se reúnen en la oscuridad de esta casa ceremonial para orar con el vapor de piedra. (Nota de los traductores)

Mi libro del relámpago de Tokio

Me imagino escribiendo un libro sobre

todo lo que pasó en Tokio. Lo

ilustraré con dibujos de la ciudad,

las personas que conocí, los seres que vi, y todas

las imágenes crepitarán y brillarán. Cada

luna llena le crecerá pelo al libro y

te transportará a un único momento

durante el tiempo que lo desees; tú, Liv y la

Madre Selva que vino conmigo; bailando

con alegría para Nipsey; el romance de estar de pie

en un tren mientras tu pareja está al otro

lado del planeta. Abuelos-buena-onda

regalarán el libro en Halloween. Cuando las almas

atrevidas que deambulan por las cuevas emerjan de ellas,

encontrarán el libro misteriosamente en su persona. El libro correrá la voz

de cómo equiparse y prepararse para

participar en un trabajo ceremonial a gran escala

encaminado a la curación de

países, culturas y tiempo; con un

relato detallado de Fukushima, la Segunda Guerra Mundial,

y lo qué pasó con los más o menos 40 de nosotros

durante nuestro ritual. Es un libro de bolsillo,

como El Principito. Funcionará como

el regalo perfecto para subir de nivel entre amigos

que están en transición de ser amantes, aliados o compañeros

de por vida. Será código en Japón para

el que que viaje con la medicina

que los Dioses y las Diosas desean ver

florecer una vez más. Será un santuario para la

gente pequeña, el Otro Mundo. Y

cuando alguien lo lea por segunda vez

otra copia aparecerá en la espalda de un cisne

y justo antes de que el cisne se sumerja

un niño lo verá y sabrá que

de alguna manera tienen que salvarlo.

Más sobre Cliff Taylor

Sobre los traductores

Jocelyn Montalban nació en Ontario, Canadá, donde vive actualmente. Sus padres emigraron a Canadá desde la Ciudad de Guatemala en 1997.  En 2023, obtuvo la licenciatura en criminología de la Universidad de Lakehead (Ontario, Canadá). Actualmente está estudiando para obtener la maestría en Justicia Social. Su investigación se centra en cuestiones indígenas en Canadá. En su tiempo libre la encuentras viajando o yendo de excursión en las montañas. 

Juan Guillermo Sánchez Martínez nació en Bakatá/Bogotá, en los Andes colombianos. Coordina la antología y exhibición multilingüe en línea Siwar Mayu, un río de colibríes. Ha publicado los libros de poesía: Uranio (2023), Bejuco (2021), Salvia (2014), Río (2010), y Altamar, este último galardonado en 2016 con el Premio Nacional Universidad de Antioquia (Colombia). En 2019, co-editó junto con Fredy Roncalla el volumen Muyurina y el presente profundo (Pakarina/Hawansuyo). Actualmente coedita junto con Gloria E. Chacón y Lauren Beck el volumen Abiayalan Pluriverses. Bridging Indigenous Studies and Hispanic Studies (Amherst College, 2023). Es profesor asociado del Departamento de Estudios Indígenas de la Universidad de Lakehead (Thunder Bay, Canadá). 

Ponca Lunch Hour Poems © Cliff Taylor

Poemas ponca para la hora de almuerzo © Jocelyn Montalbán y Juan G. Sánchez Martínez

~ Siwar Mayu, Septiembre 2023


Wallmapu ñi tukulpazungu, mapuzungun witrapuratungey / Memorias del Wallmapu, se levanta el mapuzungun

© Piam contado por Cornelio Puelman en los años 1987 

© Introducción y traducción de Sandro Rivas Pichicura y Violeta Percia. 

© Fotos Violeta Percia

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Piam se denominan las contadas que se pasan de generación en generación y que revelan episodios significativos de la trayectoria de la comunidad y del pueblo Mapuche. Muchos de los piam se sitúan en el tiempo histórico de la persecución y el genocidio que sufrieron las familias mapuche durante la mal llamada “Conquista del desierto” perpetrada por el Estado argentino, entre los años 1878 y 1885. Los piam son parte de una contra-historia y una contra-memoria respecto de la historia oficial sobre esa invasión y colonización del Puelmapu, tierra del este en el Wallmapu, territorio ancestral mapuche en la hoy denominada Patagonia argentina. 

Si bien hay estudios académicos y documentados que confirman el terrorismo de Estado, estas historias orales están grabadas, o van de generación en generación y reconstruyen ese período. Aquí ofrecemos uno de esos piam que estamos transcribiendo para la memoria y contra la desmemoria. Como lo oímos y nos lo cuentan, nosotros lo creemos, no necesitamos constatarlo porque sabemos que fue así y está en la memoria colectiva de nuestra gente.  

Aunque parezcan historias de un pasado remoto están presentes en las generaciones de hoy. Y se reviven en cada juntada, porque los signos de esa historia son parte de una violencia simbólica y efectiva que renueva todos los días la conquista. Por ejemplo, en la escuela primaria rural de Villa Llanquin hay un cráneo humano expuesto en una vitrina que hasta hace poco tenía además un cartel que decía “cabeza de un indio”. Por ejemplo, el ministro de guerra del Estado argentino, Julio Roca, que lideró esa invasión al Wallmapu, sigue siendo reivindicado por parte de la sociedad argentina: un lago, una ciudad de la Patagonia, una línea de trenes, muchísimas calles y parques llevan su nombre. Además hay varias estatuas ecuestres de Roca uniformado en todo el país, una de ellas en el centro cívico de la ciudad de Furilofche, siendo emblema del poder que se ejerce hoy contra el pueblo nación Mapuche en su propio territorio. 

El Piam que cuenta Cornelio Puelman se lo contó su abuelo. Su abuelo perteneció a la generación que vio el comienzo del fin de ese mundo ancestral, todavía libre y autónomo. Puelman pertenece a la generación de abuelos y abuelas, chachay ka pu papay, que partieron de este mundo alrededor de los años 2011. Las hijas e hijos, sobrinos y sobrinas de la generación de Puelman son padres y abuelos, madres y abuelas de las generaciones que están hoy revitalizando lingüísticamente el territorio y la memoria, y volviendo a hablar el mapuzungun, idioma que sufrió también una política de silenciamientos y prohibiciones durante gran parte de la historia argentina. 

El relato que nos cuenta Cornelio Puelman no es una historia aislada. Historias como estas se han escuchado en muchos otros lugares, como entre los Rankülche en la Provincia de Buenos Aires, o en las zonas Pewenches y en otra regiones del Wallmapu, donde la gente testimoniaba los mismos episodios. 

