Un amanecer americano. Joy Harjo

An American Sunrise © Joy Harjo. W.W Norton & Company, 2018 

Un amanecer americano © Traducción de Andrea Echeverría, 2023

Introducción y selección © Juan G. Sánchez Martínez

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En An American Sunrise (“Un amanecer americano”) Joy Harjo incluye entre poemas una serie de interludios históricos y familiares que hacen referencia a la década de 1830 y la Ley de Expulsión (Removal Act). Es el momento de los desplazamientos forzados de las comunidades ancestrales del suroriente de los Estados Unidos, como los mvskoke, choctaw, chickasaw, y cheroqui. En estos interludios aprendemos que el tatarabuelo de Harjo, Monahwee (Menawa), fue uno de los caciques de los Bastones Rojos (“Red Stick Chiefs”), quien vivía en la rivera del río Tallapoosa, muy cerca de la frontera entre lo que hoy llamamos Alabama y Georgia, y quien después de liderar la guerra contra el General Andrew Jackson, tuvo que emigrar con su familia con el destacamento 3, atravesar el gran río Mississippi, y reestablecer su vida en lo que se llama hoy Oklahoma. Escoltados por el ejército como si fueran criminales, miles de personas indígenas perdieron su vida en las diversas rutas de esta migración forzada. Harjo cuenta: “They left about noon on September 17, 1836.” (46). La hora exacta recrea la tristeza del instante. 

Y sin embargo, este desplazamiento no desdibuja la conexión con el territorio ancestral; al contrario, estos poemas re-territorializan la memoria. Las brasas ceremoniales, por ejemplo, tuvieron que ser cargadas por meses hasta el territorio donde las comunidades desplazadas habrían de asentarse. Por eso, en poemas como “For Earth’s Grandsons” (“Para los nietos de la tierra”) y “Road” (“Camino”), el camino no es solamente el del exilio, sino el de la esperanza de las abuelas y los abuelos que no permitieron que ese fuego se apagara ni que las canciones de origen se extinguieran. En palabras de Harjo: “Nuestro conocimiento se basa en las historias de origen de la tierra, la genealogía y los antepasados. Si conoces las ramas del árbol de la relación entre los clanes tribales y los miembros de la familia, entonces sabes quién eres, dijo la pantera a sus cachorros”. (“Our knowledge is based on the origin stories of land, genealogy and ancestors. If you know the branches of the tree of relationship between tribal clans and family members, then you know who you are, said the panther to its cubs.”) (2021, 55) Como en este consejo de la pantera a sus cachorros, “el amanecer americano” se anuncia en la certeza de que somos la tierra y nuestras genealogías. En este amanecer, Abiayala/América literalmente es un solo cuerpo. La poesía de Harjo es, en este sentido, un mapa para la memoria, un puente para recordar con el territorio.

BENDICE ESTA TIERRA

Bendice esta tierra desde la parte superior de su cabeza hasta la parte inferior de sus pies.

De la vieja cabeza blanca del ártico a los pies marrones de la lluvia tropical

Bendice los ojos de esta tierra, porque son testigos de la crueldad y la bondad en esta tierra.

Desde la luz del amanecer en posición vertical hasta caer de rodillas en la noche

Bendice los oídos de esta tierra, porque oyen los lamentos  de dolor y los gritos de celebración en esta tierra.

Una vez no escuchamos ningún disparo en estas tierras; los árboles y las piedras se podían escuchar cantando

Bendice la boca, los labios y el discurso de esta tierra, porque la tierra es una oradora, una cantora, una guardiana de todo lo que sucede aquí, en esta tierra.

Bosques luminosos, océanos y acantilados rocosos vendidos por la basura ávara del oro, del uranio o la fiebre del petróleo, pero hay nuevas historias por hacer, pequeñas historias que se avecinan por el horizonte.

Bendice los brazos y las manos de esta tierra, porque ellos rehacen y restauran la belleza en esta tierra

El canto nos mantuvo en el círculo alrededor de estas tierras, y los que conocen nos recordaron que ninguno está por encima del otro, ningún ser humano por encima del pájaro, ningún pájaro por encima del insecto, ningún viento por encima de la hierba.

Bendice el corazón de esta tierra de rodillas sembrando alimento bajo el círculo eterno del respirar, nadar y caminar en esta tierra

El corazón es un creador de poesía. Hay un solo corazón, dijo el creador de poesía, un solo cuerpo y todos los poemas forman un solo poema y no usamos palabras para hacer la guerra en esta tierra.

Bendice el laberinto de las entrañas  de esta tierra, porque es el centro del misterio en esta tierra.

Bendice la feminidad y la masculinidad de esta tierra, porque cada uno tiene el poder fluido de convertirse en esta tierra.

Cuando se decidió estar de esta manera aquí en este lugar, en esta tierra, todos los pájaros hicieron un alboroto de plumas desde los dominios del cielo índigo.

Bendice las dos piernas y los dos pies de esta tierra, porque lo sagrado siempre camina junto a lo profano en esta tierra

Estas palabras recorren la columna vertebral de esta tierra, masajeando el tejido alrededor del cordón de la vida, que es el árbol de la vida, sobre el cual se levanta esta tierra.

Bendice la destrucción de esta tierra, porque brotarán nuevos retoños del fuego, de las inundaciones, de los terremotos y de los fuertes vientos para renovar esta tierra.

Somos tierra sobre el caparazón de la tortuga—cuando el peso de la codicia nos derriba, ¿quién recordará el canto erguido de esta tierra?

Bendice la creación de tierra nueva, porque del caos nos veremos obligados a recordar bendecir esta tierra.

El más pequeño recordado, el más humilde, aquel cuya voz tendrías que esforzarte mil años para escuchar–allí comenzaremos.

Bendícenos, estas tierras, dijo el que recordaba. Estas tierras no son nuestras tierras. Estas tierras no son tus tierras. Nosotros somos esta tierra.

Y la bendición comenzó un armonioso movimiento a través de la hierba del tiempo, desde el principio, hasta el lugar del tiempo que da vueltas, siempre moviéndose, siempre

“Prólogo”

El 28 de mayo de 1830, el presidente Andrew Jackson ilegalmente firmó la Ley de Expulsión de Indios para desplazar forzadamente de sus territorios ancestrales hacia el Oeste a los pueblos nativos del sureste. Fuimos acorralados con lo que pudimos llevar. Nos vimos obligados a dejar atrás casas, imprentas, tiendas, ganado, escuelas, pianos, terrenos ceremoniales, pueblos tribales, iglesias. Fuimos testigos de los inmigrantes entrando a nuestras casas con sus armas, Biblias, enseres domésticos y familiares, tomando lo que había sido nuestro, mientras éramos rodeados por soldados y ahuyentados como ganado a punta de pistola.

Hubo muchos caminos de lágrimas de naciones tribales por todo América del Norte, de los pueblos indígenas que fueron  expulsados de sus lugares de origen por las autoridades gubernamentales.

Los pueblos indígenas que se abren paso desde el hemisferio sur son una continuación del Camino de Lágrimas.

Que todos encontremos el camino a casa.

INDICACIONES HACIA TÍ

     Rainy Dawn Ortiz

     Síguelas, detente, date la vuelta.

     Ve por el otro lado.

     Izquierda, derecha,

     Mío, tuyo.

     Nos perdimos,

     Inestables.

     Respira profundo,

     Reza.

     No siempre estarás perdida.

     Estás aquí,

     En tu tiempo,

     En tu lugar.

     1. Norte

     Estrella, guíanos mientras miramos hacia arriba

     Al blanco más brillante

     Esperando que te lleve a dónde quieres ir,

     Esperando que sepa dónde debes estar.

     Encontramos nuestra paz aquí en tu blancura,

     Reunimos nuestras fuerzas, nuestro aliento, y aprendemos a ser.

     2. Este

     Sale el sol,

     Rojo,

     El calor matutino en nuestro rostro incluso en la mañana más fría.

     El sol crea vida,

     Energía,

     Alimento.

     Reúne fuerza, jálala hacia adentro

     Quédate justo donde estás.

     3. Sur

     La mariposa revolotea

     Esparce su belleza amarilla.

     Hemos llegado a este momento en el tiempo

     Paso a paso,

     No siempre escuchamos las indicaciones,

     Dejamos que la corriente nos lleve,

     Nos empuje,

     Nos fuerce a lo largo del camino.

     Tropezamos,

     Nos levantamos y seguimos moviéndonos.

     4. Oeste

     Trae puestas de sol, 

     Oscuridad,

     Trae negro.

     Encontramos la soledad,

     Es hora de tomar aire y

     Rezar.

     Incluso en la oscuridad 

     Puedes ser encontrada.

     Pide ayuda aunque sea en un susurro

     O un quejido,

     Serás escuchada.

     Para encontrar,

     Para ser encontrada,

     Para ser entendida,

     Para ser vista,

     Oída, sentida.

     Tú eres,

     Aliento.

     Tú eres,

     Memoria.

     Tú eres

     Tacto.

     Tú estás

     Aquí mismo.

En 1990 se reunió un congreso de pueblos indígenas en las afueras de Quito, Ecuador, a propósito del Quinto Centenario, una celebración de las poblaciones inmigrantes por la llegada de Cristóbal Colón al hemisferio occidental, en su expedición financiada para encontrar una ruta comercial a la India. Pueblos nativos vinieron de todas las Américas y se reunieron para discutir los cambios destructivos y monumentales desde la llegada de este explorador europeo. Nos reunimos para obtener entendimiento y fuerza y ​​reflexionar sobre cómo continuaremos avanzando más allá de la destrucción masiva y la falta de respeto hacia la mente, el cuerpo y el espíritu de la tierra, y para continuar nuestra soberanía como Naciones nativas.

En el círculo de mujeres, una llamativa mujer indígena boliviana con un bombín en la cabeza se puso de pie. Ella nos dio la bienvenida y señaló que estaba sorprendida por todos los nativos que asistieron desde los Estados Unidos.

“Pensamos que John Wayne los había matado a todos”.

(Esto no era una broma.)

“¿Y por qué”, preguntó, “ustedes se llaman a sí mismos América? Este hemisferio es un cuerpo, una persona. Ella es América”.

Hasta la aprobación de la Ley de Libertad Religiosa de los Indios en 1978, era ilegal que los ciudadanos nativos practicáramos nuestras culturas. Esto incluía la creación y el intercambio de canciones e historias. Las canciones y las historias en una cultura son poesía y prosa en otra. Son intrínsecas a la soberanía cultural. Escribir o crear como una persona Nativa era esencialmente ilegal.

———

Hay un mapa, una serie de mapas que están aquí/allá y siempre han estado aquí/allá. Son transparentes y están en capas, uno encima del otro. Una generación tras otra, las líneas de conexión están implacablemente tejiéndose, modelándose rítmicamente, míticamente e históricamente a través de imágenes, sonidos y sentidos. Cada mapa es un ser con una boca y una cola, incluso si es un campo de océano o hierba. Están haciendo espirales de  memoria; la memoria siempre está en movimiento.

Mi madre era compositora y cantante. Ella es los versos de William Blake: “Corderito, ¿quién te hizo / ¿Sabes quién te hizo?”, y lo de Alfred Lord Tennyson. Ella es las canciones tradicionales Cherokee cantadas en el funeral de su tía. Ella es “Burning Ring of Fire” huyendo al pueblo de Independence (Kansas) a los dieciséis años. Ella es “Crazy”, cantada por Patsy Cline, en una vigilia de angustia. Esa era mi madre, cantando, todos esos años. Los regalos de mi madre fueron pisoteados por su necesidad económica y encierro emocional.

Mi padre era danzante, un guardián del ritmo. Sus antepasados ​​fueron oradores, pintores, jefes tribales, bailarines y predicadores. Su madre era saxofonista y pintora en territorio indio antes de la existencia del estado de Oklahoma. Toda su vida relativamente corta buscó una visión o una canción para contrarrestar el dolor de la historia.

Los ríos son los viejos caminos, como lo son los cantos, para recorrer la memoria.

Emergí de la historia, empapada de las aguas de la memoria.

CANTANDO TODO

      Una vez hubo canciones para todo,

      Canciones para plantar, para cultivar, para cosechar,

      Para comer, emborracharse, dormirse,

      Para el amanecer, el nacimiento, los descansos mentales y la guerra.

      Para la muerte (esas son las canciones más pesadas y

      Tienen que ser arrancadas de la tierra con paladas de dolor).

      Ahora todo lo que escuchamos son canciones de enamoramiento y

      De desmoronamiento después de enamorarse.

      La tierra se está inclinando hacia un lado

      Y una canción está surgiendo de las inundaciones

      Y los fuegos. Brotes urgentes se elevan hacia el sol.

      Debes ser amigo del silencio para escuchar.

      Las canciones de los guardianes del silencio son las más poderosas—

      Son las más extraordinarias.

PARA LOS NIETOS DE LA TIERRA

      Párate firme, no importa tu altura, qué tan oscura sea tu piel

      Tu espíritu tiene todos los colores dentro

      Estás hecho de un tejido de luz finísimo

      Del amor iridiscente que formó a tus madres, padres

      Tus abuelos regresan por el camino en espiral—

      No hay final para este amor

      Ha formado sus cuerpos

      Alimenta sus espíritus brillantes

      Y no importa lo que suceda en estos tiempos de ruptura—

     No importan los dictadores, los despiadados y los mentirosos

      No importa, tú naciste de aquellos

      Quienes mantuvieron las brasas ceremoniales ardiendo en sus manos

      A lo largo de millas de implacable exilio 

      Los que cantaron el camino a través de la masacre

     Todo el camino hasta el amanecer

     Tú lo lograrás—

CAMINO

      Nos paramos primero en nuestras mentes, y luego caminamos balanceándonos

      De la mano al mueble

      Pronto nos estamos alejando de la casa y de las tierras

      De nuestros dioses creadores ancestrales 

      A los círculos de amigos, de la escuela, del trabajo

      Haciendo familias y mundos propios.

      Hacemos nuestro camino a través de la tormenta y el sol

      Caminamos uno al lado del otro o uno contra el otro

      El último camino se tomará solo—

      Puede haber multitudes pidiendo sangre

      O una ventana con cortinas junto a la cama del que parte

      Lo mejor es no tener miedo

      Pon atención

      Al próximo camino que aparezca

      Puede estar a través de una familia de árboles, un desierto o

      Sobre las onduladas olas del mar

      Es el camino antiguo que el alma conoce

      Siempre lo recordamos cuando lo vemos

      Nos llama al nacer

      Nos lleva a casa

El Sureste estaba cubierto de ciudades y comunidades de constructores de montículos del Periodo Mississippi, quienes estuvieron allí un siglo antes de la llegada de los españoles al Sureste. El Sureste aún está cubierto con restos de montículos. Incluso hay montículos en el campus de Knoxville de la Universidad de Tennessee. Estos montículos pueden ser aplanados con odio, palas o tractores, pero aparecerán en cualquier mapa geofísico energético. Continúan existiendo en la memoria, en los mapas de la memoria.

      Se dice que Monahwee obtuvo su nombre de guerrero Hopothepoya (Loco Cazador de Guerra) por robar caballos en Knoxville. Knoxville estaba en el territorio tradicional de los Mvskoke, por lo tanto, los caballos técnicamente no fueron robados. Estaban en tierras robadas.

      Cuando regresé a estos lugares ancestrales anduve por viejos caminos. Uno de los senderos más transitados forma parte de la autopista Interestatal 40.

LOS PIES DE MI HOMBRE

     Son raíces heroicas

     No puedes confundirlos

     Con cualquier otro caminante de seis pies

     Podría encontrarlos en un mar de pies

     Un planeta o un universo de pies

     Patearon el cielo al nacer

     En ese pueblo que su bisabuelo encontró

     Los pies de mi hombre dejaron la infancia

     Más allá de la arena mineral dejada por un cambio de aceite

     Hasta estas tierras atómicas en dirección al este

     Sus pies están hechos de la preocupación espiritual de su madre

     Y de su padre: histórico, y conscientemente recto

     Qué caminantes—

     De los pasos de constructor de montículos que condujeron al creador del cielo

     Pasando por dos ​​galeones españoles, viejos carruajes de frontera y serpenteantes ferrocarriles

     Una generación tras otra

     Ningunos otros pies excepto estos podrían aguantar

     El leal oso testarudo como roca

     Inteligencia imponente y levantador de niños 

     Ese es aquel que es dueño de estos pies

     Qué ancla proporcionan sus pies

     Por su inigualable

     Inmensidad y habilidad de levantarse de nuevo

    He bailado detrás de este hombre en la danza circular de zapateos

     Nuestros pies latiendo al ritmo juntos

    Poncho de hombre, mujer, niño, niña, sol y luna.

     . . .

     Los pies de mi hombre son los pasos seguros de un padre

     Cuidando de sus hijos, sus hijas

     Porque cuando ríe abre todas las puertas de nuestro corazón

     Incluso cuando se olvida de cerrarlas cuando se va

     Y cuando se aflige por los que ama

     Él esculpe valles que pueden contener las lágrimas de todos

     Con sus pies, estos pies

     Los hermosos pies morenos, siempre firmes y humildes de mi hombre.

