“La mola Guna se adelantó al pop art”: Achu Kantule

Por Juan G. Sánchez Martínez

Achu Kantule (Osvaldo De León) nació en 1964 en Ustupu, la nación Gunadule (Panamá). Comenzó a pintar de manera autodidacta en los años ochenta. En 1996, ganó el Concurso Nacional de Pintura del Instituto de Cultura de Panamá. En el año 2001, se graduó con honores (Sigma Landa) obteniendo el título de licenciado en Artes Plásticas y Visuales de la Universidad de Panamá. Ha tenido más de 24 exposiciones individuales en América y Europa, y ha participado en varias exposiciones colectivas. En el año 2004, recibió la prestigiosa beca del Museo del Indio Americano (Instituto Smithsonian).

Recientemente nos encontramos en la Universidad del Magdalena (Santa Marta, Colombia) en el marco del II Congreso SoLEI, donde Achu era uno de los invitados especiales (ver el video de la charla). Allí nos explicó a los asistentes algunos de los principios del arte tradicional Gunadule: la dualidad (“Inclusive en las fiestas tomamos dos tragos, para honrar al hombre y a la mujer”, nos dijo riendo), la repetición, la abstracción, y la multidimensionalidad (“porque pensamos que el mundo está hecho de ocho dimensiones”). Aprendimos que hay un reino para las artes en su cosmología, donde los dioses soñaron los diseños y textiles de las molas, y luego vinieron a enseñarle a las mujeres de la comunidad.

Según Achu (“tigrillo” en Gunadule), la multidimensionalidad de las molas y de sus pinturas tiene su correlato en los cuatro lenguajes que maneja la comunidad: 1) la lengua de todos los días, 2) la lengua cantada de los líderes espirituales, 3) la lengua ritual de los iniciados, es decir, los cantos de curación que se escriben en pictogramas, y 4) la lengua espiritual, la que no se dice, solo se piensa. En efecto, estas pinturas que Achu ha compartido con Siwar Mayu dialogan con la multidimensionalidad: distintas capas de lenguaje están atravesadas por distintas profundidades del mensaje: “Mi trabajo tiene que servir aunque sea para curar. El arte es terapia”. Sus primeros críticos, sin embargo, querían que Achu pintara rostros, “pero el realismo es como la religión, una cosa que fue impuesta”, señaló.

Dualidad, repetición, abstracción y multidimensionalidad se ven en la obra de Achu, y para entenderlo mejor, él mismo lo explica a través de las molas, “documentos históricos”, dice. Las molas son como un “libro ambulante”, porque las mujeres portan la historia de la comunidad en su vestuario.

Mientras compartía la imagen de una mola en la que tres hileras de tenedores amarillos sobre fondos azules, naranjas y fucsias terminan por convertirse en objetos extraños, Achu nos explicó que el arte tradicional Gunadule se adelantó al arte óptico y al pop art occidentales. Una mola en la que cuatro teléfonos están sonando (teléfonos viejos de disco y orificios para girar) le sirvió a Achu para demostrar cómo en la superposición se crean texturas, y cómo un tejido puede producir la sensación del movimiento, la vibración y el ¡ring!  

Achu también nos explicó que los animales que habitan las molas Gunadule y sus propias pinturas tienen ecos en la cosmología de su comunidad: “el cocodrilo transporta espíritus que enferman” porque es un ser anfibio, y hay ciertos tiburones que son aliados de la gente para combatir esos espíritus. También el jaguar es muy importante en esta iconografía, pues “representa el poder y la fuerza”. Hay montañas sagradas, kalus, donde solo los niños inocentes y los videntes, los sabios Neles, pueden ir. “Para cada animal, serpiente, jaguar, águila, hay un sitio sagrado” en el territorio, dijo Achu señalando un libro que se encuentra en el Museo de la Cultura Mundial en Gothenburg.