Estos relatos se cuentan en mapuzungun con una partícula gramatical que es “em” o “yem”, que generalmente se utiliza para contar algo que es antiguo o que ya no está, pero también lleva una connotación de tristeza y nostalgia por el mundo que se ha ido. Es parte de la filosofía mapuche hablar de los kuifike che yem, porque el pensamiento mapuche siempre se está preguntando hacia atrás qué hubieran hecho los antiguos en la situación del presente. Es una manera también de que sigan hablando, de que ese mundo vuelva y el círculo se cierre. Por esa razón rescatar estos piam es importante.

PUELMAN CORNELIO ÑI NGÜTRAN (Versión en español abajo)

Feychi zungu ta mülele faw mu, fey mu ta müley ta tufa zungu. Fechi zugu ta mülele, inche ta laku zuam ta ngülam ta tufi. Ngey mapu em ta tufa mo, inchiñ ta kupay ta winka chew weshake kuzaw ta kupay. Müley ta kulliñ. Inche ta mülen…, inche ta ngen mapu, fey entuy taiñ paisano em. Inche ta nielay ta fey paisano em. Inche ta feychi zungu, ta niey ta tio em. Kupaygün kupay winga inche nga entunge mapu pi em,  entunge mapu.

Fey miawngey mapu em, pia em, winka. Tüfa mari kiñe tripantu nien, mari küla tripantu, miawunge mapuzuam. Entuy mapun tiewtüfa kangelu mapu tati.

Consejalu ka winka entungeiñ mapu em. Ka winka mapuche tiew mülele, küme rüpü tüfaw pülle, inche feychi kampu, inche ta rangi pingey mu, tüfaw mu ta entungen, piam . Fey mo ta inche ta em.

Amuen tüfy ta tüfachi tüken ta tüfy, ta tüfachi mapu, fewla tañi mapu nien. Tükulen fewla ngülam müten kampu ta tafy, anay. Femgechi ta conseja ñi ta che, fey ta consejo feyta küme amuy ka. Consejaniele che inchiñ taiñ paisano em. Kiñe ta ka pülle amuy ka anüy ta kay müley pu che. Fey mu ta inchiñ ta winka ta kiñer, pim, pülle ta winka. Kom fey mincheawchi amuley, fey mu ta winka awüwün ta kelluy ta tüfey.

Así es.. unos con otros los winka no se tratan de joder. El paisano trata de joder al que está bien, trata de joderlo. El winka no, el winka se ayudan unos con otros, al jodido lo ayuda, por eso levanta, y nosotros no. 

Felelay pues… felelay, felelay.  

Inchiñ müley ta tüfey. Ilkungey feyta müley ta che ta tüfey. Feychi wule ta trawayu kom ta kiñelzungu pülle kom fey pülle. No, trawayu inche kupalan, inche amulan, well weza zomo, tiew weza ka mo ngelay ko ka tiew nielu lelfun mew. Fey mu ta tripalay fey. Kiñelzungu ta pilen, fey kiñelzungu, ¡ta müley fey! –¿Amuay pülle? –¿Amuayu? –¡Amuaiñ! 

Fütra kuifi ta müley pichi paw llazkünun ta tüfi. Fey mu ta tripalay ti pu che. Inchiñ taiñ mapuche ngeiñ ta tüfa. Kom ta feychi kiñelzungun ta nielay. Kiñe ta kay zungunge kangentuy ta ka zungu ka rakizuam müley. Fey mu ta inchiñ küme kuzawlaiñ. Küme kuzawlaiñ.

Kufikeche…

Kuifikeche müna malleo, kelluy, kelluwiñ; fotüm, ñawe, malle kiñelzungu, pi. Itrokom feley ta tüfy. 

[…] Antiguamente estaban todos unidos, todos unido. ¿No ve? Hoy estábamos conversando cuando yo tuve conocimiento tendría unos 10 años, 11. 

Pütuiñ may, ngolliiñ, zunguiñ. Peleao, peleao may tati peleolaiñ tati. Küme nguntrankaygün, tayültuku faw, tayültuygün, ngollygün, ulkantuygün, paylanaygün, pero weza zungulay. Fewla, kiñentuku pichikeche, pichikeche wüneltun me quieren pelear. Fey winkangefuy ta tüfey. Eso ha sido antes así.

Kuifikeche müley inche ñi fütra laku em nomen nga cruzafiy, rumen nga trentrenün zafiy, pi. Chew wefürpun pun gelle fulle, epu gelle fulle. Tripay nga lewfun mo nga amuaygün kiñe ngillañ engu. Kintuy nga chew müley rume nentuy sale fey mu tüfay müley pi, fey mu akufuy ñi puwükey.

Inche nga pikey ñi fütra laku em. Puwi nga winka nga inawlfiy katan ñi kawell pi, mollfunkawell mu nga bebiiñ. Müley nga la kulliñtufuy iloentufiy fey ñi fütra laku em zomo nga kütrangeiñ, fütra nga kütrangeiñ laku em tañi kushe laku em. Femgechi nga rupay pikey fütrakeche. Fewla nga ngtrumka mu ngelelle nge che koilaniefige “inche pelafi koila tati”, pingen tati. Así fuy.

Yo digo así fu. Son mentiras, dicen, yo no lo he visto. Pero uno que ha conversado está como un libro abierto, mi hijo. Clarooo… eso contaban los antiguos, que sufrían tanto, comían caballo muerto, punzaban su caballo. Si iban diez personas, diez kawell punzan, y si no, no alcanza la sangre. Mollfüñ kawell para matar el hambre. Si estaban sin comer, ellos, van dos, tres días, si no matan ningún bicho tienen que punzar el caballo. Punzan al lado de la vena. Si lo punzan del guargüero por lo menos cuatro litros de sangre sale. Ahí van tomando en jarro, sal y sangre, sal y sangre.

Pasaban tanto hambre porque tenían que andar disparando. Disparaban cuando vino este… ¿Cómo es que se llamaba el que vino a acaparar el país acá? ¿Los españoles? ¿Colón…? ¿Cristóbal Colón no es? …No, Roca, cuando vino ese.

Ka müna weshaley winka.

Una vuelta creo que kuifikeche piam müleygün, müley ta wütan, wütan ta müley. Amuaiñ fey mu winka nga müley fey mu, inche nga lay nga ñi pu che, pi. Nga kasike amuaiñ nga ñi kasike kechu mari …kechu pataka …kechu waranka wentru, piafi em. Kechu waranka wentru, piam,langümeymu, piam. 

Tranawüftuy nagtuy, nagüntun, nagentual. ¿Chumafungechi? Trafyeymu lanza mu trawil mu.  ¿Chumafuy? Traka mu müley tralkatuy. Kechu waranka piam lay.