QUE NO HAYA REMORDIMIENTOS

     para Bears Ears National Monument

     No estamos perdiendo los abedules, los abedules nos están perdiendo.

     —WAYNE “MINOGIIZHIG” VALLIERE

     Las canciones y las historias que nos formaron están inquietas

     y necesitan un lugar para vivir en el mundo de nuestros nietos.

     Están cansadas ​​de esperar.

     La tierra sigue soñando sus sueños terrestres

     Aunque pensamientos desesperados alimentados por el hambre de dinero vagan por nuestras mentes.

     Para los destructores, la Tierra no es una persona.

     Querrán más hasta que no haya más que robar.

     La Tierra quien no conoce el tiempo es paciente.

     Los destructores se destruirán a sí mismos.

   Cuántos espíritus de la tierra cuidan de este lugar. Emergen de

              las paredes del acantilado.

     Emergen de las olas de las aguas.

     Nuestros antepasados ​​no son solo antepasados ​​humanos.

     ¿Qué ves cuando vuelas a la cima del árbol ancestral?

     Que no haya remordimientos, ni tristeza, ni ira, ni actos que

              perturben a estas tierras.

MÁS ALLÁ  

     Más allá del amanecer, hay una canción que seguimos

     Más allá de las nubes viajando con lluvia jorobada

     En sus espaldas, relámpagos en sus puños

     Más allá del horizonte azul donde nuestros antepasados

     Aparecen portando regalos, envueltos en mantas tejidas

     Con sol y hebras de tiempo escarlata

     Más allá de los senderos que caminamos todos los días

     Del amanecer a la cocina, al trabajo, al jardín, al juego

     A la puesta del sol, a la oscuridad, y de vuelta

     Más allá de donde duerme el bebé, su aliento

     Una ligera niebla de felicidad haciendo

     Un delicado arco iris que se vuelve sabio a nuestro alrededor

     Más allá de los niños aprendiendo alfabetos

     Y números, inclinados sobre sus palos y muñecos

     Mientras juegan a la guerra y a la familia, crecen caminos humanos

     Más allá de las abuelas y los abuelos

     sus madres y padres, y en la médula de sus huesos

     Hasta cuando esa canción fue cantada por primera vez seguimos viajando

     Más allá del atardecer, ¿puedes oírlo?

     El sacudir de las conchas, el ritmo de los pies, los cantores

     Cantando, todos nosotros, todos a la vez?

     En la canción del más allá, cuán profundos somos—

     Mvto, mvto, mvto, mvto.

    Gracias, gracias, gracias, gracias.

Más sobre Joy Harjo

Sobre la traductora 

Andrea Echeverría Langsdorf es profesora asociada en Wake Forest University y obtuvo su título doctoral en Literatura Latinoamericana y Estudios Culturales en Georgetown University. Es autora de Yeyipun en la ciudad. Representación ritual y memoria en la poesía mapuche (Editorial Universidad de Guadalajara, 2021) y El despertar de los awquis: migración y utopía en la poesía de Boris Espezúa y Gloria Mendoza (Paracaídas Editores & UNMSM, 2016), así como de varios artículos de investigación publicados en revistas que incluyen Latin American and Caribbean Ethnic Studies, Latin American Research Review y la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos. Actualmente escribe un libro que estudia el arte visual mapuche.


An American Sunrise © Joy Harjo

Un amanecer americano © Andrea Echeverría ~ Siwar Mayu, Mayo 2023

Introducción y selección © Juan G. Sánchez Martínez


Mujer semilla, creación y resistencia en el territorio Camëntsá

Entrevista a la artista Eliana María Muchachasoy Chindoy

Entrevista © Paula Maldonado

Conocí a Eliana Muchachasoy en un viaje al alto Putumayo. Subiendo la calle empinada que lleva al cabildo indígena y siguiendo el camino que trazaba un grafitti de una abuela y un chumbe camëntsá. La encontré, más por suerte que por casualidad, en la plaza central del Valle del Sibundoy, parada justo en frente de una hermosa casa esquinera toda recubierta con plantas, animales y retratos con pintas coloridas. Me pareció que ella surgía de la pintura, y en efecto, pues luego supe que se trataba de Benach, la galería que ella fundó, junto con Alberto Velazco, para dar a conocer su trabajo como artista, convocar los demás proyectos artísticos y culturales de su comunidad y abrir espacios pedagógicos y de intercambio con los niños y jóvenes del valle. Para Eliana todo esto hace parte de un mismo esfuerzo por fortalecer la identidad de su pueblo , Camentsá sanar y proteger el territorio. De ahí que un tema recurrente en su trabajo sea el universo femenino, el cual se ha fortalecido a lo largo de los años con las experiencias vividas con sus abuelas, el tejido, la siembra, y la medicina tradicional. Los invito a leer a continuación un poco sobre su experiencia como mujer camentsá, artista y gestora cultural.  

Eliana Muchachasoy ha participado en múltiples exposiciones colectivas e individuales en lugares como México, Ecuador y Estados Unidos, dando a conocer su propuesta a lo largo del territorio de Abya Yala, y fue invitada en el año 2018 a una residencia artística en Brisbane, Australia.   

Tejiendo buen pensamiento © Eliana Muchachasoy.  Acrílico sobre lienzo. 100 cm x 70 cm. 2017

Paula: Te propongo iniciar con un recuerdo de tu infancia que consideres significativo para tu experiencia como artista…

Eliana: De niña tengo mis recuerdos en la casa donde crecí en compañía de mi mamá y mi abuela, las dos son tejedoras y en el telar conocí algunas historias de mi comunidad, así mismo la magia de los colores entre hilos. Cuando mi abuela me empezó a enseñar a tejer me explicó de muchas formas, pero era algo complicado entender la secuencia de las líneas para formar figuras, hasta tal punto que abandoné el trabajo en el telar. No estoy segura cuánto tiempo estuvo así como lo dejé, creo que pasaron varios meses antes de querer volver a intentarlo, mi sorpresa fue que me volvieron a entregar lo que había iniciado, porque ahí estaba el proceso del aprendizaje, tenía que terminar lo que un día inicié. Por otro lado, mi mamá, madre comunitaria hasta el día de hoy, me entregaba colores y temperas en varias ocasiones para compartir con otros niños que estaban a su cuidado, en cartón o cartulina pintábamos imaginando historias que construíamos en conjunto, así mismo cuando asistía a reuniones de su trabajo siempre llevaba un cuaderno y colores para que pintara lo que se me ocurriera en el transcurso de sus reuniones. Recuerdo algunos trazos y también las voces de sus compañeras diciendo que todo lo estaba haciendo muy bien. 

Sin título © Eliana Muchachasoy.  Técnica mixta. 100 cm x 70 cm. 2014

PM: Luego de terminar la carrera de artes plásticas en la sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia, vuelves a tu comunidad ¿Cómo fue ese retorno al origen y que importancia tiene en tu trabajo actual? 

EM: Cuando terminé la universidad había pausado la pintura porque me sentía un poco frustrada en la academia con esta área, no me iba muy bien en la materia de pintura. Retorné a mi comunidad con varias expectativas y me vinculé en un proyecto de fotografía para ayudar a contar un poco la historia de la comunidad. Después de un año en mi territorio tuve la oportunidad de ingresar al magisterio, allí fui docente de educación artística por más de tres años en un colegio público en La Hormiga Putumayo; fue una experiencia de mucho aprendizaje, pero llegó el momento en donde necesitaba cambiar de trabajo, no sentía una vocación completa hacia la docencia; es así como decido renunciar y volver a mi comunidad sin tener claro con qué camino o proyecto iba a continuar. 

… En esta etapa, mientras pensaba o planeaba que hacer con mi vida volví al tejido, realicé varias mochilas y entre los hilos de colores llegaban a mi memoria algunas de las historias de la abuela. Fue precisamente en esos días que encontré unos oleos y un lienzo pequeño que había traído años atrás al terminar la universidad. La pregunta y la respuesta al mismo tiempo fue ¿por qué no volverlo a intentar? En realidad sentí la llegada de una señal, un mensaje del color, pero más que eso un regalo que me estaba dando el territorio. Retomar la pintura fue volver a vivir, fue como avivar el espíritu del color que estaba sembrado en mí, encontrar un sentido en mi camino, entender que ese era el plan de vida que quería emprender, desde aquel momento no he abandonado los colores.

Fuego/Fuerza espiritual © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 100 cm x 100 cm. 2022
“Cuando desde las cenizas despierta la memoria, nos recuerda que nuestras raíces están sembradas para fortalecer nuestro espíritu y continuar el tejido de la vida” .
Eliana Muchachasoy

PM: ¿Hay algún ritual o actividad que preceda la realización de tus pinturas?

EM: Las plantas medicinales han estado presentes en mi familia y en mi comunidad, en el espacio donde pinto he aprendido a ofrendar cada vez que voy plasmar algo en el lienzo, me gusta encender el fuego en una vela, aplicar esencias de plantas naturales en el entorno y en mis manos, agradecer a todos los espíritus de los mayores, al territorio, a los elementales y al universo por tener una vez mas la oportunidad de fluir a través del color; pintar es en sí mismo un ritual que me permite ver la magia del color, es así como me siento en armonía con el espacio y con lo que estoy haciendo. 

Medicinita © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo.125 cm x 115 cm. 2021

PM: ¿De qué maneras se vincula tu obra pictórica con la medicina tradicional de tu comunidad?

EM: Siento que mi obra está influida por el territorio, la comunidad, la medicina, las abuelas, los abuelos, las plantas, sus animales, sus aves, sus danzas, sus historias y cantos que han venido construyendo mi memoria y llegan en diferentes momentos de la realización de una obra. He realizado algunas obras en las Malokas donde se comparte la medicina o yagé y he podido ver como la gente se siente conectada con la imagen, algunos dicen que han tenido visiones similares, otros sienten la magia en la obra y se sueñan en ella.

Llévame © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta sobre lienzo. 100cm x 100cm. 2021

PM: ¿Qué tan presente ha estado el tema del autorretrato en tu trabajo pictórico? 

EM: En dos ocasiones realicé un autorretrato, pero sentí que era muy complejo pintarse fielmente, a veces me tomo fotos con algunos gestos que quisiera plasmar y elijo algunas de referente.

PM: Me parece muy significativo que tú misma seas el referente de algunas de tus pinturas, mas allá del hecho de que haya una reproducción fiel o realista. ¿Qué tan vinculados están los temas de tus obras con tu vida? 

EM: En una obra de arte muchas veces preguntan por la firma del autor, aunque realmente la firma está en todas y cada una de las pinceladas plasmadas en el lienzo; así me siento muchas veces cuando estoy pintando, es como estar escribiendo o contando una historia, siento que entrego y pongo a disposición todo mi ser en este ritual, por lo tanto me auto represento no necesariamente con la fidelidad de la imagen de mi retrato sino con mi esencia y mi sentir. A veces me siento en gamas azules o verdes que vibran con los colores vivos o fluorescentes danzando en ese espacio onírico que voy creando.

PM: ¿Consideras que tu pintura ha sido parte de un proceso de sanación personal?

EM: La pintura me ha permitido llegar a otros mundos, sentirme libre, ser feliz, recordar, soñar, hacer homenajes a diferentes espíritus de plantas, abuelas, elementales, y cada obra me ha permitido sanar, equilibrar mi mundo. Sentirme satisfecha de mis creaciones ha sido maravillo, me trae mucha alegría ser una mensajera con mis obras. Realmente siento que el arte en todas sus formas siempre trae una misión sanadora, nos permite tejer el bonito pensamiento y el sentir del corazón.

De la serie Mujer y medicina  © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 130 cm x 180 cm. 2021

PM: El colibrí es un animal que aparece en gran cantidad de tus pinturas, ¿puedes contarnos algo de este animal y de la importancia que tiene para ti? 

EM: La presencia del colibrí es abundante en mi territorio, a diario llegan alrededor del taller donde pinto, sus colores son muy atractivos. Alrededor del colibrí hay diferentes historias y augurios, su visita trae mensajes, los abuelos dicen que son los grandes mensajeros porque se pueden comunicar con los seres que ya no habitan en este planeta, es por eso que me gusta mucho tenerlos presentes en mi obra. 

Serie Botaman juabn – Pensar bonito © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 2019

EM: Hay una serie de obras llamada Botaman juabn, “pensar bonito”, dedicada a los colibrís. Los llautos o coronas tejidas de colores representan los colores de la naturaleza, de nuestro contacto con la medicina y la madre tierra, el pensamiento tejido entre colores. El colibrí es el mensajero de nuestros ancestros y el caminar de nuestros mayores queda tejido en cada territorio, depende de nosotros continuar con este tejido de vida. Pensar bonito dicen los abuelos, pues estamos escribiendo nuestra propia historia en este universo.

Corent Shnan Uashbojnëshá – La ortiga es medicinal © Eliana Muchachasoy.
Acrílico sobre lienzo. 87 cm x 109 cm. 2019
“La Ortiga es una planta sanadora, para enseñar y aprender. Es usada para sanar el cuerpo, aliviar los nervios, mejorar la circulación, hace parte de algunas celebraciones como el Atun Puncha en la comunidad Inga. En el proceso de transmisión de valores en las comunidades indígenas esta planta ha estado presente, en el momento de corregir a una persona, es usada como una planta de autoridad”.
Eliana Muchachasoy

PM: ¿Puedes hablarnos un poco de las plantas medicinales que aparecen en tus pinturas? 

EM: Las plantas medicinales que he pintado han tenido una relación cercana a mí, algunas han estado siempre en la chagra, en los caminos del territorio, en el compartir con abuelas y abuelos sabedores, en la necesidad de alguna curación. He pintado plantas medicinales como lianas de yagé, borracheros o plantas protectoras, caléndula, sauco, ortiga, manzanilla, calambombo, frailejones, entre otros. Así mismo las plantas más conocidas en nuestras chagras como el maíz, papa cuna, tumaqueño, cidrayota, coles. Para la realización de algunas obras he usado hojas de las anteriores señaladas como plantillas obteniendo algunas formas y texturas diferentes.

Shembasà uabuatma tŜabe Ŝnanëng. Mujer conocedora de las plantas medicinales
© Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 200 cm x 250 cm. 2018
“Mujer vida, mujer sanación, poder femenino,
abuelita sabia que sembraste tu conocimiento
con la esperanza de que florezca en las nuevas generaciones.
Hoy tus semillas se tejen en nuestra madre tierra.“
Eliana Muchachasoy

PM: Hay varios símbolos en tus pinturas, ¿puedes contarnos un poco de ellos? 

EM: Algunos símbolos que aparecen en las pinturas surgen de las figuras que se plasman en el telar, como el rombo, que es para nosotros el origen de la vida. El sol, por ejemplo, está representado a través del rombo y sus líneas en la obra “Flores-seremos”, donde pinto sobre cómo nuestros territorios volverán a florecer, porque somos raíces. El pensamiento que sembraron nuestros abuelos en cada planta, en cada alimento, en cada cambio de luna no ha perdido sus raíces, las nuevas generaciones tenemos que permitir que vuelvan a nacer en el Territorio Tamabioy. Así mismo, esta figura aparece en el cuadro “Bëtsësangbe benach”, El camino de mis abuelos, la cual habla de que los territorios son el fruto de las luchas de nuestros mayores, y cuidarlos, protegerlos y conocerlos es nuestro deber. El fruto del futuro tiene la raíz del pasado. Nuestras chagras mantienen la memoria viva del trabajo de nuestros abuelos y abuelas.

Últimamente he estado trabajando algo de muralismo y me gusta mucho plasmar simbología a través de plantillas, es una forma de mostrar en este contexto parte del tejido que plasman nuestros artesanos y artesanas en la comunidad.

PM: La chagra es un tema frecuente en tu obra, ¿puedes contarnos del camino de aprendizaje que se encuentra allí?

EM: La chagra o Jajañ es el espacio donde se siembran los alimentos y las plantas medicinales, es la conexión con la madre tierra, el espacio del compartir, de escuchar las voces de las aves y el espíritu de las plantas. Es el lugar de aprendizaje y transmisión de los conocimientos. En este espacio aprendí a sentir las texturas de las plantas, a ver el milagro constante de la vida que nos brinda la madre tierra, a contemplar amaneceres y atardeceres observando como mi abuela explicaba las horas del día de acuerdo a la ubicación del sol, y la siembra de las plantas de acuerdo a las vueltas de la luna. 

EM: Hice una obra titulada “Mujer maíz”. Desde el origen de los tiempos han pervivido mujer & maíz, ambas semillas de vida que cíclicamente se tejen al ritmo lunar. En el vientre del tiempo la semilla del maíz alimentó el espíritu del pueblo indio; la mano de la mujer transformó la semilla sagrada, gracias a ella el maíz se come, se muele, se bebe, se ríe, se canta, se teje, el maíz se sueña. Mujer-maíz, mujer semilla, mujer luna, mujer-madre-hija-abuela, mujer que siembra y enseña a sembrar, mujer que teje su cultura ancestral en el arte diario de vivir, mujer maíz.