Ver colección guna en el museo de arte William Benton (Connecticut)

Achu es un contador de historias, y siempre aprovecha para recordarle a la audiencia o a sus amigos, las estrategias de su bisabuelo, Nele Kantule, para vencer en la revolución Guna. La historia va así: la revolución comenzó en 1925 en Panamá. Tras la construcción del Canal, el gobierno panameño optó por una política de “civilización a las tribus salvajes”. Envió policías obligando a la comunidad a no practicar sus medicinas…, “inclusive a cambiar la ropa, la mola fue prohibida, y por eso yo llamo a la mola, el arte de la resistencia, porque de ahí el pueblo Guna se levantó. Mi bisabuelo fue el líder, Nele Kantule”, así narró Achu.

La historia de la revolución en el relato de Achu cuenta que el maestro Nele Kantule, antes de atacar a los policías enviados por el gobierno panameño, decidió enviar a dos jóvenes emisarios con ocho maletas llenas de artefactos Guna (libros, escritos, molas, esculturas), uno hacia Europa, y el otro hacia Estados Unidos. Sigue Achu: “Él decía: ‘cuando acabemos con los enemigos, el mundo va a decir que somos salvajes, pero no somos salvajes porque tenemos nuestra literatura, tenemos arte, tenemos todo.'”. Como el sabio Sequoyah implementando el silabario Cherokee, el sabio Nele Kantule se aseguró de que el mundo se enterara de la riqueza cultural y milenaria de Guna Yala.

Al final de su charla, Achú nos regaló otra historia, la de Iguanigdipipi, un joven que llegó a ser Nele a los 25 años. Maestro, músico, y uno de los primeros pintores contemporáneos Gunadule. Su mapa del territorio ancestral, con viñetas que explican las razones de la revolución, fue compuesto en Canadá en 1924 (donde Achu pasa hoy en día parte de sus días). Achu trabajó en este mapa durante su investigación en 2004 en el Smithsonian. Su abuelo fue el traductor oficial de Iguanigdipipi. Justo en este mapa, Achu comentó una escena en la que llega un misionero y éste debe hablar con un pájaro, el cual desde la cosmología Guna es sikui, el intérprete. “A la gente que habla varios idiomas le llamamos sikui”, explicó. Sí, las pinturas que Achu ha ofrecido para este río de colibríes (Siwar Mayu) están habitadas por sikuis. ¡Siwar Mayu es río multilingüe!

Para terminar, mientras presentaba una vasija precolombina, Achu señaló: “Los estudiosos nos quieren separar, ¿no? Del grupo antes de Colón y el actual. Pero igual tenemos la misma conexión. No sé cuál es la finalidad de separar”. Su obra es la prueba de una resistencia continua desde la mola a la instalación y el arte conceptual. Las 300 islas de Guna Yala están siendo afectadas por el incremento acelerado del nivel del mar, además del plástico y la contaminación que dejan atrás el turismo. La obra de Achu Kantule es una respuesta multidimensional a una urgencia actual, no solo de su comunidad, sino de este planeta azul.

Ver su obra “Centro América Sumergida y Dupu (Isla), la casa de los Gunas que se hunde” en la Bienal Centroamericana (2016) 

Como observadores de esta obra nos asomamos a distintas capas de un mismo tejido. Acrílico sobre lienzo. De una canoa nos internamos en formas geométricas que ondulan en el agua (espirales, cruces, rombos) las cuales nos llevan a otra profundidad, una de cocodrilos y tiburones que se enfrentan, Neles que se transforman, y abuelas vestidas con sus molas y protegidas por tortugas que rescatan la vida del abismo. Tras los colores cálidos, y la vibración óptica que generan las múltiples capas, en la obra de Achu hay también una lucha cósmica en la que el bisnieto de Nele Kantule continúa una revolución por la vida, por el agua, y por lo ancestros de Guna Yala.

Más sobre la obra de Achu Kantule

Poemas de “We Are the Dreamers: Recent and Early Poetry” por Rita Joe

 Rita Joe es una escritora mi’kmaq nacida en We’koqma’q, Cabo Breton, Nueva Escocia, Canadá, en 1932. Joe fue huérfana a muy temprana edad y criada por varias personas de su familia extensa y por familias de acogida hasta que fue llevada al internado indio de Shubenacadie en Nueva Escocia. Desde allí trabajó en las profesiones asistenciales en Halifax y en Boston. Joe se casó, tuvo ocho hijos y adoptó dos más. Empezó a escribir poesía en los años sesenta y publicó su primer libro, Poemas de Rita Joe, en 1978. Por mucho de su vida adulta vivió en Eskisoqnik en la isla del Cabo Breton donde fue maestra, compositora de canciones, artista, poeta y sabia. Junto con varios doctorados honoríficos, Joe es oficial del Orden de Canadá (1989) y ganó un premio nacional al mérito para los indígenas canadienses (1997). Falleció en 2007.