Cinco mil personas le mataron al cacique. Murieron. Dicen que le dijeron un wütan, wütan, antes de ir hubo un wütan. Y wütan es cuando le late un brazo o le late donde quiera, y le va ir mal, no, no vaya. No, voy ir nomas. Voy a atropellar a los winka, decía. ¿Que van a hacer con los Remington de los winka? Los agarraron en fila, así los mataron. Caían como pajaritos. ¿Y las lanzas y las trawilche, qué van a hacer los paisanos? Cinco mil mataron, dicen, volvió con mil. Seis mil personas, creo que atropellaron. ¿Qué va a hacer con el winka?

Wütan mu piam mu. Müley ta müley ta zugun wentru zomo fey zugunge. ¿Chumngechi amuan ta tüfa? ¿Küme amuan ka weza amuan? Weza amuaiñ, pita, weza wütan. Weza amuaiñ. No, amuan müten. La wütantufe le había dicho, la adivina ya le ha dicho que le va a ir mal. ¿Y usted cómo sabe?, dice el lonko. Venían por él. Si yo tengo un wütan, zugun wütan, zungulu wütan ¿küpaley winka? Küpaley. Wütan ta tüfy, küpay nga tiew. ¿Chew küpaley winka? ¿Küpay winka? Küpaley ta winka ta tüfa. 

¿Mirador pürayaiñ? May, püray mirador. Püraaiñ mirador piam. Resultó ser un mirador, para el sur. Püray nga, piaeymu. Küpaley winka püralu winka tüfa mu imulüy kümey kura kay lamngümaiñ winka. 

Küpay, piam mu. Küpaley, piam mu. Küpaley, piam mu, pu winka. Küpaley winka. Itrokom kelü rangiñ, kelü rangiñ. Tiew faw küpaley tati. Püraley ñi kiñelke pu che, los matan. Kansau pi ta winka, müna kansau. Katripel, katripeliel lanza mu, winka piwke lanza mu. Püraiñ. Rupay winka. Rupalu winka, si disparalew kawellun wiñotuy. Volvieron para atrás otra vez, en el mirador.

Antiguamente, eh, cuando andaban disparando de la expedición, subieron para el cerro y dice que si llegan a subir vamos a hacer rodar una piedra desde allá arriba. Van a pasar, llevando caballos, gente, y cuántos. Püraley winka, püraley antü. Pülle nga ta antü ta purraygün lamgümfiy. 

Si llega la hora suben. Todos no van morir, algunos dos, tres pueden subir allá, los matan a esa gente, van a salir disparando. Püra antüley che. Chumgechi nge montuy. Montuy. Feychi zapiley. 

LA NARRACIÓN DE CORNELIO PUELMAN 

Si tuviéramos que hablar de este asunto que se trata acá. Si tuviéramos que hablar de este tema, este consejo me daba mi abuelo a mí. Éramos dueños de esta tierra antes, pero donde llegó el winka trajo malos trabajos. Antes había animales. Y estando acá…, y siendo de esta tierra, ellos se la sacaron a los antiguos paisanos. Esas cosas no pasaban entre nosotros, los mapuche. Esto me contó mi finadito tío. Ellos llegaron, los winka, siendo nosotros de acá nos sacaron la tierra –dicen– así nos quitaron el territorio.

Ellos trataban de conseguir tierra, los winka, decían los antiguos. Yo tenía once años, tenía trece, ellos andaban con la intención de hacerse con tierras. Nos sacaron nuestros derechos de aquella tierra y de otras tierras también.

El winka tenía consejo de sacarnos la antigua gran tierra. También el winka, a aquellos mapuche que habían estado en ese buen camino que hay acá, ese campo del medio que le dicen, ahí también se lo sacaron, dicen. Entonces me acuerdo de esos recuerdos tristes. 

Cuando recién llegué a esta tierra que estoy ahora, sembré esto. Ahora tengo esta tierra. Este consejo del campo nomás tengo: sembrar, amigo. De esta manera se aconsejaba a la gente, así va a seguir estando bien con este consejo. Los antiguos paisanos de esa manera nos aconsejaban a nosotros. Unos y otros fueron y se asentaron cerca y ahí estaba toda la gente. Entonces nosotros y los winka empezamos a estar juntos, cerca de los winka, se dice. Todos ellos iban uno encima del otro, entonces si un winka está perjudicado por sí mismo o por otros, se ayudan, eso hacen. 

Así es… unos con otros los winka no se tratan de joder. El paisano trata de joder al que está bien, trata de joderlo. El winka no, los winka se ayudan unos con otros, al jodido lo ayudan, por eso levanta, y nosotros no. No está bien eso pues… No está bien, no está nada bien.

Nosotros vivimos así. Hay gente que se enoja, gente que es así. Si alguien dice: 

–“Mañana nos juntamos a tratar todos juntos el mismo asunto unidos unos con otros”. 

–“No, a encontrarnos yo no voy a llegar, yo no voy a ir, …de repente está mal mi mujer, el que tiene el campo allá sigue mal, no tiene agua”. 

Por eso no sale el asunto. Yo quisiera que saquemos el asunto entre todos juntos unidos. Si alguien dice –“¿Vamos allá?”. Todos, digan:  –“¡Vamos!, ¡Vayamos!”. 

Más antiguamente estaban un poco atrás de apesadumbrarse por estas cosas. Ahora no sale esta gente. Nosotros somos mapuche acá. Un asunto que hagamos todos juntos unidos no tenemos. Cuando hay un asunto ya no es como antes ese asunto, ahora es distinta la cosa, es otro pensamiento. Entonces nosotros no hacemos buen trabajo, no trabajamos bien.

Los antiguos. Los mayores, la gente antes, primos, tíos, se ayudaban, nos ayudábamos mutuamente. Los hijos, las hijas, mi tío, andaban todos juntos como si fueran uno, dicen. Completamente todos, es así eso.

Sí, por eso. Porque antes, yo tenía cuarenta años, y todavía el finado de mi padre nos mandaba como a criaturas. “¡Haga esto!”, decía, y yo lo hacía. No era mi padre, era mi tío. Y ahora un hijo tiene quince años, ¿qué hace? Si quiere hace, si quiere no hace nada. ¿Y así cuándo van a seguir las cosas bien, mi amigo? Es por eso que la cosa anda mal. 