Mujer Maíz © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 84 cm x 48 cm. 2019

PM: Hay ciertos elementos de la naturaleza en tu obra asociados a los ciclos de la mujer,  ¿puedes hablarnos de la presencia de estos ciclos en tus cuadros?  

EM: En mi obra me refiero constantemente a la mujer como semilla, pues en la poética de la naturaleza, la mujer es portadora de vida, es semilla que a su vez germina y hace crecer la vida en sí misma, es la manera como conocemos la luz, a través de la gestación, y en el arte, el simbolismo de la muerte y la vida son fuerzas constantes en las cuales los artistas debemos movernos, debemos crear nuevos mundos, nuevas miradas, y es en este aspecto donde la mirada del artista se vuelve relevante. El artista debe mirar, observar, ver, y es en la naturaleza donde encontramos los motivos justos para revelarnos, en su observación, detenida, detallada, ahí están las preguntas y las respuestas que desde tiempos inmemorables nos acompañan, y que quizás el arte nos ayude a comprenderlas, a sentirlas, a interpretarlas.

EM: La mujer indígena Camëntŝá, la cual se representa a través de diferentes escenarios donde es protagonista de la cultura viva de su pueblo, es la que se teje con otras mujeres, celebran la vida, unen sus pasos en un solo caminar, siembran, y de esta manera van tejiendo ancestralmente a través del pensamiento y la palabra el territorio indígena Camëntŝá. Las abuelas tejedoras del camino, las mujeres que labran la tierra día tras día acompañadas de la orientación de la Luna y el sol, las abuelas que han pervivido y mantenido sus costumbres pese a un proceso de colonización, las mujeres luchadoras por la vida y el territorio son las mujeres que habitan en mi espacio colorido. Es quizás esta la razón por la cual la mujer es la protagonista de mi obra, la mujer como territorio, lo femenino como lo sagrado y lo humano, la madre tierra como un sentir, como un sueño, como una lucha y una esperanza a la vez. Mujer y territorio en unidad.

Botaman Juabn Juashentsam, Sembrar buen pensamiento © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 148cm x 52cm. 2018

EM: Todos somos tejido, en cada momento tejemos pensamiento, tejemos palabra, somos un solo universo. Mi abuela, la mujer que tejió su bonito pensamiento y palabra en mi corazón, la mujer que me mostró la magia de los colores a través de los hilos en el telar, el milagro de la vida constante en su chagra, espacios oníricos a través de sus historias alrededor del fuego, sus creencias y medicinas son recuerdos que llenan de agradecimiento al universo por tener su presencia y compañía en mi formación como persona, mujer, artista, su legado sigue vivo en mis manos, en mi madre, en mi familia. En la obra “Tejiendo buen pensamiento” es la mujer del centro que comparte los hilos de colores con otras mujeres. En varias pinturas he realizado homenaje a las abuelas como mujeres sabedoras, sembradoras. En una obra pinté a mi abuela “Mama Mercedes” como agradecimiento a su legado.

Mama Mercedes © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 115cm x 120 cm. 2020
“Mujer Camëntŝá, eres la flor más bella entre las flores, tu sabiduría esta llena de amor, conocedora de las plantas medicinales. De la abundancia del corazón habla tu boca, Madre ancestral, Aslepay ainanokan Mama Merecedes por sanar nuestros caminos y armonizarnos para seguir pensando bonito.”
Eliana Muchachasoy
Bëtsmamá, Abuela. © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 115cm x 120 cm. 2020

PM: ¿Puedes hablarnos del vínculo entre las imágenes que creas y las visiones que surgen en la ceremonia de Yagé?

EM: La medicina tradicional, específicamente el Yagé hace parte del plan de vida de la comunidad, desde niños nos han compartido esta medicina para tener mayor conexión con lo espiritual, con las plantas y todo lo que nos rodea. Para mí, la medicina ha sido un puente de conexión conmigo misma, de autoconocimiento, de sanación y fortalecimiento espiritual. En mis obras no he realizado una visión de yagé como tal, es mas bien una visión con mi territorio, con la memoria que he venido construyendo y en la que también hace parte esta medicina. Mi obra es un aporte a la memoria colectiva de mi comunidad.

“Sueño entre tus montañas,
Sueño entre tus raíces,
Sueño en la semilla que germina,
Sueño en el agua tranquila,
Sueño en el día y en la noche ,
Contemplando el milagro de la vida”.
Eliana Muchachasoy

PM: En tu trabajo, ¿cómo se construye una mirada del territorio desde el pensamiento femenino? 

EM: Es un reto constante conmigo misma, con mi sinceridad, al revisar mi historia, mi cuerpo, mi territorio, descubro en él todas las huellas de mis ancestros, en el reposan las manos de mi madre, de mis tías, de mis abuelas, de mis hermanas; la sororidad –como se conoce en occidente– es parte de nuestro plan de vida, hay un sentir femenino en lo colectivo del pueblo camentsá, hay un conocimiento que se trasmite de generación en generación. El tiempo camentsá transcurre diferente, el tiempo en la chagra sembrándose, el tiempo en el fogón es otro, el tiempo tejido deja su huella en el chumbe, que llevamos siempre, o casi siempre en nuestras vestimentas, y en nuestros cantos y danzas que se repiten en el tiempo y en conjunto suenan todas las voces, las antiguas, y las nuevas, mi obra hace parte de este tejido, siento que soy una voz más para este territorio.

… La mirada femenina indígena es entonces, una mirada entre todas, entre las mayoras y las niñas, las nuevas semillas, y en estos territorios siempre cambiantes, y ante nuevos retos, porque en mi cuerpo no solo reposan mis ancestralidades, también existe un riesgo permanente de extinción de mi pueblo, y creo que tiene que ver en gran medida con la pérdida de identidad, y esta identidad femenina indígena lucha por su supervivencia ante el exceso de información que nos desborda en la actualidad. Los medios de comunicación en su globalización ponen en riesgo las particularidades que son en definitiva nuestra esencia. Aun debemos quebrar los “espejos” y ver más los reflejos, en el agua, en el fuego, en el viento, o adentro, muy adentro.

Catsbet, Luna llena © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta sobre lienzo. 100 cm x 100 cm. 2021
“Empezar de nuevo, como cuando dejamos las malas energías bajo la luz de luna llena, con el poder del agua que sana y nos da la vida. Las plantas sagradas se levantan para sanar y proteger a la mujer que hoy despierta y deja que el latir de su corazón la guíe, su consciencia, su sentir y el amor serán la luz en su camino.”
Eliana Muchachasoy

EM: Desde el pensamiento indígena consideramos nuestros cuerpos como nuestro primer territorio y es ahí donde necesitamos seguir sembrando el amor propio, la memoria del pensamiento bonito, del buen vivir, de encontrar la esencia del ser Camentsá. Definiría entonces mi trabajo alrededor de una misión: sensibilizar alrededor de lo femenino, del territorio femenino indígena, como una postura social, política, estética, económica y sobre todo espiritual. 

PM: ¿Cómo consideras que tu trabajo contribuye a la transmisión del pensamiento tradicional de la mujer en tu comunidad? 

EM: Mis obras, son el resultado de una curiosidad permanente, ir a la academia fue la continuidad de un proceso que ya había iniciado en el territorio, en mi casa, con mi familia. Mi madre y mi abuela suministraron las herramientas, los espacios, las motivaciones necesarias para poder seguir plasmando mi sentir indígena, mi femenino libre; no solo soy portadora de las artes propias de mi comunidad, y las llevo y represento con orgullo y dignidad, sino que a la vez, me adentro a explorar los espacios académicos, estéticos, políticos, espirituales y demás, desde una mirada indígena como mujer. Con diversas herramientas, he logrado reconstruir mi universo simbólico, que siempre me ha acompañado, soy una mujer artista indígena que pinta, que canta, que danza, que teje, que hace video, fotografía, performance, murales y además lidera procesos culturales al interior de su comunidad sin olvidar nunca sus raíces. Aprovechando la oportunidad de ser Mujer Indígena, a través de mis obras, muestro mi universo Camentsá. Sólo espero que este camino, sirva para que otras mujeres puedan caminar el arte desde sus territorios, para que encuentren un plan de vida desde las herramientas artísticas, para que la memoria de mi comunidad y la de otras que están presentes pervivan en el tiempo.

Florecer desde adentro © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 130 cm x 180 cm. 2022

PM: ¿Qué impacto ha tenido tu trabajo y tu liderazgo entre los hombres y los abuelos de tu comunidad?

EM: Cuando empecé a buscar espacios en mi territorio para mostrar mi trabajo pude evidenciar que la técnica de mis propuestas artísticas todavía no había encontrado su lugar para ser apreciado, entonces la tarea se volvió más grande, en mis primeras exposiciones no solo los abuelos sino también abuelas, niños, jóvenes, comunidad en general, no habían tenido la oportunidad de formarse desde las nuevas propuestas de arte, por lo tanto muchas personas no duraban ni un minuto observando una obra y los comentarios no pasaban más allá de decir: está muy bonito.

“Sembrar bonito para cosechar bonito
y así florecer en nuestro paso por la madre tierra”.
Eliana Muchachasoy

EM: Hoy en día hay diferentes opiniones, que difieren del género, pues hay posturas machistas que a veces emergen de nosotras mismas, y conozco de hombres que en su sentir femenino logran acercarse mejor, por lo tanto, creo que la mirada no depende tanto desde el punto de vista de lo biológico, sino de lo cultural. Si me preguntas sobre la confrontación de modelos de pensamiento femenino frente al capitalismo hetero-patriarcal, entonces, mi respuesta seguiría siendo, que mi trabajo es mi plan de vida, y que en mi territorio, como en muchos, también hay desarmonización entre las fuerzas femeninas y masculinas, y que se ha incrustado en lo más profundo el desconocimiento de nuestros derechos como mujeres, como indígenas, y más aún como artista, pues en muchas ocasiones la cultura es un privilegio, la mujer en mi comunidad ha venido ganando diferentes espacios que le han permitido empezar a ser visibilizada, la lucha por la reivindicación apenas comienza. Mi trabajo es coherente con la naturaleza del arte, para generar cambios, se deben buscar nuevos caminos, el arte es el vehículo de la cultura.

De la serie “Mujer y medicina” © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 125 cm x 115 cm. 2021
“Madre tierra, abrázame con tus colores,
con dulces cantos ¡abrázame!
Yagecito sáname con tus colores,
con dulces cantos sáname.
Que la medicina siga perviviendo
para sentir su fuerza en nuestras raíces,
para crecer, para sanar, para florecer, para vivir”.
Eliana Muchachasoy

PM: En tu obra hay una exploración muy interesante con el color y la fluorescencia, ¿puedes contarnos sobre estos colores y experimentos con la luz?

EM: Como artista, creo que me defino como artista endémica, y esta particularidad esta expuesta en mi obra. Cada detalle que pinto me es familiar, me es cercano, y no solo en el mundo físico, hablo también de lo onírico, hablo de lo espiritual y sobre todo, me refiero a la cosmovisión que como ser que pertenece a un pueblo andino amazónico contiene. Es en estas visiones donde logro claramente percibir mi universo de colores, y me atrevo a decir, que es limitado el sustrato, pues los colores y formas que aún no logro describir en mis obras aun vive en esas experiencias, experiencias que no son aisladas, pues las plantas medicinales que hacen parte de la ritualidad de mi pueblo, se acompañan con bailes, con cantos, con música, es toda una ceremonia que trasciende el razonamiento. Es desde esta abstracción que desborda todos los sentidos desde donde viene mi luz, y apenas pareciese ser un recuerdo, como un sueño lo que pinto en mi ser, para luego ser llevado a la plástica, a la música, a la imagen.

(…) En el aspecto técnico, mi paso por la academia de la mano de mentores y amigos artistas, que aun en la actualidad me acompañan en esta exploración del color, ha sido mi base para consolidar eso que ya sabía desde niña, que los colores camëntsá, son más vivos, más vibrantes. El cómo usamos los colores es algo que nos caracteriza de los demás pueblos, la pinta [la visión que cura] tiene mucho que ver en la manera de como percibimos el mundo.

“Una mirada para sanar, 
una mirada a través de la medicina,
con el espíritu de las plantas, 
las melodías de cada ser.
La bendición del universo,
estás aquí, estoy aquí.
Honrando mi territorio,
mi cuerpo, mi memoria,
el tiempo y todos los seres
que me han construido.”
Eliana Muchachasoy

EM: En el arte contemporáneo, obras del maestro Carlos Jacanamijoy, Luis Tamani, Alex Grey, Jeisson castillo, las maestras María Theresa Negreiros, Olinda Silvano, por mencionar solo algunos ejemplos, han sido influencia en el trabajo de la luz como parte de una visión, de un propósito que trasciende lo estético; pintar la luz, la luz interior, pintarla para verla, pintar la luz de las personas, pintar su aura, su sentir, mi sentir, es la magia que me atrapa en cada lienzo. La fluorescencia de los colores es como muchos de los puntos que inician en una pinta con yagecito, en estos colores he encontrado una cercanía a lo ceremonial, un despertar que ocurre y atrapa en el momento que hace reacción con la luz ultravioleta. Cuando siento que he finalizado una obra me encanta llegar a esa sorpresa divina de la transformación de los trazos de colores que tienen en la oscuridad con la otra luz.

PM: ¿Hay alguna maestra que te haya inspirado particularmente?

EM: Cuando conocí la obra de la Maestra Olinda Silvano del pueblo shipibo sentí una gran admiración por su trabajo, no solo artístico sino desde su gestión como mujer, el tejido que ha fortalecido con otras mujeres de su comunidad me llenó de mucha esperanza, su trabajo me inspiró a continuar con más fuerza en mi proceso.

Somos vida, somos resistencia © Eliana Muchachasoy. Serie fotográfica

PM: ¿Qué otros medios artísticos has explorado y cómo han influido en tu obra? 

EM: En la academia adquirí diferentes herramientas que me han permitido seguir explorando la imagen; la pintura, la fotografía, el audiovisual, el muralismo, la ilustración y la música han sido los campos en los que me he encontrado en mayor conexión. Esta exploración me ha permitido tejerme con mujeres, niñas, madres, abuelas, jóvenes de mi comunidad. Es a través de la fotografía y el video donde también he logrado ser la voz de otras mujeres, por medio de sus cuerpos, sus expresiones faciales, sus miradas, sus danzas, sus cantos, sus tejidos, cuando quedan atrapados en la imagen, cuando están en movimiento atravesando el lente, me ha impactado encontrarme y reconocerme en ellas, sentirme mujer camëntsá y ver la necesidad de fortalecer nuestra identidad y cuidar nuestro territorio, nuestros cuerpos. Despertar otras miradas a través de la fotografía ha permitido llevar la imagen a diferentes puntos de reflexión dentro de la comunidad, a ver con mas profundidad el estado del arte dentro de este territorio.

(…) Cuando la gente visita nuestro territorio logra apreciar que el arte mantiene viva la esencia de las comunidades que lo habitan. Hay familias que se dedican de lleno al tallado, al tejido en telar, en hilos, a la música. En este relato hago un pequeño paréntesis agradeciendo al universo y al territorio por lo bello de la música. Hace varios años venía sintiendo un llamado sonoro y hoy he tratado de acercarme a ese llamado a través del aprendizaje de un instrumento como la guitarra, y he encontrado mucha sanación en la música y me he permitido compartir estos sentires con otras mujeres. Hace dos años venimos tejiendo melodías y cantos en un grupo que conformamos con algunas mujeres de mi comunidad, el grupo musical JASHNÁN que traduce “para sanar”. Como una forma de entender la sanación a través de cantos agradecemos a la madre tierra por la vida, a los elementales, a nuestros taitas y abuelas.

Tsbatsanamamabiam Jabersiam / Un canto para la madre tierra © Eliana Muchachasoy. Técnica mixta. 118 cm x 125 cm. 2018

PM: ¿Cómo impacta tu trabajo el tejido de tu comunidad? 

EM: Siento que el arte es una siembra constante, es una responsabilidad de continuar con el tejido que iniciaron nuestros ancestros. Hoy en mi comunidad mi trabajo tiene un mayor reconocimiento y a la vez se ha convertido como un referente para el fortalecimiento de la identidad de la comunidad. Existen muchas propuestas artísticas desde los territorios que necesitan ser visibilizadas para que el mundo entero conozca sobre su existencia, su cosmovisión y sus problemáticas. Es así como sentimos la necesidad urgente de tener este espacio llamado BENACH GALERIA DE ARTE. 

PM: Cuéntanos sobre la propuesta e historia de la galería BENACH…

EM: En este proceso artístico me he preguntado ¿para qué? ¿Para quién? ¿Y por qué quiero hacer arte? En mis viajes he visto el arte de muchas comunidades en medio de los museos, en las grandes ciudades donde pocas personas de la ruralidad tienen acceso; al arte, la experiencia del arte es para unos pocos. A partir de estas experiencias es como surge la necesidad de mostrar arte dentro de mi territorio, y de esta manera darle la oportunidad a mi comunidad de poder apreciar las diferentes propuestas de los artistas locales, crear el público, crear el espacio para pervivir, para vivir un plan de vida comunitario a través del arte. Creo que de esta manera hacemos un aporte valioso a la memoria colectiva de la comunidad, seguir tejiendo comunidad y territorio. 