Joe escribía en la lengua mi’kmaq y en inglés, con un lenguaje muy simple. Sus poemas son muy personales, tratando de su vida íntima, de su identidad indígena, de las creencias y las tradiciones mi’kmaq y del racismo en la sociedad canadiense. Cuatro de los poemas traducidos aquí son de su primer libro y fueron republicados en We Are The Dreamers: Recent and Early Poetry (Breton Books, 1999). Todos, excepto el preámbulo, fueron publicados en ambas lenguas. (por Sophie M. Lavoie, traductora)

❁❁❁

yo soy la indígena
y esa carga
me queda para siempre
_______________________

La línea invisible de la carga es la idea central con la que me topo y que no puedo dejar hasta que yo esté satisfecha. La satisfacción no parece concretizarse a través de cada problema que intento conquistar. Esta pequeña autoguerra se ha vuelto montaña, pero no puedo alcanzar la cima. La cima es mi propia conclusión satisfactoria.

Que yo piense es lo que me hace avanzar, solucionar los problemas de todos los días, incluso la búsqueda. Desbarato mi propia poesía, deambulo sin sentido fijo, picoteo algo o solo observo, tantos caminos que se me ofrecen sin poder seguirlos todos. Pero cuando viene el nuevo amanecer, sube otra vez el espíritu para enfrentarse a cualquier causa solo para ver si puede frenarlo, botarlo o conquistarlo. El cuerpo cansado ahora quebrado, el espíritu se aferra solo para ver si puede perseverar, no solo por mí, sino por otros, el camino sin fin hacia otro siglo y, entonces, quizás, quizás…

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Poema 6

Wen net ki’l?
Pipanimit nuji-kina’muet ta’n jipalk.
Netakei, aq i’-naqawey;
Koqoey?

Ktikik nuji-kina’masultite’wk kimelmultijik.
Na epas’si, taqawajitutm,
Aq elui’tmasi
Na na’kwek.

Espi-kjijiteketes,
Ma’jipajita’siw.
Espitutmikewey kina’matneweyiktuk eyk,
Aq kinua’tuates pa’ qlaiwaqnn ni’n nikmaq.

**

¿Quién eres?
Pregunta de una maestra temida.
Enrojeciendo, tartamudeé
¿Qué?

Los otros estudiantes se rieron nerviosamente.
Me senté, desolada, abatida,
Y ese día
Hice un juramento

Ser extraordinaria en todos los aprendizajes,
Nunca más insegura.
Mi amor propio reside en mi educación,
Y les llevaré maravillas a mi gente.

❁❁❁

Poema 10

Ai! Mu knu’kwaqnn,
Mu nuji-wi’kikaqnn,
Mu weskitaqawikasinukul kisna
mikekni-napuikasinukul
Kekinua’tuenukul wlakue’l
pa’qalaiwaqnn.

Ta’n teluji-mtua’lukwi’tij nuji-
kina’mua’tijik a.

Ke’ kwilmi’tij,
Maqamikewe’l wisunn,
Apaqte’l wisunn,
Sipu’l;
Mukk kasa’tu mikuite’tmaqnmk
Ula knu’kwaqnn.

Ki’ welaptimikl
Kmtne’l samqwann nisitk,
Kesikawitkl sipu’l.
Ula na kis-napui’kmu’kl
Mikuite’tmaqanminaq.
Nuji-kina’masultioq,
we’jitutoqsip ta’n kisite’tmekl
Wisunn aq ta’n pa’qi-klu’lk,
Tepqatmi’tij L’nu weja’tekemk
weji-nsituita’timk.

**

¡Ay! Ningún monumento,
Ninguna literatura,
Ningún pergamino ni dibujo sobre lienzo
Conserva las maravillas de nuestro ayer.