[…] Antiguamente estaban todos unidos, todos unidos. ¿No ve? Lo que decíamos recién, cuando yo tuve conocimiento que tendría 10 años, 11 años. Antes tomábamos, sí, nos emborrachábamos, hablábamos. Pelear, pelarnos no, no nos peleábamos. Se conversaba bien, acá se sacaba el tayül, se hacía tayül, se tomaba juntos, nos tirábamos a romancear, a descansar.1 Pero no había problemas. Ahora los chicos toman tragos y lo primero que quieren hacer es pelear. Eso es de los winka. Así ha sido antes.

1 El tayül es un canto ceremonial y sagrado, cada elemento de la naturaleza tiene un canto sagrado, el lago, el río, la lluvia; las personas también tienen un tayül. Las romanceadas son cantos espontáneos que van relatando o narrando situaciones cotidianas y se cantan como una manera de compartir y divertirse. A veces se hacen contrapuntos entre romanceadores. Hay muchísimas clases de cantos que se romancean para situaciones muy diversas.  
[Puelman cuenta ahora cómo fue la ocupación violenta del territorio y el acecho y persecución de las familias durante la invasión del Wallmapu. Va a narrar también historias que ha escuchado de sus abuelos.]

A mi gran abuelo lo cruzó al otro lado del río, con lo justo lo alcanzó a curar, dicen los antiguos. Aunque era de noche, por más que fueran dos, pasaron al otro lado.2 Salieron del río, se fueron el cuñado y él juntos. Buscaron salir en cualquier parte, entonces es por acá, dijeron; por eso llegaron hasta allá. 

2 Para la visión mapuche los ríos no deben cruzarse de noche. La situación de persecución que se describe es tan desesperante que los obliga a transgredir esa norma. 

Así contó mi finado abuelo. Después llegó allá el winka. Cuando estaban siendo perseguidos, punzaron al caballo, contaron. Encontraban animales muertos y se comían la carne, mi abuelo y su mujer estas cosas sufrían. Muchos tormentos pasaron mi finado abuelo y mi finada abuela paterna. De esa manera pasaron, cuentan los mayores. Así me contaron que pasaron los mayores. Ahora aunque yo lo cuente, la gente dice que estoy mintiendo: “Yo no lo vi, es mentira”, me dicen. Pero así fue.

Yo lo cuento y me dicen, “Son mentiras, yo no lo he visto”. Pero uno que ha conversado es como un libro abierto, mi hijo. Eso contaban los antiguos, que sufrían tanto, comían caballo muerto, punzaban su caballo. Si iban diez personas, diez caballos punzaban, si no, no alcanzaba la sangre. Tomaban sangre de caballo para matar el hambre. Si estaban sin comer ya dos, tres días, y no mataban ningún bicho, tenían que punzar el caballo. Se punza del lado de la vena. Si lo punzan del guargüero, por lo menos cuatro litros de sangre salen. Ahí van tomando en jarro: sal y sangre, sal y sangre.

Pasaban tanto hambre porque tenían que andar disparando. Tenían que salir escapando cuando vino … ¿cómo es que se llamaba el que vino a acaparar el país mapuche acá? ¿Los españoles? ¿Colón… Cristóbal Colón era? … No, Roca. Sí…, muy malo era el winka.

Una vuelta creo que los mayores, dicen, que tuvieron un presentimiento, hubo un wütan, cuando late alguna parte del músculo.3

3 El wütan es el latido de un músculo que se interpreta como un pálpito, una señal. Tener un latido en el lado izquierdo del cuerpo vale de mal presagio.

“Vamos a ir entonces porque están los winka, que mataron a mi gente”, dijo el lonko. 

“Vamos a ir”, dijo el cacique, “con 50… 500… 5000 hombres”, dijo el gran lonko. 

5000 hombres dicen que le mataron.

Uno tras otro los tiraban en fila, los bajaban y los tiraban abajo, cuesta abajo. ¿Qué íbamos a hacer nosotros? Les salieron al encuentro con lanzas y trawil.4 ¿Qué iban a hacer? Los winka tenían armas y disparaban. 5000 dicen que murieron. Cinco mil personas le mataron al lonko, se dice. 

4 El trawil es una boleadora con una sola piedra con una ranura en el medio donde se ata un tendón de ñandú o choyke.

Dicen que le dijeron un pálpito, que tuvo un wütan antes de ir. Y el wütan es cuando le late un brazo o le late donde quiera, y anuncia que le va a ir mal, que no vaya. 

“No…, voy a ir nomás”, dicen que dijo el lonko. “Voy a atropellar a los winka”, decía. 

¿Pero qué iban a hacer contra los Remington de los winka? Los agarraron en fila, así los mataron. Caían como pajaritos. ¿Y con lanzas y trawilche qué iban a hacer los paisanos? Cinco mil mataron, dicen. Volvió con mil. Seis mil personas, creo que atropellaron. ¿Qué podían a hacer contra el winka?

Un presentimiento dicen que tuvo. Esas novedades trajo entre los hombres y las mujeres, ese asunto se habló. –“¿Qué hacemos con esto? ¿Nos va a ir bien o nos va a ir mal?”. –“Nos va a ir mal –le dicen. Es un mal presentimiento. Nos va a ir mal”. –“No, voy a ir igual”, dijo. La wütantufe le había dicho, la que interpretó la señal, ya le había dicho que le iba a ir mal. –“¿Y usted cómo sabe?”, dicen que dijo el lonko. Que venían por él, le dijo. –“Si yo tengo un presentimiento, ¿el presentimiento que tengo, lo que habla el latido es que está viniendo el winka?”. –“Sí, está viniendo. Este presentimiento es que allá está llegando”. –“¿Dónde está llegando? ¿Está llegando?”. –“Sí, acá está llegando”, le dijo.  

[En otra persecución que sufrieron las familias Mapuche en la estepa cuentan que dijeron] –“¿Vamos a subir al mirador?” 

–“Sí, subamos al mirador”. –“¡Vamos a subir!”, dicen que dijeron. 

Resultó ser un mirador, para el sur. 

–“¡Suban!”, dijeron. “Cuando estén llegando y estén subiendo los winka vamos a hacer rodar una buena piedra, así vamos a matar a los winka.” 

[Canta:] “Vienen, dicen que decían. /Están llegando, dicen./ Están llegando los winka, iban diciendo. /Viene el Winka”

La mitad todos completamente rojos. ¡Por allá vienen! Subieron. A alguna gente, a los que suban, los matan. Dicen que estaban cansados los winka, muy cansados. Con las lanzas les tiraron al cuello, y al corazón. A los winka que subieron les pasó esto. Cuando los winka pasaron, tuvieron que salir corriendo, cabalgando se regresaron. Volvieron para atrás otra vez, en el mirador. 