Galería Benach

EM: BENACH en lengua camëntsá traduce camino. Como artista mi plan de vida está ligado al arte y es el camino que me ha permitido seguir siendo la voz de mi territorio. Durante mi proceso artístico tuve algunos momentos difíciles, inicialmente no existía un reconocimiento hacia mi trabajo y es precisamente porque no había tenido la oportunidad de exponer mi trabajo en el Putumayo, pues no existía este tipo de espacios que promovieran el arte. Benach es ese espacio que permite promover el arte local. Ahora, los niños, niñas y jóvenes están recibiendo mucha información a través de las redes y los medios de comunicación, y toda esta información hace parte de la construcción de su identidad, de sus valores y principios. Partiendo de esta reflexión con el compañero Alberto Velasco decidimos darle forma a esta iniciativa para seguir tejiendo el arte con la comunidad.

(…) Benach ha sido un camino que ha permitido fortalecer el tejido artístico, cultural, gastronómico y económico en el territorio. Hoy tenemos en Benach diferentes emprendimientos que se están llevando a cabo en el territorio, formas de manejar una economía circular y apoyar la economía local. Hemos realizado varias exposiciones individuales y colectivas con artistas locales e invitados, y algunas instituciones piden estos espacios para mostrar a sus estudiantes los trabajos que se están exponiendo, entendiendo así que el arte nos permite educarnos.

Bengbe uaman luare, Nuestro territorio © Eliana Muchachasoy. Acrílico sobre lienzo. 100cm x 70cm. 2018
“Nuestro territorio siempre nos une.
Somos la memoria viva de un pueblo.
Somos presente, pasado y futuro.”
Eliana Muchachasoy

EM: Así mismo el arte como un camino de transformación social también permite que el plan de vida de niños, niñas y jóvenes de las comunidades encuentren una forma de expresarse y de vivir a través del él de una manera sana. Es necesario seguir tejiendo la palabra y el pensamiento de los mayores a través del arte para que su legado continúe en las nuevas generaciones. El sueño de Benach inició hace varios años pero tomó forma desde hace dos años y medio donde continuamente aprendemos, exploramos, compartimos, y apreciamos otros mundos posibles.

PM: Hace un año ocurrió un incendio en la galería, y tengo entendido que hubo un proceso de recuperación de este espacio muy rápido debido a la colaboración de muchas personas, ¿puedes contarnos del aprendizaje detrás de este proceso?

EM: El 4 de diciembre de 2021 un corto circuito ocasionó un gran incendio en toda la galería, que ocasionó la pérdida casi en su totalidad de cosas materiales e infraestructura. Sentimos que fue la muerte de Benach al ver todo el espacio en llamas. Tuve una crisis nerviosa por todo el impacto, y me quedé únicamente con la ropa que tenía puesta. La bonita sorpresa y el ánimo de levantarme nuevamente con este proyecto fue la energía de la gente que había estado en Benach, la gente del territorio y de otros lugares empezaron a pedir que vuelva la única galería de arte, que realmente era un espacio muy importante y necesario para el territorio. Fue entender que a través de este lugar se hizo una siembra relevante. Nos empezamos a organizar y a realizar diferentes actividades para recolectar fondos, los artistas locales, grupos juveniles, allegados y comunidad en general apoyaron de muchas maneras.  Realmente fue el arte el que ayudó a levantar Benach, hicimos rifas de cuadros, compartires musicales, de gastronomía, mingas, trueques, y con el apoyo de las personas de otros lugares logramos levantar el espacio para abrir las puertas al público después de 34 días de trabajo arduo. No nos hemos repuesto en su totalidad desde lo material, pero la satisfacción más grande es poder continuar tejiendo el arte en este territorio aportando a la memoria colectiva de las comunidades. Hoy el tejido ha ido creciendo en Benach, tenemos alrededor de 29 emprendimientos que surgen en la región y el nombre de Benach es conocido por su valor cultural.

Eliana Muchachasoy © Fotografía de Paula Maldonado

Más sobre Eliana Muchachasoy Chindoy, su arte y la galería Benach

Sobre Paula Maldonado 

Paula Maldonado estudió filosofía en la Universidad Nacional de Colombia y se graduó de la maestría en Estética e historia del arte de Paris 8 (Saint Denis Université) con la tesis “Clichés de América, la impresión de los imaginarios del poder”. Ha trabajado como profesora, investigadora, curadora y coordinadora de seminarios y talleres en distintos contextos y escenarios. Se interesa particularmente por los múltiples vínculos entre el arte y la cosmopolítica, la investigación sobre el arte en Latinoamérica, la antropología de la imagen y los estudios poscoloniales, la pedagogía y el trabajo con comunidades, y la creación trans-disciplinaria y colectiva.

Eliana Muchachasoy y Paula Maldonado © Siwar Mayu ~ Febrero de 2023


Espíritu de pájaro en pozos del ensueño. Fredy Chikangana

Samay pisccok pponccopi muschcoypa / Espíritu de pájaro en pozos de ensueño ©  Fredy Chikangana. Bogotá, Ministerio de Cultura, 2010.

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La obra de Fredy Chikangana (Wiñay Mallki, raíz que permanece en el tiempo) es pionera en la historia de las literaturas indígenas contemporáneas de Abiayala. Sus versos son el reflejo de una experiencia de vida entre el trabajo al interior de la comunidad y el caminar de la palabra en espacios interculturales. De Chikangana, hemos aprendido que el retorno a nosotros mismos sí es posible, y que los territorios ancestrales continúan hablando las lenguas de la tierra; en este caso, el quechua. Con sus flautas, poemas y hojitas de koka en la chuspa (mochila), Chikangana ha compartido su mensaje de memoria y unidad desde Chile a California, y de Corea del Sur a Italia. Consciente de las migraciones de sus ancestros yanakuna mitmak, sus versos hablan de chaskis (mensajeros), chakas (puentes), e intercambios. (Juan G. Sánchez M.)

Pachakay

Pachakay
callarinasha cusicuymanta huaccayripi
causaypiy llaphllahuachai puka
tukuna rumipi yana
paypicay yupaychayniok cayiniyokmanta uku pacha 
huatanima nukanchi yawar
waskakunawan huaymapacha.
Pachachaipi
phurupay tukanta
ima huacaychina llimpikuna causaymanta 
yakucapay munainiyok ttukiri
k ́apakpay yachikpayri tucuimanta quihuakuna
ima pusapayayman ananpachaman ukupachaman 
nukansha
callpawan mosccoykunamanta.

Chaiman pacha quilluyana
rinacay tullu
jaika shimikuna pachamanta chhonccasca tarinakuna
nuka tikramuna caimán llapllahua
millma caimán, yakuman ima llancana aichakuna
nukarina takiman kcaytacunapura huailla quihuachaymanta 
micjunapak mosccutucuy runakunamanta
nuka tukuna kirushata uturunkumanta
taqui tutakunamanta tinya uyhuamanta
kenataquimanta tutaypachajahuaman
ukupachapita urkujatunmanta.

La tierra

La tierra

es el comienzo de la alegría y el llanto;

en ella vive la placenta roja

convertida en piedra negra,

en ella están los rituales de seres subterráneos 

que amarran nuestra sangre

con las lianas del tiempo.

En esa tierra

está la pluma del tucán

que guarda el colorido de la vida,

está el agua libre e inquieta,

el aroma y el sabor de todas las hierbas

que nos llevan al cielo y al infierno,

estamos tú y yo

con la fuerza de los sueños.

A esa tierra negra o amarilla

irán estos huesos

cuando la boca del tiempo los haya chupado; 

volveremos entonces a esa placenta,

a esa pluma, al agua que toca los cuerpos;

iremos a cantar entre los hilos verdes de esas hierbas 

para alimentar todos los sueños de los hombres. 

Volveremos a ser diente de tigre,

poema de la noche, tambor de yegua,

sonido de flauta a altas horas de la noche

en lo profundo de la gran montaña.

Caykuna waskamanta sumaimana

Chaipi huchuy llanta chincashcca 
runakuna tucunaq pishcupi
illapay llimpirichakwan ninamanta 
jahuapi catanakuna wassimantakuna. 
Cahuapay puñuipay causaymanta 
pakaritamapak
callpanchay ñanpay
sonccopaywan pancalla achcallaquimanta.
Ary huaquin utiykuna
ashana japina tusuykuna millmacaymanta 
tutayakpi
takipay mucmikuc
ñaupakunamanta cachakuna
richhaycunari runpanakuna
ima llimpiana millmapaymanta
kaykunashapay waskamanta sumaimana 
huarcurimakuna ananpachamanta
kaima maipiman uraikuna huañukuna
jahuinata tucuy mosccoykuna causaykunamanta.

Seres de la liana prodigiosa

En aquella perdida aldea

los hombres convertidos en pájaros 

alumbran con sus colores de fuego 

sobre los techos de las casas.

Ellos vigilan el sueño de los vivos

para que al amanecer

reanimen el camino

con el corazón liviano de tantas penas. 

Si alguien los contempla

podrá entender la danza de sus plumas 

en la oscuridad,

el canto silencioso

de antiguos mensajes

y las formas circulares

que relampaguean desde sus plumas: 

ellos son los seres de la liana prodigiosa, 

la que cuelga del cielo

y por donde bajan los muertos

a pintar todos los sueños de los vivos.

Takimanta pachakuna

Saramanta nukamantaki
yakumantari noqa samay.
Kunantaki sarunhina paikunataki
sinchina muyu ttillayaima huañuykuna. 
Ary suttuina ima micunakuna pacchakuna.

Saramanta nukamantaki
yakumantari noqa samay.
Causay kunan tarpuymittawan cainamanta 
mishquikunawan atina hark ́aima huañuykuna.

Versos de la tierra

De maíz son mis versos

y de agua mi esencia.

Canto hoy como antes cantaron

como fuerte semilla que esquiva la muerte. 

Así como gota que alimenta la fuente.

De maíz son mis versos

y de agua mi esencia.

Vivo hoy con la siembra de ayer,

con la dulce insistencia que detiene la muerte.

Pacha takipa

Saramanta takiy nuqapi yakuri samay
Taki punchau ñaupakhina taki
k’ullu sonccohima muyu ima nima huañushca 
suttuyhinamicjuchiy pucuycuna.
Saramanta: taki, yaku, samai...
Causay punchau tarpunahuancuna cayna-punchau 
trigo parhuayna poccoy ima sisay pachacunapi.

Cantos de la tierra

De maíz son mis cantos y de agua mi esencia. 

Canto hoy como antes cantaron

como terca semilla que se niega a la muerte, 

así como gota que alimenta la fuente.

De maíz: cantos, agua, esencia…

Vivo hoy con la siembra de ayer,

como espiga madura que florece en la tierra.

Nukanchis kan causay pachacaypi

Paykan cutanapaykuna quilluzarapay rumijahuapi 
nukanchistaquinakay quenawanihuan tinyacunari tarukamanta 
nukasinaiku shinkayanaiku manapacha
nukachana intita rinaima urkupaypi;
Nukasinaiku nukatusuikuni quenacunawan maquicunapura 
nukawan haku cahuirinahuan pachaukupimanta
pupumaypi inlli cayanaima apanainukari
yuyaycunaman
pachayta Maipú nukausana huañushkuni
nukachaskinakay cushiwan:
«¡Nukanupiana!» niy taita Manuel «causaimari sarapay». 
«¡Nukanupiana!» niy mama Rosario «causaimari pachapay ima
nukarupay».
Shuyanan tusuykay jahuapi huachuncuna 
nukasinaiku takinakayri huañushkuwan 
quenaswan machanchinan llaquincuna 
antuchiwan mishkichinam tutacuna 
«¡nukanupiana llakimana! caparipay
«ima nukancharinan causay pachaikay».

Aún tenemos vida en esta tierra

Mientras ellas muelen el maíz amarillo sobre la piedra 

nosotros cantamos con flautas y tambores de venado 

reímos y nos embriagamos sin prisa

despedimos al sol que huye entre las montañas. 

Reímos y danzamos con flautas entre las manos

nos vamos metiendo hacia el fondo de la tierra, 

por ese ombligo tibio que arrastra y nos lleva

a la memoria

a ese espacio donde habitan nuestros muertos, 

que nos reciben con alegría:

«¡Bebamos!», dice taita Manuel, «y que viva el maíz». 

«¡Bebamos!», dice mama Rosario, «y que viva la tierrita que nos

       calienta».

Y mientras danzamos sobre los surcos, 

reímos y cantamos con nuestros muertos, 

con flautas ahuyentamos las penas

y con chicha endulzamos las noches. 

«¡Bebamos sin pena!», gritan,

«que aún tenemos vida en esta tierra».

Ninamanta

Tutamanta kaimi urkuspiri
punkucuna cay k ́anchachii chucchunari
llinpipaywan ninamanta
k ́atcukuna cunapay cahuana tocco huachuchaicaimi
 ima chacay tutayakuna rhupaypak sonkonukan 
runakuna huarmiri yanakunas
ima cay runa ima cay yanapana pachapaipi tutapaimanta 
shimi, huaccay asiri yakushukpi cushnimanta sancju, 
ninapaypi sha callanapaipi
callanapaipiri yana
panccaykuna kokamanta muyuima runpanapi
muyuina pachapay
machupay hamk ́ay panccakuna nina-hasttik
chaimanta apanasha pancakimsa shimicunaman 
mambiari cahuarayai usphakunaman
ccocuy kimsa pancca yuyo ninfita
yallinapay hauanta acchapaymanta
«raquiycamay» niy,
«paykuna munanapas mambiar»
phutuy ninamanta kcaytashuk cushnimanta
imakuna muyuy jahuapi uaikuna
paykan upiana ñanpay ananpachaman;
tapuna sunkupay payapaimanta
«¿kayma niyman ninapay?»
Tiyana chhinshuk paquinima jatapaywan
 llantankunamanta.

Del fuego

Es de noche y en las montañas

las puertas se iluminan y tiemblan

con el resplandor del fuego;

las rendijas y las ventanas son esas líneas

que cruzan la oscuridad para calentar nuestro corazón.

Los hombres y mujeres yanakunas,

que son gente que se asiste en tiempos de oscuridad, 

hablan, lloran y ríen en un río de humo espeso.

En el fuego está el tiesto de barro

y en el tiesto de barro negro

la hojita de koka que gira en círculos

como gira el tiempo.

El abuelo tuesta la hoja y atiza el fuego,

luego se lleva tres hojas a la boca y

mambea mirando hacia las cenizas;

ofrenda tres hojas tiernas al fuego,

pasándolas por encima de su cabeza.

«Hay que compartir», dice,

«ellos también quieren mambear»,

brota del fuego un hilo de humo y da vueltas sobre la cocina 

mientras toma su camino al cielo.

Pregunta el corazón de la abuela:

«¿Qué será lo que dijo el fuego?».

Hay un silencio que se rompe

con el crujir de la leña seca.

Yuyay yakuk

Cuyak llakta
yanacunas huañuk ñoccanchic shimi rimai purinam. 
Cuerpo yaku licha purina
waiku yuyai
huaira wiñay shuchuna.
Ima yaravi
ñampi ttica maythu quinquinam yaravi
waikus pas urkus cay
yanakuna quilla yachina
inti k›uichi waiku runa.

Memoria de agua

Por estas tierras

deambulan las voces de nuestros muertos yanakunas. 

Andan con cuerpo de río

y memoria de agua,

vibrando como árbol al viento.

Por eso canto

para que canten las flores y los caminos,

los cerros y las lagunas;

para que sepa la luna que soy yanakuna

hombre del agua y el arco iris.

Quechua sonccoycaimi

Purinaymi caranuqapi
takipay pisccomanta hullilla tamiakuna 
pponccopay yakumanta chakracunapi 
runari ima purichiy puyu huaylluy.

Quechua sonccoycaimi

imaraykucaina tutakuna nuqapi huakyay 
imaraykukunan chekchipay hanapacha nuqapitapuy 
imaraykupaccarin katin taki
jahuapi usphayaykuna.

Quechua wairacaimi ima cheqquechiy kcaytakuna chakatana 
tutacunapi misterioninari.

Quechua nimacaymi huarmimanta
chaycama yuyai illaypicuna cuyaymantan
manña tullpacunamanta... manña pachakunamanta 
manña ñankunamanta.

Quechua iphupaycaimi paccarincunamanta 
ssimiri ñukanchimanta huañushca.

Quechua sonccopaipi
ima shaikuna pincuylluri tinyapura 
caballupaypi pachamanta sacha 
k ́apayhuan kiñiwa kamchari
 maipi rimay: ñukanchi maiki, 
ñukanchi cara, ñukanchi rimay, 
ñukanchi taki, ñukanchi atipacuk.