Qué frustración para los educadores
en sus indagaciones.

Qué encuentren
Nombres de tierras,
Títulos de mares,
Ríos;
No los borren de la memoria.
Estos son nuestros monumentos.
Vistas asombrosas-
Cascadas en una montaña,
Ríos que fluyen rápido.
Estos son nuestros bocetos
Aprendidos de memoria.
Investigadores, hallarán nuestro arte
En los nombres y el paisaje,
Prometidos al indio
desde el principio del mundo.

❁❁❁

Poema 14

Kiknu na ula maqmikew
Ta’n asoqmisk wju’sn kmtnji’jl
Aq wastewik maqmikew
Aq tekik wju’sn.

Kesatm na telite’tm L’nueymk,
Paqlite’tm, mu kelninukw koqoey;
Aq ankamkik kloqoej
Wejkwakitmui’tij klusuaqn.
Nemitaq ekel na tepknuset tekik wsiskw
Elapekismatl wta’piml samqwan-iktuk.

Teli-ankamkuk
Nkutey nike’ kinu tepknuset
Wej-wskwijnuulti’kw,
Pawikuti’kw,
Tujiw keska’ykw, tujiw apaji-ne’ita’ykw
Kutey nike’ mu pessipketenukek
iapjiweyey.

Mimajuaqnminu siawiaq
Mi’soqo kikisu’a’ti’kw aq nestuo’lti’kw.
Na nuku’ kaqiaq.
Mu na nuku’eimukkw,
Pasik naqtimu’k
L’nu’ qamiksuti ta’n mu nepknukw.

**

Nuestro hogar es ese país
Las colinas barridas por el viento
La nieve en los campos.
El aire frío.

Me gusta pensar en nuestra vida originaria
Curiosa, libre;
Y mirar las estrellas
Que nos mandan mensajes glaciales.
Mis ojos ven la cara fría de la luna
Que vuelca su mirada sobre la bahía.

Parece que
Somos como la luna-
Nacidos,
Creciendo lentamente,
Después desvanecemos para reaparecer
En un círculo eterno.

Nuestras vidas continúan
Hasta estar viejos y sabios.
Y se acaban.
Ya no estamos,
Pero dejamos
Una herencia que nunca muere.

❁❁❁

Poema 19

Klusuaqnn mu nuku’ nuta’nukul
Tetpaqi-nsitasin.
Mimkwatasik koqoey wettaqne’wasik
L’nueyey iktuk ta’n keska’q
Mu a’tukwaqn eytnukw klusuaqney
panaknutk pewatmikewey
Ta’n teli-kjijituekip seyeimik

Espe’k L’nu’qamiksuti,
Kelo’tmuinamitt ajipjitasuti.
Apoqnmui kwilm nsituowey
Ewikasik ntinink,
Apoqnmui kaqma’si;
Pitoqsi aq melkiknay.

Mi’kmaw na ni’n;
Mukk skmatmu piluey koqoey wja’tuin.

**

Las palabras ya no requieren
Sentidos claros.
Cosas escondidas resultan de un legado perdido.
Ningún cuento oral revela nuestro deseo, nuestra hambre,
La libertad que hemos conocido.

Una herencia de honor
Sostiene nuestras esperanzas.
Ayúdame a buscar el sentido
Escrito en mi vida,
Ayúdame a ponerme de pie
Alta y poderosa.

Mi’kmaq soy;
No esperen nada más de mí.

❁❁❁

Wenmajita’si

Kiskuk eksitpu’kek alasutmay
Etawey kisi wi’kiken
Etawey kisi ankita’sin
Etawey kiijka’ mlkikno’ti
Ma’w kitu’-kinua’tekey aq kekina’muey
We’jitutoqsip mu i’muann
Ankite’imuloqop msit
Siaw-lukutikw nutqo’itioq
Kisa’tutoqsip na.

**

Siento tanta pena

Hoy, esta mañana recé
Pedí que me dejara escribir un poco más
Pedí que me dejara pensar
Pedí que me diera algo de fuerza
Todavía quiero mostrar, enseñar.
Verán cuando ya no estaré
Que pensé en todos ustedes
Continúen el trabajo, ustedes, los jóvenes
Lo pueden hacer.