Antiguamente cuando andaban huyendo de la expedición, subieron para el cerro. Y si llegan a subir vamos a hacer rodar una buena piedra desde allá arriba, dicen que dijeron. Van a pasar llevando caballos, gente, de todo. Y si sube el winka, le llega su hora. Si llega el día en que suben, los matan. 

Si al llegar al mirador suben, todos no van morir, algunos, los que suban. Dos, tres, puede ser que lleguen a subir allá, a esos los matan, a esa gente la matan, les van disparando. En esa hora fue así como se salvó la gente mapuche. Así se liberaron. De esa manera se cuidaron.

MÁS SOBRE EL NARRADOR Y LOS COMPILADORES 

Cornelio Puelman es hermano de Teodora Puelman. Su madre fue machi, es decir médica tradicional mapuche. Vivió en la zona de Fütra waw, fütra lelfun mew, en zona rural situada en la estepa, en las cercanías de Comayo, Puelmapu, hoy Provincia de Río Negro, en la llamada Patagonia Argentina. Pertenece a la generación de los abuelos y abuelas que partieron en la década de los 2000. Muchos de sus sobrinos nietos y sus descendientes siguen viviendo en esa zona que se conoce como Línea Sur; están autoafirmándose en su identidad mapuche después de años de políticas de avergonzamiento, y recuperando asimismo el mapuzungun. 

Sandro Rivas Pichicura nació en Furilofche, Nawel wapi lafken mapu mew, en Puelmapu, conocida en español como Bariloche, en la Provincia de Río Negro, en la Patagonia Argentina. Su papá nació en Fütra ruiñ, Cabestro quemado; su mamá, en Pilawe, ambos parajes situados en la zona rural de la gran estepa de la llamada Línea Sur. Integró distintas organizaciones mapuche y es activista por la revitalización del mapuzugun. Enseña mapuzungun en la Escuela Secundaria y trabaja en diferentes espacios de revitalización lingüística. Ha trabajado como comunicador radial y participado en diversas actividades culturales, entre ellas formó parte del equipo que realizó los microdocumentales Mapuzungun. El habla de la Tierra.

Violeta Percia nació en Buenos Aires, vive actualmente en Nawel wapi lafken mapu mew. Es poeta, realizadora audiovisual e investigadora. Trabaja como profesora en la Carrera de Letras y en la Maestría de Literaturas Extranjeras y Literaturas Comparadas en la Universidad de Buenas Aires. Estudió cine en la Maestría de Cine Alternativo de la EICTV, en Cuba. Tradujo y prologó Soy una maldita salvaje, de la escritora innu An Antane Kapesh (2023); Ideorrealidades. Poemas y papeles dispersos de la obra futura de Saint-Pol-Roux (2013); y El narcisismo del arte contemporáneo de A. Troyas y V. Arrault (2020). Publicó en poesía los libros Clínica enferma (Buenos Aires, 2003) y Poesía del Tanti Rao (México DF, 2019); y la novela Como nubes (Córdoba, 2021). 

Memorias del Wallmapu, se levanta el mapuzungun © Piam contado por Cornelio Puelman en los años 1987

© Introducción y traducción Sandro Rivas Pichicura y Violeta Percia.

© Fotos Violeta Percia ~


Siwar Mayu, Septiembre 2023

indinawemaaganidog / todas mis relaciones

“indinawemaaganidog / all of my relatives” from Islands of Decolonial Love. Copyright © Leanne Betasamosake Simpson, 2013. [ARP Books, Winnipeg]

“indinawemaaganidog / todas mis relaciones” © Sophie M. Lavoie

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De la contraportada del libro:

“Los personajes amorosamente dibujados por Leanne Betasamosake Simpson trabajan duro para preservar su inocencia en un mundo donde la ironía y el cinismo serían más fáciles. Pasan mucho tiempo viajando: en tierra, en el agua, a través del espacio y el tiempo, en automóviles, camiones, barcos pesqueros, canoas y en su propia mente; en bares, bosques, reservas, anillos de curling, cocinas, lagos y autopistas. Estos viajes exquisitamente representados se convierten en símbolos de nuestro deseo de comprender y nunca dejar de aprender, sin importar el costo. Hay angustia aquí, pero también momentos de gracia fugaz y un humor seco que promete mantenernos a salvo”.

–Úrsula Pflug

indinawemaaganidog / todas mis relaciones

estoy de pie en el muelle de cap saint louis divagando, cuando un tipo que nunca he visto aparece. debo decirles que no es mi costumbre hablar con gente si no es absolutamente necesario, lo que es un poco moralista y probablemente me hace daño y sí, pierdo muchas posibilidades, pero al mismo tiempo la gente tramposa de vez en cuando logra penetrar mi perímetro aural. todo termina bien al final. a veces.

entonces etienne llega y me dice hola en francés y obviamente él sabe que yo no tendría que estar allí entonces yo desconfío de sus motivos. le digo que quiero ver la colonia de focas aunque eso no es lo que quiero ni es lo que estoy buscando. me dice inmediatamente que me lleva. le pregunto cuánto costaría. me dice que gratis.

bueno.

nada en la vida es gratis. las mejores cosas de la vida son gratis. nadie te da nada sin pedir algo a cambio.

bajamos al muelle y me extiende la mano para que baje a la cubierta del barco. claro, le digo que no porque necesitamos aclarar las cosas de una vez y esta es una de las cosas y desciendo por mí misma sobre una torre de contenedores de plástico rotos.

pone en marcha el motor y estoy en la parte trasera con el equipo de pesca entonces no podemos hablar. hay sol y hay viento y está perfecto y mientras nos alejamos de la costa yo pienso en dexter (el programa de tele) y en todos los escenarios posibles.

interrumpe mis pensamientos, ofreciéndome un té frío coors light y lo tomo sin pensarlo aunque son solamente las diez y media de la mañana y coors light siempre es desagradable. de repente estamos en el atlántico, a una milla de la costa.

pasamos al lado de un kayakista y la canción kumbaya me suena en la cabeza y me levanto y lo saludo de la mano como una persona contenta para que se acuerde de mí cuando la policía lo cuestione luego.

faltan pocos minutos para llegar a las focas que están congregadas en un banco de arena para poder cazar los peces que se mueven en el río con las grandes mareas. nos acercamos y salen en estampida hacia el mar recordándome perros y ovejas y bisontes  y etienne me pregunta si quiero ir más lejos.

con el mismo descuido del té frío coors light, digo que sí y él me dice que conoce un lugar donde hay un banco de jureles. podríamos pescar porque anoche él estuvo allí y atrapó mil libras solamente con un anzuelo. decido que él es mi’kmaq porque podría serlo y aunque eso probablemente no significa nada me hace sentirme más segura. 