Quechua pachamamacay
caychayaqque.
cunuyachinakuna llapllahuakuna
ñoqari huachana pachaman
shukpi minka atipanakuymanta killari wiñay.

Quechua es mi corazón

Tengo en mi cuerpo

el canto de pájaros anunciando la lluvia, 

el pozo de agua en la chagra

y el hombre que pasa acariciando neblina.

Quechua es mi corazón

porque ayer la noche me llamaba, 

porque hoy el gris del cielo me pregunta, 

porque mañana seguiré cantando

sobre las cenizas.

Quechua es el viento que desparramó los hilos del tejido 

en la noche misteriosa de velas y mecheros.

Quechua es el silencio de mujer

mientras piensa en la ausencia de su amado 

a la orilla de la tullpa… a la orilla de la tierra 

a la orilla de un camino.

Quechua es el rocío de la mañana y la voz 

de nuestros muertos.

Quechua es el corazón

que se agita entre flautas y tambores 

en el relincho del tiempo milenario 

con olor a kiñiwa y maíz tostado, 

donde aún decimos: nuestras manos, 

nuestros cuerpos, nuestra voz, 

nuestra música, nuestra resistencia.

Quechua es la tierra madre 

a quien pertenecemos,

la que abriga la placenta

y nos pare al mundo,

en una minga de lucha y lunas permanentes.

Más sobre la obra de Fredy Chikangana / Wiñay Mallki

Samay pisccok pponccopi muschcoypa / Espíritu de pájaro en pozos de ensueño

© Fredy Chikangana

Siwar Mayu, Noviembre de 2022

Sanchiu. Dina Ananco

Poesía original en wampis y español © Dina Ananco

Selección e introducción © Katia Yoza

Si prefieres leer el PDF, haz CLICK AQUÍ

Dina Ananco es poeta, traductora e intérprete wampis y awajun. Tiene una licenciatura en literatura y una maestría en literatura peruana y latinoamericana de la Universidad Nacional de San Marcos, en Lima. Participa en recitales de poesía y eventos académicos en Perú e internacionalmente. Representará a Perú en la feria internacional del libro de Guadalajara en 2022.

Sanchiu (Lima: Pakarina Ediciones, 2021) es el primer libro de poemas publicado en lengua wampis. El pueblo Wampis se ubica entre el sur de Ecuador y el norte de Perú, y forma parte de la familia lingüística Jíbaro. El libro es una edición bilingüe en wampis y español, y la propia autora tradujo sus poemas al español. “Sanchiu” era el apellido de la abuela de Ananco, quien aparece en la portada del libro. Esta colección de cuarenta poemas es un homenaje a las mujeres Wampis y visibiliza su fortaleza y sufrimiento, así como los desafíos actuales en las comunidades y fuera de ellas. Los poemas siguen la forma de poesía literaria Wampis llamada “nampet” y su celebración de cantar en cualquier lugar con emociones nostálgicas, ternura, humor y tonos dudosos.

Auju
 
Kiarai, etsa kanak weakai,
ameka utñaitme
turasha Nantu wainiakum
nantu takatin nekapeakum
shir wake mesemar utñaitme
Antakrika utmain utñaitme
Jika jikamat utñaitme
Urukamtain utea, tamaka;
aishri Nantu ajapa ikukmau asa utñaiti
turamin aiñawai uun aiñaka
Yuwisha suritujakmau asa,
shir yurumin asamin,
suri asamin, aishrum ukurmakin tutaiyaitme.
 
Miñasha, ishichkisha, ashismasmeksha ujattsakia
tui nuwe penkermarisha aa
wisha ichinkachin najantan unuimartaj
Yamaika, ichinkachika, pininchika najantaka shir nekatsji.
 
Nuwech iñaktursakia
miñak iñaktursakia,
wisha unuimartaj.

Ayaymama

Al atardecer, cuando el sol se va a dormir,

sueles llorar

pero cuando ves a Luna

cuando sientes la luna llena,

sollozas tristemente.

Escuchando tu llanto se puede llorar.

Nostálgicamente lloras.

¿Por qué llora?, cuando decimos;

por el abandono de su esposo Nantu suele llorar,

acostumbran decirte los uun.

Como solías mezquinar el zapallo,

como eres de comer bien, 

como eres avarienta, tu marido te ha dejado, suelen decirte. 

A mí también, aunque sea poco, susurrando, avísame

dónde hay la verdadera arcilla

para aprender a hacer tinajita. 

Ahora, la tinajita, ni el pinin sabemos elaborar.

Muéstrame la arcillita;

solo a mí muéstramelo,

para yo también aprender.

~~~

Nantu: la luna

Uun: los mayores 

Pinin: vasos de arcilla en el que la comunidad bebe agua o masato hecho de yuca. yucca).

Atumsha urukarmetsu
 
Atumsha urukarmetsu,
Wika, wampis anentaimtan wakeeruta jajai
Wampis nuwajai metek
Wampis, papin universidad aujsaujai metek
Wampis nuwa uchirtinjai metek
Wampis nuwa aishrinñujai metek
 
Junisa pujaun tarach, akiitai tura patakemtai numi jinkaijai najanamujai iwarmameajai
Uuntur usumajakarua imanisan usumeajai
¡Ipak atsawai! Turasha wene yakatai kapantuwa juketi
Wener penkerchia ju najenchjai nakumkam shir juwawai
¡Namperaiti!
 
Wiichur esarman atian, espejonam iimajai
Wampisaitjai
¡Añawa! Arutmarua
Ee, ju jaanch penkerchia jujai wampisaitjai
Nakumameajai wakantrun facebooknum iwaiñaktasan
1 horasha nankamatsain 5 mil “ti penkeraiti” tau awai
 
Nukap atsuk, wichauwaitjai,
Yaunchuk uunnaka yajá ukukin nekapeajai, ijusan pujayatkun
 
Yapirun nijaran, tarachin awikan
Sapat tacortin aiña auna weamajai
Turan vestido kapamñun nunkuajai, tarachjai metekmamtin ati, tusan
Nunkutai kurijai najanamun nunkuran, akiitaincha winchan akian wajajai
Shiram wantiniajai
Wampis anentaijai anentaimsan, tajai,
¡Shirmaitjai!
Nakumamkan Instagramnum iwaiñajai
Eme jaiñawai aaiñak
5 mil “ti penkeraiti” tau awai
 
Atumsha urukarmetsu,
Wika juni junin yamekjai
Waurkamñu nekapeajai
Aya jamain nekapeajai
Turasha juna atsumajai.
 
Pujuttrun kajinmatkishtajai, tukin
Bañonam enkeman tarachin nunkuajai
Lima tsetsek tepeamunmasha suijkisha shir emajtatsui
Ti penker iwarnarjai, peetain ashi jukin
¡Chichakai nakumrukarti, tusan, wakerajai!
Urukukitaj nuna shir awantak, naka jirkiarti, tusan
Miña pujutruka juwaiti, tusan, eme aneasan iyajai
Kakaran chichajai
Ashi uwejan awatturaiñawai
Kame, wariñak chichaj nunasha shirka nekatsjai
Chichamu amukamtai
Tarachin, akiarmau tura peetai aiña nunaka awiran mochilanam, bolsanmaksha chumpiajai
Yapirun nijajai, celularan achikan, nui internetnum taxin seamin
Weajai
Miña anetairjai vino umartasan
 
Kashin tsawak
Periódico suramunam tura internetnum iwaiñamunam naka jiniajai
Tikich, yaktanmaya iimaru aiñajai
Aujai chichaman jimartuktatjai tachamaitkun
Nui wajajai, tarachin nunkuaru
Uuntur uruk usumajakarukit nuna yapirui epesan
Nui wajajai, wisha yakitaj nuna nekamattsan
Tsawan urukukit nui wisha metek juwajai
Wakantrui tura numparui juajai wii shuara jaanchrinka, wishimenka
 
Atumsha urukarmetsu
Wika nekámatsjai
Turasha shir nekapeajai
Ashi nunkanmaya
Kankape ejetumainchau
Suwa Kuwankus waja iman

No sé ustedes

No sé ustedes

A mí, a veces me da la gana de pensar como wampis

Otras veces como mujer wampis, 

Universistaria wampis

Mamá wampis

La amante wampis

De pronto me pongo tarach, aretes, collares y pulseras de semillas

Me pinto la cara con las líneas de mis ancestros

¡No hay achiote! Me basta mi labial rojo

Ese delineador color vino que deja pronunciado mis labios carnosos

¡Es una fiesta!

Suelto mi larga cabellera y me veo en el espejo

Soy wampis

Oh, my god

Sí, soy wampis con este atuendo hermoso

Me tomo fotos para mis redes sociales

En menos de 1 hora tengo 5 mil likes


De pronto no soy yo,

me siento lejana a mis ancestros, pero me veo tan cerca

Me lavo la cara, me desvisto

Me pongo los tacones

Y el vestido rojo para mantener el color

Mi collar de oro y unos pendientes brillantes se cuelgan de mis orejas

Me veo hermosa

Pienso en wampis y me digo 

¡Shirmaitjai!

Me tomo fotos y publico en mi Instagram

Todos me piropean

Tengo 5 mil likes

No sé ustedes,

Pero esta rutina me cansa

Me enloquece

Me abruma

Pero lo necesito

Para no perder la costumbre, diciendo 

Entro al baño y me pongo tarach

Hasta el sudor me traiciona en el invierno limeño

Me pongo mi mejor traje y los mejores accesorios

¡Necesito las cámaras en cada conferencia de prensa!

Necesito que ese lente me exotice en primera plana

Y afirmo que es así mi cultura y me siento orgullosa

Levanto la voz

Todos me aplauden

A veces, ni yo misma entiendo lo que digo

Termina la conferencia,

Saco mi tarach, mis collares y mis aretes de pluma y las guardo en mi mochila, bolso

Me lavo la cara, pido un taxi por aplicativo 

Y me voy

Me voy a tomar vino con mi amante

Al día siguiente

Salgo en las portadas de los medios impresos y digitales

Al costado de las autoridades

Nada me compromete

Allí estoy, con mi tarach

Con las líneas de mis ancestros en el rostro 

Allí estoy, buscando mi identidad múltiple

Que me sirve actuar en cada circunstancia

Con el color y la sonrisa de mi pueblo en el alma y sangre

No sé ustedes, 

Pero yo no me conozco

Y me prefiero así

Ser de todas partes

Con una raíz interminable

Como Suwa en Kuankus

~~~

Tarach: traje tradicional de las mujeres wampis.

Achiote: árbol cuyas semillas se utilizan para teñir de rojo el rostro. 

Shirmaitjai: Soy bella, soy hermosa. 

Suwa: Huito, un árbol cuyas semillas negras se usan para teñir el cabello y la cara. Ella era una mujer antes de convertirse en árbol. 

Kuankus: Río Goangos. Está al lado del Río Santiago, que pertenece a Morona-Santiago en Ecuador. Era la antigua tierra del pueblo awajun. 

Sanchiu

Ame jiimin miña uuntru pujutin nekawaitjai
Chichamrumin wari jintak wekatusuitam nunasha wainkauwaitjai
Uruk maaniñak armia
Imtichirisha urukuk armia
Warichiñak yu armia
Tuin yujau armia
 
Amiña chichamrumin nekawaitjai patarun
Antukuitjai anentan
Mushutkauwaitjai tsaankun
 
Ame aja awamuka penker, nupasha takajat ayayi
Anentin asamin
Anentruam yurumak, kenke, inchi arau asamin
 
Anentruam uchiram irusam pujújakuitme
Tikich pujutnum weakum ankan ukurkiñaitme
Uchiram, tirankim tura tiranmi uchiri aiñasha
Mátsatkamusha
Yamaisha ya aujmatsamtaiya
Uuntrusha uruk matsámajakarukit nunasha antuktataj
Ankan ukurkiñaitme ju nunka jui
Turasha, anentairuinka tuké pujame
Wii atsumakaisha