PDF: Rita Joe poemas español/Mi’kmaq

LA TRADUCTORA

                         Sophie M. Lavoie es profesora asociada y directora del Departamento de Cultura & Estudios mediáticos de la Universidad de Nuevo Brunswick en Fredericton,Canadá, donde enseña clases de lengua, literatura, cine y cultura. Ha publicado artículos académicos sobre literatura centroamericana de mujeres, entre otros temas, en francés, inglés y en español en varias revistas. Fue cotraductora con Hugh Hazelton de El laberinto vertical de la poeta argentina Nela Rio hacia el inglés, tradujo el libro de poesía Nous sommes les reveurs de la poeta mi’kmaq Rita Joe hacia el francés y tiene por salir la traducción al francés de la autobiografía de Ma-Nee Chacaby, una indígena biespiritual cri e ojibwe.

 

Ruperta Bautista Vásquez: 6 poemas de Telar Luminario

Ruperta Bautista Vázquez es educadora popular, escritora, antropóloga, traductora, y actriz Maya Tsotsil. Nació en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Diplomada en Creación Literaria por la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM); Diplomada en Derechos y Cultura Indígenas CIESAS-Sureste; Antropóloga por la Universidad Autónoma de Chiapas; Maestra en Educación y Diversidad Cultural. Ha publicado Xojobal Jalob te’ (Telar Luminario) Pluralia Ediciones y CONACULTA, México D.F, 2013; Xchamel Ch’ul Balamil (Eclipse en la madre tierra) 2008, Primera edición. 2014, 2da edición; Ch’iel k’opojelal (Vivencias) 2003; y Palabra conjurada, cinco Voces cinco Cantos (Coautora) 1999. Algunos de sus escritos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, catalán y portugués.

6 poemas de Telar luminario

Esta breve selección de poemas viene del último libro de la poeta Tsotsil Ruperta Bautista Vázquez, Xojobal Jalob Te’/Telar luminario (2013). Es importante saber que esta colección continúa la trayectoria establecida por sus colecciones previas. En éstas la humanidad lucha para sobrevivir en un mundo que todos los días es consumido por la violencia y desesperanza. Como tal, Xojobal Jalob Te’ se aprovecha de la tradición mayense de los libros proféticos para intervenir en esta historia, tanto dentro de la obra de la poeta como en el mundo actual. Como sugiere el nombre, el volumen intenta ser, de igual forma que el libro maya k’iche’ el Popol wuj, un instrumento para entender el mundo. Estos poemas en particular, “Relámpago,” “Sustancia,” “Elipsis,” “Labriegos,” “Herederos de la lluvia,” y “Ofrenda milenaria,” hacen hincapié en la relación que el ser humano y, sobre todo, las comunidades mayas tienen con la naturaleza. En particular se nota la revitalización de prácticas milenarias que sirven para sostener al ser humano, y que la hacen recordar que la relación que tiene con la naturaleza es recíproca, que lo que la da se lo devuelve. Esperamos que estos poemas le gusten, y que le sirvan para iluminar la época contemporánea (Paul Worley).

 

 

 

PDF: 6 poemas de Telar Luminario

Más poemas de Ruperta Bautista

Visite: Cuatro Poemas de Ruperta Bautista en LALT

Sobre el traductor:

Paul M. Worley es profesor asociado de Literatura Mundial en Western Carolina University. Es autor de Telling and Being Told: Storytelling and Cultural Control in Contemporary Yucatec Maya Literatures (2013; las historias orales grabadas en este proyecto están disponibles en tsikbalichmaya.org) y con Rita M. Palacios es coautor del próximo libro Unwriting Maya Literature: Ts’íib as Recorded Knowledge (2019). Es becario Fulbright y ganador del premio Sturgis Leavitt del Southeastern Council on Latin American Studies. Además de su obra académica, Worley ha traducido obras selectas de autores indígenas como Hubert Malina, Adriana López y Ruperta Bautista, como editor para México de la revista de literatura global en traduccion al ingles, Asymptote, y como editor de poesía para North Dakota Quarterly.

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