en camino hacia los jureles, etienne me cuenta cómo el gobierno federal echó a su familia del parque y le pagó trescientos cincuenta dólares por la tierra en el año 1968 y luego arrasaron la casa. le digo a etienne que sé lo que es eso pero dudo que me crea porque él piensa que soy de Toronto y soy rica y criticona y hablo mierda porque eso es lo que la gente cree cuando pronuncias la palabra “ontario.”

etienne saca el equipo de pesca y en dos minutos sabemos que estamos encima del banco porque estamos pescando jureles fácilmente. me observa mientras manipulo el anzuelo y tiro los pescados en la cesta, y ahí es cuando le muestro quién soy. hay sol y hay viento y está perfecto y los brazos del día están bien abiertos y nadie tiene prisa para ir a ningún sitio. Veo un alcatraz y me gustan los alcatraces porque pueden desconectarse las alas justo antes de caer en picada en el mar para coger un pez. ¡imagínense desconectar una parte del cuerpo! el alcatraz nada hacia el barco porque husmea la sangre de pescado y etienne le da un pescado al alcatraz y dice “el pájaro es mi familia, todo esto, los peces, las focas, el agua – esto es mi familia,” y ahí es cuando me muestra quién es.

ahora nuestras miradas se cruzan porque él ha captado mi atención. me dirijo hacia él y le doy un abrazo y él es ese tipo de persona que puede dar y recibir un abrazo de verdad y yo no soy de ese tipo de persona porque mi sistema de alarma resuena cuando la gente me toca y me congelo y me apago. esta vez eso no pasa. decido darle un beso y es perfecto y fácil y nos besamos sin torpeza pero con un principio bien definido y un final bien claro. luego me lleva de vuelta a la costa mientras yo limpio los pescados en la parte trasera del barco usando su cuchillo espantosamente afilado, dándole las tripas a las gaviotas y los alcatraces. me deja en el muelle. nos damos las gracias. nos decimos adiós y yo presto atención a cada paso, en vez de mirar hacia atrás. 

~~~

Mira aquí a la propia autora interpretando “Islands of Decolonial Love”

Más sobre Leanne Betasamosake Simpson y su obra

Leanne Betasamosake Simpson es una renombrada escritora, artista y académica Michi Saagiig Nishnaabeg (anishinaabe de Missassauga, ON), quien ha sido ampliamente reconocida como una de las voces indígenas más convincentes de su generación. Su trabajo abre las intersecciones entre la política, la historia y la canción, llevando al público a un mundo rico de sonido, luz y creatividad propios.

Sobre la traductora

Sophie M. Lavoie es profesora del Departamento de Cultura y Estudios Mediáticos de la Universidad de Nuevo Brunswick en Fredericton, Canadá, que es el territorio nunca rendido de los Wolastoqiyik, o malecitas. Enseña clases de lengua, literatura, cine y cultura. Ha publicado artículos académicos sobre literatura de mujeres centroamericanas y latinocanadienses, entre otros temas, en francés, inglés y en español en varias revistas. Fue cotraductora con Hugh Hazelton de El laberinto vertical de la poeta argentina Nela Rio hacia el inglés, del libro de poesía Nous sommes les reveurs de la poeta mi’kmaq Rita Joe hacia el francés y de Un parcours bispirituel, la traducción al francés de la autobiografía de Ma-Nee Chacaby, una indígena biespiritual cree y ojibwe que salió en 2019. Forma parte del consejo editorial de la revista Candela Review y directora del equipo del Registro Creativo de la Asociación Canadiense de Hispanistas.

“Indinawemaaganidog / all of my relatives” from Islands of Decolonial Love. © Leanne Betasamosake Simpson, 2013. [ARP Books, Winnipeg]

~ Siwar Mayu, July 2023

Traducción del inglés © Sophie M. Lavoie

Sanchiu. Dina Ananco

Poesía original en wampis y español © Dina Ananco

Selección e introducción © Katia Yoza

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Dina Ananco es poeta, traductora e intérprete wampis y awajun. Tiene una licenciatura en literatura y una maestría en literatura peruana y latinoamericana de la Universidad Nacional de San Marcos, en Lima. Participa en recitales de poesía y eventos académicos en Perú e internacionalmente. Representará a Perú en la feria internacional del libro de Guadalajara en 2022.

Sanchiu (Lima: Pakarina Ediciones, 2021) es el primer libro de poemas publicado en lengua wampis. El pueblo Wampis se ubica entre el sur de Ecuador y el norte de Perú, y forma parte de la familia lingüística Jíbaro. El libro es una edición bilingüe en wampis y español, y la propia autora tradujo sus poemas al español. “Sanchiu” era el apellido de la abuela de Ananco, quien aparece en la portada del libro. Esta colección de cuarenta poemas es un homenaje a las mujeres Wampis y visibiliza su fortaleza y sufrimiento, así como los desafíos actuales en las comunidades y fuera de ellas. Los poemas siguen la forma de poesía literaria Wampis llamada “nampet” y su celebración de cantar en cualquier lugar con emociones nostálgicas, ternura, humor y tonos dudosos.

Auju
 
Kiarai, etsa kanak weakai,
ameka utñaitme
turasha Nantu wainiakum
nantu takatin nekapeakum
shir wake mesemar utñaitme
Antakrika utmain utñaitme
Jika jikamat utñaitme
Urukamtain utea, tamaka;
aishri Nantu ajapa ikukmau asa utñaiti
turamin aiñawai uun aiñaka
Yuwisha suritujakmau asa,
shir yurumin asamin,
suri asamin, aishrum ukurmakin tutaiyaitme.
 
Miñasha, ishichkisha, ashismasmeksha ujattsakia
tui nuwe penkermarisha aa
wisha ichinkachin najantan unuimartaj
Yamaika, ichinkachika, pininchika najantaka shir nekatsji.
 
Nuwech iñaktursakia
miñak iñaktursakia,
wisha unuimartaj.

Ayaymama

Al atardecer, cuando el sol se va a dormir,

sueles llorar

pero cuando ves a Luna

cuando sientes la luna llena,

sollozas tristemente.

Escuchando tu llanto se puede llorar.

Nostálgicamente lloras.

¿Por qué llora?, cuando decimos;

por el abandono de su esposo Nantu suele llorar,

acostumbran decirte los uun.

Como solías mezquinar el zapallo,

como eres de comer bien, 

como eres avarienta, tu marido te ha dejado, suelen decirte. 

A mí también, aunque sea poco, susurrando, avísame

dónde hay la verdadera arcilla

para aprender a hacer tinajita. 

Ahora, la tinajita, ni el pinin sabemos elaborar.

Muéstrame la arcillita;

solo a mí muéstramelo,

para yo también aprender.