Sanchiu

En tus ojos conocí la historia de mis ancestros

En tu palabra vi los caminos que recorriste

Cómo se enfrentaban con sus enemigos

Cómo eran sus caritas

Qué cositas comían

Dónde caminaban

En tu palabra conocí a mi familia

Escuché el anen

Inhalé el tabaco

Tu chacra era tan hermosa que provocaba desyerbar 

Porque poseías el anen

Porque sembrabas yuca, sachapapa, camote luego de cantar el anen

Cantando el anen tenías a tus hijos unidos

Dejaste un vacío en mí cuando te fuiste a la otra vida

A tus hijos, nietos y bisnietos

A la comunidad

Ahora quién nos contará

Las hazañas de los ancestros

Me dejaste sola en este territorio 

Viviendo siempre en mi corazón 

Estás cuando te necesito

Cuando me siento triste

Cuando lloro

Cuando sufro estando lejos

Siempre estás ahí

Porque eres fuerte

Porque eres mujer wampis

Porque eres mujer awajun

~~~

Anen: canto sagrado Wampis y Awajun. Puede ser transmitido por deidades como Tsunki o Nunkui.

Nunkui: Mujer diosa Wampis que enseñó a las mujeres el anen y cómo domesticar las plantas.

Sachapapa: un tubérculo que es similar a la patata.

Awan

Iwarmamrau, natsanatsamtau,
shiram tura penkeri.
kinta sanartamunam waureawai
nuke yairach aiña nuna uchupiak;
shuiñan yumirin
napaka nitasha nampenai 
 
Inimmameajai:
kankaptinchau, ima nekas nawe aramsha urukawaintak
kanawertinchau, uwejtin akusha.
 
Nii,
unuimaru, wishiwishi jas, 
shuar nankamaun aujeawai
Tuké jasa wajasti tu yuminramu asa
akiachmaitak jean kuitameawai.
Aneetairin tura aneshtai aiña nuna
pujutin kuitameak.
 
Kampuwarin tukumruiñawai arantsuk,
kankape iwaramu aiña nuka utaiñawai
neajkin wainmainchaun akakeak
Iñashinka nukumawai
machit awatti, tusa.
Awatmauka kashi tsawak esameawai.

La caoba

Elegante, tímido

brillante y hermoso.

Coquetea ante la brisa del atardecer

que refresca las diminutas hojas

mientras las abejas se embriagan

con la miel de los frutos de las uvillas.

Me pregunto:

¿qué haría si tuviera pies y no raíces?,

¿si tuviera manos y no ramas?

Él,

siempre sonriente y educado

saluda a cada transeúnte.

Condenado a permanecer quieto,

vigila sin sueldo alguno la casa. 

Cuidando la salud de sus amantes

y de los desamados.

Patean el tronco sin recelo,

las raíces ornamentadas gimen

deslizando lágrimas imperceptibles.

Su cuerpo se contonea

esquivando el filo del machete.

Cada herida se renueva al amanecer.

Me cuenta sus aventuras indecentes. 

Su temor a las enfermedades mortales.

El golpe casual del hombre con una motosierra.

Nadie conoce su futuro.

Tampoco los árboles frondosos

pese a su experiencia

del ayer y de sus años venideros.

Etsa
 
Yaunchuk urukuk ayam nuka kajinmatkim
yaki ekemsam, shir irkattsam aeskartame.
Kajeawastai tumain sukurkateame.
Jika jikamtatsuk nekapeatai tumain akaame.
Nuniakmin kuntuts nekapnitji.
 
Yaunchukka, iya junin asam,
nunká pujujakuitme.
Iya junin asam, nunká wekájakuitme.
Turasha yamaika, apumasam yaki eketeame,
kajeawastai tumain, kajeachiatam.
Nunisam ejemsam,
yumijai manin ájaku asam,
Nii yutain etsanteakminka
“yumi ipameawai,
etsa uteawai”, tiñaitji.
Nunisam irauwaitme nunkasha.
Nunismetsuk yumisha irareamtai.

Sol

Olvidando cómo eras antiguamente

sentado arriba, mirándonos fijamente nos quemas.

Como si estuvieras enojado nos quemas.

Bajas como si sintieras nostalgia.

Cuando haces eso, siento tristeza.

Antiguamente, como eras como nosotros,

vivías en la tierra.

Como eres como nosotros, solías andar por la tierra.

Pero ahora, estás arriba como jefe,

como si estuvieras molesto, sin estarlo. 

Así estando,

como solías pelear con la lluvia,

si soleas cuando llueve

“la lluvia anuncia el mal augurio,

el sol llora”, solemos decir. 

Así, visitas la tierra. 

Seguramente así le visitas a la lluvia.

Más sobre Dina Ananco y el poemario Sanchiu

Sobre la traductora

Katia Yoza es candidata al doctorado en el Departamento de Español en la Universidad de Rutgers y es una becaria Louis Bevier. Actualmente es coorganizadora del Grupo de Trabajo de Estudios Andinos y Amazónicos en Rutgers. Su investigación se centra en narrativas textuales y visuales amazónicas sobre cosmovisiones indígenas que involucran audiencias urbanas, públicas y globales. Tiene una Maestría en Literatura Comparada de la Universidad de París IV – Sorbona y una Licenciatura en Literatura Hispánica de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha impartido cursos de literatura y español a estudiantes de pregrado y secundaria en los Estados Unidos, Perú y Francia, y ha trabajado en humanidades públicas a través de asociaciones locales y ONG en los Estados Unidos. También publicó una colección de cuentos sobre animales de la Amazonía rescatados del comercio ilegal.

Sanchiu © Dina Ananco

Selección y presentación © Katia Yoza ~ Siwar Mayu, Octubre 2022

Recordar los Andes en territorio cheroqui. Byron Tenesaca

The Breedlove Brothers © Byron Tenesaca

Fotografía y arte original © Byron Tenesaca 

Entrevista y comentarios © Juan Guillermo Sánchez Martínez

Cuando vivimos lejos del lugar donde nacimos es siempre grato encontrarse con una persona que, igual que uno, conoce la experiencia de la migración, y recuerda lugares semejantes a los que uno mismo añora. El pasado 6 de junio de 2022 nos encontramos con Byron Tenesaca, artista y educador kichwa, en el jardín botánico de Tokiyasdi (Asheville, Carolina del Norte). Mientras caminábamos, íbamos reconociendo las plantas, haciendo conexiones con los Andes. Entonces le propuse que hiciéramos una entrevista sobre su proceso creativo entre lenguas, territorios y técnicas. Lo que sigue son algunos fragmentos de la entrevista. 

Byron Tenesaca es un artista visual y educador bilingüe que reside en el occidente de Carolina del Norte. Él nació en una comunidad ancestral de los Andes ecuatorianos, en una familia de cesteros y agricultores. Creció allí con su abuela, con quien Byron aprendió el sistema de reciprocidad que existe entre los seres humanos y las montañas. A sus 11 años, viajó con su abuela a los Estados Unidos para vivir con su madre biológica (ambas fundamentales en su obra). Después de graduarse de la Universidad Western Carolina (WCU) en 2015, fue seleccionado para una residencia artística en The Bascom en Highlands, NC. Su pasión por el arte y la educación lo ha llevado a asumir roles como intérprete de español, maestro de arte para niñxs, maestro de español en la escuela secundaria, consejero en campamentos y, más recientemente, instructor de HiSET. Byron tiene una maestría en Educación Integral de la Universidad de Western Carolina. Recientemente, Byron fue uno de los 50 artistas seleccionados para formar parte de la exposición inaugural Appalachia Now! del Museo de Arte de Asheville. 

Remendando la Llachapa Vida. Un breve documental sobre María Francisca Guamán Morocho (Mami Pancha), una inmigrante con una rica herencia andina que ahora reside en NC. © Byron Tenesaca

Juan: Siempre le pregunto a los invitados que se presenten y nos cuenten cuál es su territorio…

Byron: Me llamo Byron Tenesaca, vengo de una comunidad kichwa-kañari, de los Andes, de lo que hoy es el sur de Ecuador. Vengo de una familia de tejedores, agricultores que han preservado la tradición por medio de los alimentos, y de estar en esta armonía con el medio ambiente, dedicando la vida al buen vivir para el futuro. 

Juan: Estaba mirando tu página, y vi que trabajas pintura, fotografía, dibujo, y diseño digital. ¿Cómo es tu relación con el arte, con la creación? ¿Cómo se relacionan con tu ser, con tu vida?

Byron: Desde pequeño dibujaba. Cuando acompañaba a mi mamá-abuela a vender las canastas en la ciudad, me acuerdo que coleccionaba dibujitos, revistas del piso, de gráficas que me llamaban la atención. Luego iba a la casa y en un papel de líneas de la escuela de mi hermana, los dibujaba, los pasaba en ese papel, en la ventana, me acuerdo. Tenía una colección ya larga de comics. También crecí halado de la pollera de mi mamá-abuela, y cuando ella tejía yo estaba al lado de ella, siempre al cuidado de mi mamá-abuela.

Remendando la Llachapa Vida. Un breve documental sobre María Francisca Guamán Morocho (Mami Pancha), una inmigrante con una rica herencia andina que ahora reside en NC. © Byron Tenesaca

Como en muchas familias transnacionales, Byron creció con su abuela en Ecuador y luego se juntó con su madre en Estados Unidos, quien había emigrado antes al norte. Byron me contó que su madre solía enviar paquetes con ropa para sus hijos, juguetes, a veces documentos importantes para la residencia, y un cassette de video… 

Byron: Y ese cassette lo poníamos en la tele y veíamos una mujer hablando en el espejo. En ese momento nosotros no conocíamos esa máquina bien grande que ella tenía en su hombro. Ella hablaba y nos decía cosas a nosotros. Mi abuelita me decía: “Mira, esta es tu mamá. Algún día vas a verla. ¡Salúdala!”. Pero en mi mente yo veía ese video y sólo veía manos y una máquina bien grande, y entre mi mente de niño yo decía: “Pues mi mamá es medio robot. Tengo una mamá que es como robot…” (risas…)

Entre la risa y la gravedad, Byron me contó lo difícil que fue llegar a la Isla Tortuga (Norteamérica), un lugar desconocido para un niño de 11 años que vivía en ese entonces con su mamá-abuela en los Andes. Byron no llegó a las montañas de Carolina del Norte, sino a la bocacosta. Pronto, la rutina de ir a la escuela y quedarse encerrado en las tardes contrastó con la libertad con la que había crecido: yendo al río a bañarse y a pescar. Los años pasaron y terminó estudiando en la Universidad de Western Carolina, una gran oportunidad para reencontrarse con las montañas. Quería ser médico (por influencia de su madre), pero pronto se reencontró también con el arte.

Byron: Por medio del arte yo puedo aprender más de lo que sea, de filosofía, matemática, cualquier cosa. Empecé a ir a exposiciones de la universidad, y me metí en el programa de arte, y no creo que le haya gustado a mi mamá (risas…). Me llamó mucho la atención la pintura, y después la fotografía, y de ahí vino el diseño. Pero me enfocaba más en un mundo de sueños y mundos entre acá y la realidad en la que yo crecí. Tal vez era un propósito de la fotografía el de ir a tomar fotos y hablar y conocer diferentes perspectivas. 

En esa búsqueda, ya en los últimos años de la universidad, Byron se va a vivir más adentro en las montañas y conoce a algunos integrantes de la comunidad cheroqui.  

Byron: Me acuerdo que en el bachillerato aprendimos de los nativos, pero era como diferente, no había aprendido de la comunidad cheroqui. Entonces fui y platiqué con amigos cheroqui de mi edad, y era interesante que tuviera más conexión con esa comunidad que con la comunidad latina o hispana con la que crecí. Me gustaron mucho los tejidos, porque cuando los vi, yo dije “esto es como si yo estuviera viendo a mis tías, a mi abuelita, tejiendo”. Entonces ahí me llamó la curiosidad el aprender un poco más de la cultura cheroqui. Y mientras más aprendía, más me regresaba a mi infancia (…) El concepto de “latino” e “hispano” es algo que es nuevo y creado aquí, y no estoy opuesto porque me gusta cómo crean diálogo las organizaciones, pero también se deja a un lado la indigeneidad. Es como crear una iglesia encima de una huaca (lugar sagrado andino), ¿verdad? Es como si estuviéramos aquí solamente desde que se independizó tu país, pero si vas más allá, aprendes que no, yo no soy lo que llaman un “alien” (risas…). Aprender más allá de lo azteca, por ejemplo mi cultura kañari que va más allá de “lo inca”, te da más fuerza. La colonización ha borrado mucho, pero donde los pies tocan la tierra, ahí pertenecemos.

Como vemos en las fotografías de Byron Tenesaca aquí incluidas, hay series que captan eventos aquí en Carolina del norte (paisajes, bosques, superposiciones en photoshop), pero también hay series en las comunidades andinas de Ecuador. Esa doble mirada del fotógrafo y el artista hacen única esta obra, que va y vuelve de la soledad a lo comunitario. Pensando en ello, le pregunté a Byron: “desde el ojo del fotógrafo, ¿cómo es esa experiencia? ¿Sientes que la luz, o la relación con la cámara, cambian al estar aquí o allá? 

Andes: Cañar-Azuay © Byron Tenesaca

Byron: tal vez un poco más de confianza al estar más cómodo allá, por la familiaridad. Aquí, lo que he fotografiado es a personas, que al principio son extrañas, pero que después de dialogar, si hay oportunidad, hago una especie de fotografía documental de mis experiencias. Y también he fotografiado lugares, sobre todo durante la residencia artística en The Bascom en Highlands. (…) Y esa soledad, al estar en un lugar bien amplio, natural, me gustaba ir a lugares donde siempre son documentados por los turistas, pero siempre hay cierto tipo de luz, cierto tipo de ángulo, y me iba a esos lugares durante la lluvia o cuando no había nadie, o después de llover, o al atardecer. Es un espacio diferente (…) 

Western NC, 2016 © Byron Tenesaca

Byron: Hay una serie que llamo “Human Mounds” (Montículos humanos). Estaba leyendo un poco de los montículos de aquí en Carolina del norte, un conjunto de tierra, conchas, bastantes cositas que los nativos de aquí usaban para crear estos montículos. Y me quedó esa idea, porque también en estos lugares habían restos de personas, entonces me enfoqué en eso, en el ser humano como ser orgánico, como un ser que es otro nudo en esta fibra de naturaleza, de pachamama, entonces lo representé como una fruta en posición fetal, y solo fotografié la espalda, porque tenía cierta figura que era como un eco de las montañas, y lo sobrepuse en diferentes lugares. Y me hizo acordar dónde yo veía esta figura antes, por qué nació esta idea, y es lo que nosotros llamamos zambos (calabazas). Y también me acordó de mi tía, que tiene una discapacidad en su cuerpo, y mi abuelita tenía siempre que bañarla, pues ella no puede pararse recta, sino que siempre tiene que estar de esa forma así (encorvada). Y la bañaba, me acuerdo a temprana edad de esa imagen de la espalda redonda de mi tía (risas). 

 

Montículos humanos © Byron Tenesaca

Kay Pacha © Byron Tenesaca

Juan: Esa exhibición, “Human mounds” se relaciona con la exposición “Kay Pacha”, en la que también hay esa misma forma, la del cuerpo desnudo en posición fetal, pero ahora desde el dibujo. 

Byron: Sí, esa imagen pasa de la fotografía, al dibujo y luego al grabado, y la sobrepongo con los alimentos con los que crecí comiendo, y que hay en nuestra región, creando algún tipo de armonía visual, pero también esa armonía que hay con el ser humano y las plantas. Cultivar tus propios alimentos, esa reciprocidad que hay entre tu cuerpo y las plantas y las montañas. De ahí nace el agua, ahí cultivamos la tierra, nos da de comer. Estamos comiendo un poquito de la montaña, nos transformamos nosotros en la montaña, y cuando morimos vamos de nuevo a la montaña (risas). Este es el espacio de los seres vivos, que es el Kay Pacha. 

Juan: En lo que me estás contando, es como si el encuentro con la comunidad cheroqui, y la exploración tuya a través del arte, te llevaron hacia los Andes. ¿Sientes que el arte te ha llevado a recordar? ¿El territorio cheroqui te ha abierto espacios para recordar? 

Byron: Sí. Creo que está en una línea de uno de tus poemas que dices “Andes Apalaches”. Por eso me quedé aquí después de estudiar porque me recordaba donde nací, al lado de un río, junto a las montañas (…) Y hay muchas similitudes. Mientras más aprendo de las comunidades indígenas de aquí, más impresionante es la sabiduría y la forma de vivir en mi niñez (…) Ahora estoy aprendiendo más sobre el tejido. El proyecto que recién terminé fueron 12 canastitas pequeñas de papel, con mis dibujos, y en la base, que es la parte más importante de cualquier canasta, es el retrato de mi familia, que representa lo que nos ha mantenido juntos, las mujeres de mi familia. Y a los lados están unos dibujos del maíz, o choclo como lo llamamos allá, también frejol que allá llamamos poroto, las papas y el zambo. Y el remate (el borde final) me lo tuvo que enseñar mi tía, por medio de zoom. Osea, uno aprende viendo, nunca te dicen así, así, entonces a mi tía se le hacía difícil por medio de la cámara decirme: “Agarra con tu mano izquierda y con este dedo, y tienes que darle para adelante o para atrás.” (risas) Y para tejer una de papel, me tocó como seis horas, y no me gustó como lo hice, y después traté otra vez. Y la tercera vez sí, ya me gustó. Y la cuarta ya fue la primera terminada. Y ahora puedo hacer una canasta en dos horas y media. 

4 generaciones de tejedoras de cestas © Byron Tenesaca

Juan: El tejido está muy presente en muchos de tus proyectos. A veces puede ser un tejido de líneas, a veces puede ser un tejido de materiales. Y claro, yo veo que estás haciendo un tejido entre los Andes y los Apalaches. ¿Cómo es ese proceso de tejer para ti? 

Byron: El tejido no es solo el arte o la artesanía, sino un momento de reflexión, de crear un espacio para ti mismo y para tu familia. Yo me daba cuenta que aquí en cheroqui, también como en mi familia, tejemos en comunidad. No se teje solo. Siempre es con tus tías o con tu mamá. Y están los niños alrededor jugando. Y creas un espacio de reflexión donde tal vez hablas de temas que no se pueden hablar cuando estás en otro lugar. Yo reflexionaba sobre cómo mi abuelita llevaba tantas canastas en su espalda al ir a vender a la ciudad. Y tan inteligente que ella era, iba de casa en casa. La meta era venderlas en la ciudad, pero ella las iba vendiendo desde nuestra casa, y cuando llegaba al lugar donde tenía que venderlas, ya estaba solo con una (risas…) Entonces comprábamos los alimentos necesarios, manteca, azúcar, sal, panela (piloncillo, un bloque de caña), porque lo demás no se necesitaba. Entonces reflexionaba en todo esto mientras tejía y en las conexiones con las comunidades de acá, después de dialogar con las tejedoras cheroqui Mary Thompson y Faye Junaluska. 

Juan: Yo quisiera terminar esta breve conversación con una pregunta sobre el futuro. ¿Cómo ves este renacer de muchos jóvenes que como tú han crecido aquí en el norte pero están reconectando con su gente? ¿Cómo ves el futuro de estos intercambios entre el sur y el norte? 

Byron: Yo diría que el futuro está en el pasado, como lo dicen algunos abuelos en algunas charlas que he escuchado. Para crear un futuro tenemos que tener en mente lo pasado. Claro que las cosas cambian, pero aprendiendo de nuestros errores y de la historia de los pueblos originarios (…) Por ejemplo, algo como justicia indígena. Aquí en los Estados Unidos la cárcel envenena al ser humano en vez de sanar. La educación también, la que está enfocada en el capitalismo. Entonces yo tengo un rol importante como maestro, de alguna manera u otra influencio a la siguiente generación. (…) Antes, los gobiernos tenían un cierto control sobre nuestros pueblos por no saber leer, y te pedían que firmaran documentos y cosas así, incluso el papá de mi abuelita, pues a él le tocaba un terreno por haber vivido toda su vida trabajando ahí, y el día que le tocaba recibir, el hacendado le dijo que firmara unos papeles porque habían cambiado unas leyes, y lo hizo firmar. Le dio un poco de dinero y le dijo que no regresara. Ahora hay resistencia. Para poder pelear el sistema hay que saber sobre ese sistema (risas…). Yo me siento optimista por los cambios, pero sabiendo dónde estamos.

Alumbrando con su arte y sus ancestros, Byron camina y crea hoy en Tokiyasdi (Asheville, NC), y nos recuerda la importancia de la mujer: su puntada en el tejido comunitario y su fuerza para sostener la familia. Contra el machismo y el sexismo patriarcal, Byron terminó nuestra charla con el siguiente mensaje:  “La mujer siempre tiene el rol de mantener a todos juntos (…) Por eso digo gracias a todas esas mujeres, madres, abuelitas, las warmis que como la montaña, los Apus, nos alimentan para poder continuar con el futuro”. La invitación es a sembrar desde la semilla, echarle tierrita, abono, agua, acompañar su proceso con nuestra manos e intenciones, para finalmente cosechar cuando se cierre el ciclo. Verlo con nuestros ojos para apreciar el milagro y la abundancia de la vida sobre la tierra madre. 

Más sobre Byron Tenesaca, el tejido cherokee, y la comunidad Kichwa en los Estados Unidos

Fotografía y arte original © Byron Tenesaca ~ Siwar Mayu, septiembre 2022

Entrevista y comentarios © Juan Guillermo Sánchez Martínez

4 poetas del Encuentro Cultural De Mujeres Originarias 

“Yomoram jyayappapä’is jäyätzame”

Selección y traducción del Inglés © Paul Worley y Carolina Bloem

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MARY LEAUNA CHRISTENSEN

Innato

[Publicado en Denver Quarterly]

El idioma en mí/ es antiguo/ aunque nuevo para mí/ mi paladar encorvándose/ un metal sobre llamas/ practico los sonidos de animales/ sus nombres/ casi ancestrales/ como si supieran que estoy intentando/ yona (1) / la primera palabra que aprendí/ oso/ alguna clase de testigo/ a un renacimiento descuidado/ le he dicho a un amante/ llamaré a mi cría/ tsisdu (2) / porque es bueno/ ser pequeño y rápido/ y consciente de tu entorno/ me tatuaré la semblanza del animal/ en la cara interna de mi muñeca/ un recordatorio/ no se puede confiar en mi cuerpo/ para reproducir/ nada/ que no sean palabras 

(1) yo-na: oso [Cherokee, dialecto oriental]

(2) g-stdu: conejo [Cherokee, dialecto oriental] 