~~~

Nantu: la luna

Uun: los mayores 

Pinin: vasos de arcilla en el que la comunidad bebe agua o masato hecho de yuca. yucca).

Atumsha urukarmetsu
 
Atumsha urukarmetsu,
Wika, wampis anentaimtan wakeeruta jajai
Wampis nuwajai metek
Wampis, papin universidad aujsaujai metek
Wampis nuwa uchirtinjai metek
Wampis nuwa aishrinñujai metek
 
Junisa pujaun tarach, akiitai tura patakemtai numi jinkaijai najanamujai iwarmameajai
Uuntur usumajakarua imanisan usumeajai
¡Ipak atsawai! Turasha wene yakatai kapantuwa juketi
Wener penkerchia ju najenchjai nakumkam shir juwawai
¡Namperaiti!
 
Wiichur esarman atian, espejonam iimajai
Wampisaitjai
¡Añawa! Arutmarua
Ee, ju jaanch penkerchia jujai wampisaitjai
Nakumameajai wakantrun facebooknum iwaiñaktasan
1 horasha nankamatsain 5 mil “ti penkeraiti” tau awai
 
Nukap atsuk, wichauwaitjai,
Yaunchuk uunnaka yajá ukukin nekapeajai, ijusan pujayatkun
 
Yapirun nijaran, tarachin awikan
Sapat tacortin aiña auna weamajai
Turan vestido kapamñun nunkuajai, tarachjai metekmamtin ati, tusan
Nunkutai kurijai najanamun nunkuran, akiitaincha winchan akian wajajai
Shiram wantiniajai
Wampis anentaijai anentaimsan, tajai,
¡Shirmaitjai!
Nakumamkan Instagramnum iwaiñajai
Eme jaiñawai aaiñak
5 mil “ti penkeraiti” tau awai
 
Atumsha urukarmetsu,
Wika juni junin yamekjai
Waurkamñu nekapeajai
Aya jamain nekapeajai
Turasha juna atsumajai.
 
Pujuttrun kajinmatkishtajai, tukin
Bañonam enkeman tarachin nunkuajai
Lima tsetsek tepeamunmasha suijkisha shir emajtatsui
Ti penker iwarnarjai, peetain ashi jukin
¡Chichakai nakumrukarti, tusan, wakerajai!
Urukukitaj nuna shir awantak, naka jirkiarti, tusan
Miña pujutruka juwaiti, tusan, eme aneasan iyajai
Kakaran chichajai
Ashi uwejan awatturaiñawai
Kame, wariñak chichaj nunasha shirka nekatsjai
Chichamu amukamtai
Tarachin, akiarmau tura peetai aiña nunaka awiran mochilanam, bolsanmaksha chumpiajai
Yapirun nijajai, celularan achikan, nui internetnum taxin seamin
Weajai
Miña anetairjai vino umartasan
 
Kashin tsawak
Periódico suramunam tura internetnum iwaiñamunam naka jiniajai
Tikich, yaktanmaya iimaru aiñajai
Aujai chichaman jimartuktatjai tachamaitkun
Nui wajajai, tarachin nunkuaru
Uuntur uruk usumajakarukit nuna yapirui epesan
Nui wajajai, wisha yakitaj nuna nekamattsan
Tsawan urukukit nui wisha metek juwajai
Wakantrui tura numparui juajai wii shuara jaanchrinka, wishimenka
 
Atumsha urukarmetsu
Wika nekámatsjai
Turasha shir nekapeajai
Ashi nunkanmaya
Kankape ejetumainchau
Suwa Kuwankus waja iman

No sé ustedes

No sé ustedes

A mí, a veces me da la gana de pensar como wampis

Otras veces como mujer wampis, 

Universistaria wampis

Mamá wampis

La amante wampis

De pronto me pongo tarach, aretes, collares y pulseras de semillas

Me pinto la cara con las líneas de mis ancestros

¡No hay achiote! Me basta mi labial rojo

Ese delineador color vino que deja pronunciado mis labios carnosos

¡Es una fiesta!

Suelto mi larga cabellera y me veo en el espejo

Soy wampis

Oh, my god

Sí, soy wampis con este atuendo hermoso

Me tomo fotos para mis redes sociales

En menos de 1 hora tengo 5 mil likes


De pronto no soy yo,

me siento lejana a mis ancestros, pero me veo tan cerca

Me lavo la cara, me desvisto

Me pongo los tacones

Y el vestido rojo para mantener el color

Mi collar de oro y unos pendientes brillantes se cuelgan de mis orejas

Me veo hermosa

Pienso en wampis y me digo 

¡Shirmaitjai!

Me tomo fotos y publico en mi Instagram

Todos me piropean

Tengo 5 mil likes

No sé ustedes,

Pero esta rutina me cansa

Me enloquece

Me abruma

Pero lo necesito

Para no perder la costumbre, diciendo 

Entro al baño y me pongo tarach

Hasta el sudor me traiciona en el invierno limeño

Me pongo mi mejor traje y los mejores accesorios

¡Necesito las cámaras en cada conferencia de prensa!

Necesito que ese lente me exotice en primera plana

Y afirmo que es así mi cultura y me siento orgullosa

Levanto la voz

Todos me aplauden

A veces, ni yo misma entiendo lo que digo

Termina la conferencia,

Saco mi tarach, mis collares y mis aretes de pluma y las guardo en mi mochila, bolso

Me lavo la cara, pido un taxi por aplicativo 

Y me voy

Me voy a tomar vino con mi amante

Al día siguiente

Salgo en las portadas de los medios impresos y digitales

Al costado de las autoridades

Nada me compromete

Allí estoy, con mi tarach

Con las líneas de mis ancestros en el rostro 

Allí estoy, buscando mi identidad múltiple

Que me sirve actuar en cada circunstancia

Con el color y la sonrisa de mi pueblo en el alma y sangre

No sé ustedes, 

Pero yo no me conozco

Y me prefiero así

Ser de todas partes

Con una raíz interminable

Como Suwa en Kuankus

~~~

Tarach: traje tradicional de las mujeres wampis.

Achiote: árbol cuyas semillas se utilizan para teñir de rojo el rostro. 

Shirmaitjai: Soy bella, soy hermosa. 

Suwa: Huito, un árbol cuyas semillas negras se usan para teñir el cabello y la cara. Ella era una mujer antes de convertirse en árbol. 

Kuankus: Río Goangos. Está al lado del Río Santiago, que pertenece a Morona-Santiago en Ecuador. Era la antigua tierra del pueblo awajun. 

Sanchiu

Ame jiimin miña uuntru pujutin nekawaitjai
Chichamrumin wari jintak wekatusuitam nunasha wainkauwaitjai
Uruk maaniñak armia
Imtichirisha urukuk armia
Warichiñak yu armia
Tuin yujau armia
 
Amiña chichamrumin nekawaitjai patarun
Antukuitjai anentan
Mushutkauwaitjai tsaankun
 
Ame aja awamuka penker, nupasha takajat ayayi
Anentin asamin
Anentruam yurumak, kenke, inchi arau asamin
 
Anentruam uchiram irusam pujújakuitme
Tikich pujutnum weakum ankan ukurkiñaitme
Uchiram, tirankim tura tiranmi uchiri aiñasha
Mátsatkamusha
Yamaisha ya aujmatsamtaiya
Uuntrusha uruk matsámajakarukit nunasha antuktataj
Ankan ukurkiñaitme ju nunka jui
Turasha, anentairuinka tuké pujame
Wii atsumakaisha

Sanchiu

En tus ojos conocí la historia de mis ancestros

En tu palabra vi los caminos que recorriste

Cómo se enfrentaban con sus enemigos

Cómo eran sus caritas

Qué cositas comían

Dónde caminaban

En tu palabra conocí a mi familia

Escuché el anen

Inhalé el tabaco

Tu chacra era tan hermosa que provocaba desyerbar 

Porque poseías el anen

Porque sembrabas yuca, sachapapa, camote luego de cantar el anen

Cantando el anen tenías a tus hijos unidos

Dejaste un vacío en mí cuando te fuiste a la otra vida

A tus hijos, nietos y bisnietos

A la comunidad

Ahora quién nos contará

Las hazañas de los ancestros

Me dejaste sola en este territorio 

Viviendo siempre en mi corazón 

Estás cuando te necesito

Cuando me siento triste

Cuando lloro

Cuando sufro estando lejos

Siempre estás ahí

Porque eres fuerte

Porque eres mujer wampis

Porque eres mujer awajun

~~~

Anen: canto sagrado Wampis y Awajun. Puede ser transmitido por deidades como Tsunki o Nunkui.

Nunkui: Mujer diosa Wampis que enseñó a las mujeres el anen y cómo domesticar las plantas.

Sachapapa: un tubérculo que es similar a la patata.

Awan

Iwarmamrau, natsanatsamtau,
shiram tura penkeri.
kinta sanartamunam waureawai
nuke yairach aiña nuna uchupiak;
shuiñan yumirin
napaka nitasha nampenai 
 
Inimmameajai:
kankaptinchau, ima nekas nawe aramsha urukawaintak
kanawertinchau, uwejtin akusha.
 
Nii,
unuimaru, wishiwishi jas, 
shuar nankamaun aujeawai
Tuké jasa wajasti tu yuminramu asa
akiachmaitak jean kuitameawai.
Aneetairin tura aneshtai aiña nuna
pujutin kuitameak.
 
Kampuwarin tukumruiñawai arantsuk,
kankape iwaramu aiña nuka utaiñawai
neajkin wainmainchaun akakeak
Iñashinka nukumawai
machit awatti, tusa.
Awatmauka kashi tsawak esameawai.

La caoba

Elegante, tímido

brillante y hermoso.

Coquetea ante la brisa del atardecer

que refresca las diminutas hojas

mientras las abejas se embriagan

con la miel de los frutos de las uvillas.

Me pregunto:

¿qué haría si tuviera pies y no raíces?,

¿si tuviera manos y no ramas?

Él,

siempre sonriente y educado

saluda a cada transeúnte.

Condenado a permanecer quieto,

vigila sin sueldo alguno la casa. 

Cuidando la salud de sus amantes

y de los desamados.

Patean el tronco sin recelo,

las raíces ornamentadas gimen

deslizando lágrimas imperceptibles.

Su cuerpo se contonea

esquivando el filo del machete.

Cada herida se renueva al amanecer.

Me cuenta sus aventuras indecentes. 

Su temor a las enfermedades mortales.

El golpe casual del hombre con una motosierra.

Nadie conoce su futuro.

Tampoco los árboles frondosos

pese a su experiencia

del ayer y de sus años venideros.

Etsa
 
Yaunchuk urukuk ayam nuka kajinmatkim
yaki ekemsam, shir irkattsam aeskartame.
Kajeawastai tumain sukurkateame.
Jika jikamtatsuk nekapeatai tumain akaame.
Nuniakmin kuntuts nekapnitji.
 
Yaunchukka, iya junin asam,
nunká pujujakuitme.
Iya junin asam, nunká wekájakuitme.
Turasha yamaika, apumasam yaki eketeame,
kajeawastai tumain, kajeachiatam.
Nunisam ejemsam,
yumijai manin ájaku asam,
Nii yutain etsanteakminka
“yumi ipameawai,
etsa uteawai”, tiñaitji.
Nunisam irauwaitme nunkasha.
Nunismetsuk yumisha irareamtai.

Sol

Olvidando cómo eras antiguamente

sentado arriba, mirándonos fijamente nos quemas.

Como si estuvieras enojado nos quemas.

Bajas como si sintieras nostalgia.

Cuando haces eso, siento tristeza.

Antiguamente, como eras como nosotros,

vivías en la tierra.

Como eres como nosotros, solías andar por la tierra.

Pero ahora, estás arriba como jefe,

como si estuvieras molesto, sin estarlo. 

Así estando,

como solías pelear con la lluvia,

si soleas cuando llueve

“la lluvia anuncia el mal augurio,

el sol llora”, solemos decir. 

Así, visitas la tierra. 

Seguramente así le visitas a la lluvia.

Más sobre Dina Ananco y el poemario Sanchiu

Sobre la traductora

Katia Yoza es candidata al doctorado en el Departamento de Español en la Universidad de Rutgers y es una becaria Louis Bevier. Actualmente es coorganizadora del Grupo de Trabajo de Estudios Andinos y Amazónicos en Rutgers. Su investigación se centra en narrativas textuales y visuales amazónicas sobre cosmovisiones indígenas que involucran audiencias urbanas, públicas y globales. Tiene una Maestría en Literatura Comparada de la Universidad de París IV – Sorbona y una Licenciatura en Literatura Hispánica de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha impartido cursos de literatura y español a estudiantes de pregrado y secundaria en los Estados Unidos, Perú y Francia, y ha trabajado en humanidades públicas a través de asociaciones locales y ONG en los Estados Unidos. También publicó una colección de cuentos sobre animales de la Amazonía rescatados del comercio ilegal.

Sanchiu © Dina Ananco

Selección y presentación © Katia Yoza ~ Siwar Mayu, Octubre 2022

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