~~~

Bifurcación 

[Publicado en Puerto del Sol]

Yo parto/ mi lengua/ por la mitad/ no como una serpiente/ pero como dos varitas de zahorí/ saborean el labio superior e inferior/ en unísono/ encuentran el agua ahí/ la mena/ maldice a un amante/ y lo ama a morir/ 

Quiero un poquito de todo/ cabezas y colas/ lados y lados/ de dos idiomas/ la lengua de mi madre/ colonizada/ y la lengua de su madre/ acorraladas a la ladera de la montaña y arroyo congelado/ 

En verdad mi lengua son los uroboros/ uniéndose en una boca húmeda/ tratando de encontrar alguna infinidad/ 

donde ninguna palabra/ se recoge bajo montículos

~~~

En el que soy una suma de partes

[Publicado en Southern Humanities Review] 

2 collares de semillas de maíz 
cuelgan en la parte de atrás de mi puerta

junto a dos bolsas de medicina 
hechas de pequeñas cuentas de vidrio 

plata esterlina y turquesa 
corbata de cordón

	(nada hecho
	por mis propias manos)

*

Otra lección

mis ancestros se escondieron en cuevas de 
montañas y uniformes confederados 

a mi muchos-tatarabuelo
se le dio el nombre inglés Nimrod 
pq acaso no somos todos poderosos cazadores 

y es posible que mi sangre esté alterada 
o diluida en alguna parte de Oklahoma 
pq no todos los ancestros tuvieron tanta suerte 
	
       (si ese es el término que estamos usando
	y no se puede ignorar el hecho—

	Estoy diluida hasta el carnet 
        en mi billetera que indica  
        mi sangre como un porcentaje)

*

Mientras yo limpiaba 

la casa de mi abuela

encontré una caja de lágrimas

*

Era apenas una adolescente
la primera vez que recuerdo
visitar la reserva
que mi abuela dejó 
hacía décadas

su hermano y la esposa de 
su hermano intentaron educarme

comentaron en mi carencia—

cómo esa era la primera vez
que intenté y desistí de hacer adornos con cuentas—

decepcionada cuando
la correa que hice se rompió

*

Mi primera lección   fueron semillas de maíz

su dura forma gris      imperfectamente redonda

cómo eran     sólidas manifestaciones

de cada lágrima cherokee     llovida

por el sendero

*

El nombre científico de la semilla de maíz 

es de muchas sílabas pero aquí 

lo llamaremos Lágrimas cherokee 

es fácil ensartarlo en collares

pero no se debiera confundir

con con cuentas de semillas que vienen

en varios grados de diminutos

plásticos y vidrios

*

La última vez que estuve en la reserva
no fue para conocer
sino por un entierro

y compré cuentas de colores 
me dio consuelo

junto con agujas

tiras delgadas de cuero

hilo de tendón ceroso hecho por el hombre

*

Las lágrimas no equivalen al luto 

pero tomo la yema de mi dedo 

presiono contra un ducto y espero 

encontrar algún bloqueo 

que induzca algún tipo de nacimiento

~~~

MIRA LA GRABACIÓN DEL ENCUENTRO AQUÍ   

KIMBERLY L. BECKER

Helianthus

En el camino a verte
paso por un terreno lleno de sol,
oro sobre oro,
y recuerdo que decías
que eres descendiente
de los mayas

Sol/baile del sol

Agarro la felicidad
como si fuera una moneda luminosa
dentro de un pozo de deseos
Me dices mejor esperar
y seguir al sol
como estas flores en la luz centelleante 

~~~

Heimweh

Estoy lejos de
colina y montaña
	En estas Praderas Norteñas
el viento no cesa,
susurra como el mar
Asombro por los pelícanos
blancos, y no como los pelícanos cafés vistos 
	sobre las olas del Atlántico
Disonáncia de lo familiar
en un lugar desconocido
	La luz insinúa tarde, alborada temprana
Espera por el invierno, me adviertes
Aprendo un lenguaje nuevo
para este paisaje: barranco y hoya
zona baldía oteros y peñascos
	Un águila se lanza por su presa
más bello de lo que imaginaba
Bisontes truenan sobre la tierra
Un caballo solitario retroiluminado sobre una subida
Mi boca intenta formar la palabra
para caballo en tu idioma: xaawaarúxti’
	pero aún miro al Este para cantar
mi canción matutina en Cherokee
	En un camino polvoriento enmarcado por prímulas
encuentro  tres piedras amarillas
pequeñas joyas del sol que regalo a mi hijo
antes de su vuelo al Noreste
	Un pelícano en un estanque extiende sus alas enormes
como si se vistiera o se quitara una capa,
o, como si midiera el alcance
entre su existencia y mi insistencia
	en un parentesco que no es totalmente imaginario
los dos estamos entre casas
en el camino
	a otro lugar

~~~

Ventus

Este viento talla los caballos sin jinete 
que vuelven de Little Big Horn a sus formas esenciales

La idea del hogar siempre nos jala
El agua y el viento forman balas de cañón de piedra

Intercambiamos palabras de bienvenida: NAheesa atistit/osd sunalei
El viento nos afloja el pelo, lo que dejamos crecer por nuestra pena

La vergüenza se quema como el fulgor del Bakken
El viento tira las llamas como si fuera crines de caballos

En Alemania un siroco de España acaricia
En esta espacio vasto las distancias engañan

Las palmas casi se tocan, la energía es palpable
Para seguir la Aurora Boreal, bajo un app,

nos imagino acostados, imantados debajo de los cielos de neón
Me cuentas que el Missouri se llama el Gran Misterio

Me presento como lo hago con cualquier persona
Señalas la dirección del corriente fuerte

debajo de lo que yo percibía sólo como una superfície revuelta
Recordamos la inundación de tierras 

ancestrales, diques construidas para aprovechar de la potencia
mientras que el río y el viento siguen ajustando su camino

KARLA CORDERO

ABUELA ES UN MACHETE ENVUELTO EN SU DELANTAL PREFERIDO

una vez un hombre lanzó un plato de frutas contra la pared de la cocina y la abuela aprendió cómo el vidrio podría parir pequeñas dagas. ella reemplazó a su esposo por cuchillos. agarra  una cuchilla como un arma cargada. disfruta cortar manojos de cilantro para caldo y la gente jura que tiene podadoras como dedos. en el patio los árboles botan canastas de frutas pero a la abuela no le gusta la cáscara. puede cortar la piel de la pera en segundos. limpia. puedes ver el azúcar correr por la rodaja. cada mano un carnicero de aplomo. nunca ni se pinchó un pulgar. y por treinta años chuzaba carne. cortaba albahaca. le quitaba al salmón sus branquias brillantes. entonces el dr. gonzalez se había tallado pedazos. se le dio cubertería de plástico. todo su metal quedó romo. Los utensilios buenos para la carne se le escondieron. las llaves de la casa ahora encadenadas a su delantal y a veces su boca switchblades cuando se pierden las llaves. hoy en el mercado cuento sus historias de las palmas que tiene. cómo una vez engañaron a una zanahoria a bailar como confeti brillante y abuela agarra una pera fresca. el final pesado limpiado por la neblina de su respiración. ella jura que siempre ha amado la carne pálida de la fruta. y sus dientes una gaveta de madera de machetes.

~~~

ALLISON HEDGE COKE

MARIPOSAS BORRACHAS

Mariposas ebrias, pedas

espiralando hacia arriba desde charco de agua

cargando el follaje fermentado

nosotros pasamos cerca mientras andábamos en canoa en el Río Neuse.

Anaranjadas, blancas, amarillas, azules, negras, cafés

manchadas, de cola bifurcada, estampadas, 

moteadas, destello palmeado y temblor, 

aletea fina, vuela, apareamiento ritual de las vanesas. 

Envolviendo su timidez en sus alas, encubierto, debajo

de una manta plegada sobre el amante. 

El coraje líquido anima el principio, sobre 

provisión por casualidad, presa fácil para

el pájaro acechando, tortuga, pez, cangrejo de río, rana.

La belleza de todo esto

en una ala soleada brillando, cayendo  adelante y

de regreso, arriba y abajo. Frenesí fantástico

color gentil, ala plumada demasiado delicada para tocar

sin quitar la punta. Metamorfoseada

solo para este día

una metáfora, relacional, 

paratodo lo que es y será bueno.

La niña mariposa envuelve su cabello en una ala trenzada

aletea para el futuro. Se vuelve 

el toque más suave, levantando y elevando

todo lo que está a su alrededor—todo lo que es bueno—

este es bueno—

algo que hace mucho

mejor que los Seres Humanos

según el acuerdo natural de la manera tradicional 

de la carrera de la creación de las mariposas, 

que sucede así, para ella tanto como para las que vienen después. 

Kama, kamama. Atrápala 

en la mañana  y

otra vez en la noche, al mediodía flota en la brisa. 

~~~

ESTAR A LA TALLA

No fue que él no llevaba calcetines en sus pies,

ni la tela del codo que se descosió unilateralmente,

ni el desplazamiento igual de barbilla y frente,

ni el ojo derecho situado un poco más bajo

que el de la izquierda, fue su nudillo lo que

me hizo llorar, 

rincones clavados al lado, como ganchos para carne minúsculos

rasguñando pedazos de él cada vez que movió, invisible,

oportunidad desplegada. Fue su músculo desgarrado,

podrido, la mano protésica, desmayo lo ancho de los dedos

cruzando su intento a una sonrisa, dejada allí, para

que cualquiera la viera-fue su merced. Al final somos

raramente bellos, sobre todo colocados lejos de

situaciones arriesgadas en posturas que compensan los que

hemos llegado a ser en los ojos inquietantes de los mirones. 

Aún así, él estaba, está, aquí todavía dentro de lo mío, y soy humano

por eso. Quizás sólo por eso. Quizás. 

~~~

PANDO/PANDO 

El Gigante álamo temblón / Sitio de un masacre boliviano

Gigante que tiembla
 sobresalido con insistencia
Pando 
 /Pando 

ondeando me extiendo
 expulsada de las calles
perpendícular  al filo de la hoja
Pando/ 
 Pando 

 caos, gas natural
peciolo aplastado
 la oposición empujando hacia la autonomía de la derecha
corre, eleva, se revela, tiembla
 en el cuarto día de
amarillo-blanco-grisáceo-amarrillo
Pando/Pando

 huelga de hambre, asaltantes
 lanzaron una granada verde
 forzaron los campesinos descamisados
 a arrrodillarse
árbol
Pando
/Pando
Pando/
Pando
hombre álamo temblón extiende la sublevación
floreciente, flor,
se extiende la raíz brota
Pando
emboscada
donde Morales se hospedó
biomasa gigante clon sublevación
crecimiento indígena profundamente enraizado 
previene que Bolivia se astille
Pando/Pando

 visitando Santa Cruz
cien hectáreas
 la dinamita acribilla
catorce millones de libras
 humillación pública
Pando/Pando

enraizado ochenta mil años
 cinquenta alcaldes indígenas enraizados
treinta andinos asesinados esta semana
fronteras paralizadas
 Argentina, Brazil, Paraguay
Pando/Pando
colonial clon
 masacre colonial
individuo genético singular
 Morales, un indígena Aymara,
Pando/Pando
 oposición organizada, estudiantes
universitarios conservadores, forzaron
a los indígenas aterrorizados a arrodillarse
forzaron a la gente refugiada
 a pedir perdón por venir a Sucre forzaron
corearon insultos a su héroe Evo luego
los conservadores prendieron fuego
 al azul, al negro, al blanco de la bandera Aymara
agarraron los ponchos hechos con manos Aymara
a gente Aymara
Pando/Pando

Pando/Pando
rizoma, brote elemental
 disparados, siete muertos
disparando—genet/ramet
 campesinos

organismo que excede
 que la evidencia actual no apoya

El Lago de peces tiembla
 Amazonas
 Pando
la vida del álamo temblón en  la más extensa 
germinación singular 
Pando/Pando 
 Pando/Pando 
Pando/Pando 
 Pando/Pando 
Pando/Pando
 Pando/Pando Pando/Pando

~~~

ESTÁBAMOS EN UN MUNDO

Estábamos en un mundo, en un mundo, en un mundo. Claro, teníamos nuestros glifos, pero éramos providenciales. Una vez, algunos cree-ntes en el abecedario, vendedores de vidrio, asesinos de Ursus Arctos, mandaron todo su campo en un campo maldito más rápido en un giro retroceso, torbellino de momentum angular intrínseco—bosón se derrite. Girando, salió corriendo iceberg, iceberg, iceberg; glaciar reforzado tiempo trazado ayer base firme—todo debajo tiró torrente aluvial, diluvio de Niagara, avalanche de repente, flujo, corriente, hasta que sus ciudadelas costeñas se pudrieron por ciclones, tsunamis, vientos huracanados. Tornados echaron las olas adonde quisieran. Erupciones volvieron a moldearla hacia algo digno de Ella. Por no hablar de los terremotos. Y la gente, la gente, la Gente, empujados al cataclismo, unas pocas generaciones después de que fueron obligados al catecismo del libro alfabético, pronto había astillas desgracia tragedia tormenta, partículas fragmentadas del pasado actual, en un mundo alejado de la oratoria, la canción, las oralituras, las oraciones ahora girando, bamboleándose. Ya pronto caliente, caliente, caliente, caliente, caliente, caliente, caliente, caliente, caliente. Calientes, los manglares muriéndose, La Bahia de Waimea desapareciendo, dengue, la variación en la migración de la mariposa, la pradera vuelta bosque, la sábana brotada del desierto, caribou, arao aliblanco negro, murcielagos, rana, caracoles—ausentes. ¿Qué querrán comer las grullas canadienses? Los alados pondrán temprano sus huevos. Los arrecifes se descoloran. Lluvia, lluvia, lluvia, lluvia, lluvia, lluvia, lluvia, nieve, nieve, nieve, el fuego ferozmente flameando, fascinado por el re flejo de su propio resplandor. Las marmotas se levantan temprano. Los mosquitos perduran más, perdurando picando difundiendo el virus West Nile. Osos polares dejan de dar a luz. El zorzal petirrojo y la golondrina entran a la vida de los Inuit. El trueno encuentra a los Iñupiat. Aquí, según dicen, glifos dejaron a las paredes de piedra, a los platos de roca, a la corteza, a las ramas, y saltaron, animados, a la vida actual, sacudieron sus hombros, enderezaron el cuento, pusieron el mundo sobre los huesos de sus alas, se elevaron en la Noche, para colocar el Mundo de vuelta en su cielo cuenca—nos tranquilizó. Algunos dicen que los restos de la sopa fueron palabreados con lenguaje descolonizado. Otros dicen que su sabor persiste incluso aún. 

Más sobre las poetas de esta selección

Sobre los traductores

Carolina Bloem enseña estudios latinoamericanos y español en Salt Lake Community College. Su investigación se centra en la oralidad wayuu actual y su impacto en las comunidades locales e internacionales. Otros intereses de investigación incluyen la escritura de viajes en Colombia y Venezuela durante el  siglo XIX, y los manuales de conducta y su papel biopolítico en la sociedad.

Paul M. Worley es de Charleston, Carolina del Sur. Es profesor de español en la Universidad Estatal de los Apalaches, donde se desempeña como director del Departamento de Lenguas, Literaturas y Culturas. Co-editó con Rita M. Palacios su libro más reciente, Unwriting Maya Literature: Ts’íib as Recorded Knowledge (2019), con el que recibió una mención de honor como Mejor Libro de Humanidades por la Sección México de LASA. También es autor de Telling and Being Told: Storytelling and Cultural Control in Contemporary Yucatec Maya Literatures (2013); las representaciones orales grabadas como parte de este proyecto de libro están disponibles en tsikbalichmaya.org. Ha sido también becario Fulbright. Junto con Melissa D. Birkhofer, es co-traductor de Word Mingas (2021) de Miguel Rocha Vivas, cuya edición en español ganó el Premio Casa de las Américas de Cuba en 2016. También ha traducido obras seleccionadas de autores indígenas como Hubert Matiúwàa (Mè ‘phàà), Celerina Sánchez, Manuel Tzoc (K’iche’) y Ruperta Bautista (Tsotsil).

4 poetas del Encuentro Cultural De Mujeres Originarias “Yomoram jyayappapä’is jäyätzame” © Paul Worley y Carolina Bloem ~ Siwar Mayu, September 2022

Mitos, ritos y petroglifos en el río Caquetá. Fernando Urbina Rangel

Fotografías y poemas originales © Fernando Urbina Rangel

Introducción y selección © Juan G. Sánchez Martínez

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Fernando Urbina Rangel es filósofo, poeta, fotógrafo y educador. Por décadas trabajó en la Universidad Nacional de Colombia donde dirigió cátedras, seminarios y trabajos de investigación sobre mitología comparada, oralidad, arte rupestre, petroglifos amazónicos, y plantas-maestras. Urbina es autor de noventa y cinco artículos académicos, ocho libros, veinticinco exposiciones fotográficas individuales, dos series de televisión educativa, y dos series de radio. Hoy, libros como Las hojas del poder (1992) y Dïïjoma. El hombre serpiente águila (2004) tienen fuego propio; sembrados con mambe y ambil, y cimentados en el arte de la picto-poesía, el arte rupestre, y el rafue (palabra-fuerte Murui-Muina) son publicaciones visionarias que supieron tejer la imagen, la poesía, el ensayo y las-historias-de-antigua, desestabilizando las jerarquías logo-céntricas de los centros urbanos y las universidades en Colombia. En la obra de Urbina, el libro es el árbol de la coca, la biblioteca son las abuelas y los abuelos (como Don José García y Doña Filomena Tejada), y la universidad es el mambeadero o los bailes rituales. Fernando Urbina dialoga con la Gente de Centro (múrui, okaina, nonuya, bora, miraña, muinane, resígaro y andoque), hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce, cuyo territorio de origen se encuentra en el interfluvio Caquetá – Putumayo (Colombia). Ellos son los mismos que sobrevivieron al genocidio de la Casa Arana, y hoy continúan resistiendo el asedio de las petroleras, las empresas mineras, el narcotráfico y la guerra civil colombiana.

Afortunadamente, la vitalidad con la que los libros de Fernando Urbina recobraron la palabra, el gesto y el rito de la Gente de Centro, y lo celebraron para la filosofía, la poesía y el arte, abrió senderos para las textualidades y oralituras indígenas en Abiayala. Su trabajo interdisciplinario recordó a varias generaciones que en el río Caquetá, todavía hoy, hay libros de piedra bajo el agua, petroglifos que emergen cuando baja el caudal y que cuentan historias primigenias. También que “el mito es palabra revelada”, no quimera ni anacronismo, sino ese presente que nos sostiene “y en el que hay que demorarse” (Las hojas del poder). 

Las fotografías y textos que componen el video que incluimos aquí abajo hacen parte de la obra MÁS ALLÁ DE LAS MONTAÑAS DE UYUMBE (“San Agustín”), la cual fue patrocinada y exhibida por el ICANH en 2019 (Universidad Nacional) con ocasión del sesquicentenario del nacimiento de Konrad Theodor Preuss, quien fuera el iniciador de la arqueología científica en Colombia. A partir de las ideas del lingüista, arqueólogo y etnógrafo alemán, quien propuso estudiar la religión y mitología de los uitotos en busca de claves para interpretar aspectos de la cultura de San Agustín (Alto Magdalena), esta exposición señala confluencias andino-amazónicas entre las antiguas culturas de las tierras bajas y las de las tierras altas. Es de resaltar que el río Caquetá nace muy cerca (menos de 100 km) del yacimiento del río Magdalena, en el nudo de Almaguer (Macizo Colombiano) donde los Andes se dividen en tres cordilleras. 

Los siguientes fragmentos fueron seleccionados de la exhibición Más allá de las montañas de Uyumbe (“San Agustín”). Asentándose en el lenguaje paradójico de los relatos antiguos de la Gente de Centro, Urbina encuentra una técnica para tejer su propio canasto: la síntesis (Serpiente-Águila, Vigilia-Ensueño, Anaconda-Espiral). Por eso el lector de estos versos/instantáneas notará que los sustantivos aparecen insuficientes, y que el uso del guión o el uso de mayúsculas son estrategias para resaltar la complementariedad. En este imaginario poético, ninguna palabra (vacío, punto, firmeza) tiene solo una cara, pues cada cosa es lo que es y también lo opuesto: el creador es lo creado y viceversa; quien tiene el silencio tiene la palabra. 

Cañón de Araracuara desde El-balcón-del-brujo-de-piedra 

Todo estaba allí y parecía completo;

pero no… nada tenía nombre o historia;

no era aún materia de nostalgia.

Cuando llegó el primordial,

‒ascendiendo los ríos

desde la orilla de la mar inmensa‒

signó el lugar y lo hizo mundo,

lo multiplicó en el mito,

lo recreó en el rito

y le dio los cien rostros del recuerdo.

© Fernando Urbina Rangel

Arquetipos

La tierra

era ancha y sola;

allí todo era blando.

Sol

con sus dedos de luz

fue diseñando,

en el barro orillero de los inmensos ríos,

los seres que poblaban,

tan solo como nombres,

el sueño de los Padres Primordiales.

Al mediodía

calcinó la obra.

Vueltos piedra

los arquetipos quedaron

fijados para siempre.

(Con base en las tradiciones del abuelo Enókayï, de la nación Murui-Muina ‒Uitoto‒)

© Fernando Urbina Rangel

 Cincel y martillo

¿Con qué tallaron su marca en el paisaje,

quienes llegaron primero,

para humanarlo haciéndolo habitable?

Golpe en la piedra con la piedra aguda

y así dejar en piedra algún silencio,

de esos que dicen y duran más que la palabra.

© Fernando Urbina Rangel

 La luz y la sombra

Algo para nombrar el día de los hombres: efímeros.

Algo para nombrar la sombra, la arcaica,

la que precede todo lo que existe.

Piel es la luz sobre la roca oscura;

guarda su entraña la profunda noche.

© Fernando Urbina Rangel

La Dueña-de-los-animales

En su indagar,

los Hacedores cayeron en la cuenta:

Manejemos la forma de la roca.

Esta tiene la traza pavorosa que soñamos

para ser Gerofaikoño, la Mujersapo.

Ella defenderá al animal;

contendora del hombre en la batalla cósmica.

No sea que primen los humanos

y acaben con la casa de todos,

talando selva, envenenando ríos,

matando la semilla de las bestias.

Mariposa

―Abuela –pregunta la nieta–

¿Por qué las mariposas

se paran en la cabeza de las tortugas?

Y la Gran Sabedora,

la Abuela Filomena,

responde:

―Antes, cuando los pieleros

no habían acabado con los caimanes,

las mariposas se posaban

en el banco-decontarhistorias,

el que le regaló Jirayauma al caimán primigenio. 

Fue el pago por ayudarlo a cruzar el río,

cuando escapaba de su esposa,

‒la Mujerjaguar,

         reemplazo de la temible suegra por él asesinada.

Ese banquito quedó en su cabeza.

Allí ellas contaban mitos

‒los del color y del vuelo,

igual a como hace tu abuelo

sentándose en el mambeadero.

© Fernando Urbina Rangel

Cuadrúpedo saltador

Se dice que la palabra jaguar significa

elquematasaltando.

Patrulla un amplio territorio de caza;

equivale al territorio que maneja la gente de una maloca.

Por eso el espíritu del jefe de la tribu,

cuando este muere,

‒si ha sido impecable al velar por su gente‒

quedará como jaguarencantado

cuidando el espacio signado por su tribu.

Es la razón para pedir permiso y hacer ofrendas

antes de entrar a cazar en un lugar desconocido.

© Fernando Urbina Rangel

Serpiente

Soy una línea pero no cualquiera.

Soy tubular como una cerbatana.

Mi diente venenoso hace de dardo;

pero, además, ondulo

y me vuelvo espiral para pensar la vida y la galaxia.

Soy la clave del tiempo porque cambio de piel.

Soy cavadora de túneles acuosos para ir a lo profundo.

Repto sobre la tierra,

trepo por el árbol,

me encumbro a los cielos.

Al devorarme a mí misma soy círculo: soy todo y nada.

“Buena para pensar”

‒hubiera dicho de mí el Etnógrafo‒.

Buena para multiplicar los mundos.

Soy manantial de símbolos.

© Fernando Urbina Rangel

Origen de la humanidad

Padre murió en enero del 78.

Él me había aconsejado

(después de ver mis fotos con el arte rupestre del Inírida):

―Dedícate a las obras que trazara

sobre perennes rocas aquella gente arcaica.

Y fue en febrero,

arriba del raudal de Guaimaraya,

cuando di con el glifo

que bien muestra

cómo una línea almenada se transforma en gente.

Este mitema, igual que su grafema,

se cuenta y representa, en múltiples variables,

a lo largo y ancho de toda la Amazonia.

© Fernando Urbina Rangel

Los cuatro ancestros

Le pregunté al abuelo José García

–mi maestro, gente de féénemïnaa (muinane)–

qué podrían significar los cuatro rostrosculebra

conformando una cruz.

―¡Ajá! –me reconvino.

―Ya deberías saberlo.

¡Eso es maloca!

Y, viéndome confundido, agregó sonriendo:

―Cada uno de los cuatro postes en la maloca

es un ancestropedazodeculebra

Es la manera de tener bien presente nuestro origen.

© Fernando Urbina Rangel

Bailarín

En el aire: el conjuro.

La palabra red.

Y el gesto que interpola

de cada ser el íntimo secreto.

Aquí,

sobre la piedra se trazaron los signos.

Este danzar del gesto…

detenido.

© Fernando Urbina Rangel

Hombres sentados

El Padre

sentado entre el Silencio,

maduraba silencios.

Aún no se inventaba el trueno,

ni el murmullo del viento entre las hojas,

el rugido del jaguar,

el grito de las águilas,

ni la voz como espina del zancudo.

¿Con quién puede hablar el dios?

Entonces, vio su sombra.

Estaba allí, sentada.

Se inventó la palabra y el eco respondió

(el eco que es la sombra del sonido).

―¡Ya tengo compañero! –Exclamó el Padre.

Fue así como los hombres nos formamos.

(Somos la sombra y el eco de un dios).

© Fernando Urbina Rangel

Dos antropomorfos sedentes dialogando

Padre:

hoy que agrego más años que los que tú sumaste,

puedo decir al cabo de casi nueve lustros:

creo haberlo hecho;

no sé si bien,

pero traté de cumplir tu encargo. *

De alguna forma,

seguiremos compartiendo hallazgos

en la corriente circular del diálogo…

Mi sombra pasajera

pronto se volverá una sola con la tuya

y las dos con lo inmenso.

* Ver el poema “Origen de la humanidad”.

 Bogotá- 2019

Más sobre la obra de Fernando Urbina Rangel  y la Gente de Centro 

Arte rupestre amazónico”, Revista Credencial, 2015

Sobre el tejido de Yorema: Kaɨmeramuy / Gilberto López Ruiz: “Mona fueda bibɨrɨ kaɨ niya jȃna uai: diona – jibina uai.”, por Camilo Vargas Pardo y Lina Mazenett

Sobre libro Cultivando la ciencia del árbol de la salud (2019) de Célimo Ramón Nejedeka Jifichíu / Imi Jooi, por Camilo Vargas Pardo

Exhibición Más allá de las montañas de Uyumbe © Fernando Urbina Rangel ~ Siwar Mayu, Agosto 2022

Corrientes ecopoéticas desde el Sur y el Este de la Madre Tierra

Idea original, fotografías y entrevistas © Yaxkin Melchy

Traducción del japonés al español por Yaxkin Melchy.

Traducción del español al japonés por Chizuko Osato 大里千津子 y Mitsuko Ando 安藤美津子 con la revisión de Yasuko Sagara 相良泰子.

Versión en japonés abajo ↴

Entrevista con Tokūn Tanaka monje encargado del templo zen de Dōkeiji 同慶寺en el pueblo de Minami Soma, Fukushima, Japón, y Pedro Favaron, poeta, investigador y médico tradicional de la clínica Nishi Nete en la Comunidad Nativa de Santa Clara de Yarinacocha en la Amazonía peruana. Las fotografías fueron tomadas en Minami Soma, Fukushima, y la Comunidad Nativa Santa Clara de Yarinacocha, Ucayali, Perú.

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Sur:  Pedro Favaron, Comunidad Nativa Santa Clara de Yarinacocha, Ucayali, Perú

Yaxkin: Por favor, preséntate a ti mismo 

Pedro: Soy un hombre humilde sobre la tierra, que procura conservar el cuerpo sano, la mente bien formada y activa (pero simple y sin enredos), y el corazón sincero. Nací en la ciudad de Lima, capital del Perú, y desde niño sentí la necesidad de retornar a la tierra. Y, también desde muy temprano, intuí que los pueblos indígenas guardaban un saber fundamental para realizar ese reencuentro con la red sagrada de la vida. Mis mejores tiempos en la infancia y en la adolescencia fueron cuando nadaba en el Océano Pacífico, cuando caminaba las playas de noche, o nuestros viajes familiares al desierto andino y a los valles costeros. Aunque tuve la suerte de llevar una educación académica hasta alcanzar el doctorado en la Universidad de Montreal en Canadá, mi alma seguía sedienta de algo que la mera educación intelectual no me podía brindar. Es decir, no tengo ninguna crítica a la educación académica en sí misma (sí, en cambio, a la primacía del positivismo materialista); pero entiendo que las actuales universidades no pueden atender las necesidades genuinas de nuestro ser. Entonces, al acabar mis estudios, me vine a vivir a la Amazonía y me casé con Chonon Bensho, una sabia y hermosa mujer artista del pueblo shipibo-konibo. Ella es descendiente de médicos visionarios (Meraya) que han mantenido por muchas generaciones los vínculos de nuestro mundo con los Dueños espirituales de la medicina y con los antepasados. He podido heredar al menos un poco de esos saberes ancestrales y la conexión espiritual que el abuelo de mi esposa (Ranin Bima) guardaba con esmero. Mi ser entero se ha renovado con el perfume de las plantas medicinales y el resplandor del Jakon Nete (la tierra pura, carente de maldad). A pesar de ser una persona de este tiempo y experimentar, al igual el resto de la sociedad, las antinomias de la modernidad y la prevalencia de las lógicas cibernéticas, procuro vivir en armonía entre el cielo y la tierra. Es desde esa armonía que recibimos algunos pacientes que piden nuestra ayuda con humildad, a los que atendemos de la forma tradicional. Así mismo, en diálogo con los bosques y con la red sagrada de la vida, escribo poemas, narrativa, ensayos, artículos académicos y hago algunos videos y películas, tratando de ser un aporte para el mundo, compartiendo belleza y claridad para ayudar a un tiempo signado por la violencia y la confusión.  

Yaxkin: Desde que comenzaste a habitar en Yarinacocha ¿cuál es la situación actual de la Amazonía peruana?

Pedro: El estilo de vida de los antiguos ha desaparecido de este mundo de forma definitiva. Ya no hay vuelta atrás. Los medios de comunicación y las nuevas tecnologías tienen un impacto profundo en nuestros estilos de vida, en nuestras aspiraciones, y colonizan el inconsciente de los jóvenes. Las lenguas indígenas se están perdiendo y con ellas toda su sensibilidad, su relación íntima con el territorio, los conocimientos implícitos en el lenguaje. Por otro lado, la deforestación y la depredación excesiva de los lagos y ríos continúan avanzando. Así también la violencia. Este es un punto en el que conviene explayarse, ya que no solo han crecido de forma preocupante los asaltos con armas y los robos a las casas, sino que también se ha expandido la rabia en el corazón de las personas y la brujería. Las personas no quieren realizar los sacrificios que hacían los antiguos para purificar su corazón y aprender de la forma ancestral cómo vincularse con los Dueños espirituales de la medicina y con el Jakon Nete. Antiguamente, las pocas personas que seguían las sendas iniciáticas de los antiguos lo hacían para ayudar a sus familias y protegerlas. Por el contrario, ahora se aprende solo por negocio, para dar de tomar plantas visionarias a los extranjeros, asemejando así nuestras medicinas sagradas a cualquier otra droga. Cuando uno quiere aprender motivado por deseos egoístas, torcerá su camino y solo aprenderá lo negativo, convirtiéndose así en una persona anti-social que fomenta la desunión. En el corazón del médico visionario debe primar la generosidad y el ánimo de servicio. Si uno se inicia de la manera tradicional, todavía es posible vincularse con el Jakon Nete. El mundo de los antiguos ha desaparecido de esta dimensión existencial en la que vivimos, pero aún vive en un tiempo-espacio paralelo al nuestro. Si mantenemos el corazón puro, su luz despertará en nosotros, y nos dará fuerza y sabiduría. 

Yaxkin: En tu visión, ¿cuáles serán los desafíos para la comunidad de Santa Clara de Yarinacocha en los próximos años?

Pedro: Creo que el gran desafío de las familias indígenas, en general, es cómo sobrevivir y seguir manteniendo nuestras diferencias culturales y espirituales, en medio de la aplastante tendencia homogeneizadora del globalismo que nos quiere a todos iguales, consumiendo lo mismo, pensando lo mismo, deseando lo mismo, desconectados de nuestro propio ser y del alma del mundo. ¿Es posible para los pueblos indígenas participar de la economía de mercado de una forma diferenciada, sin perder sus saberes ancestrales, su arte y su lengua, y, sobre todo,  preservando una relación armoniosa con la red sagrada de la vida? Yo veo que este es un reto mayor, muy difícil, pero no imposible. Creo que esto no podrá lograrse si los pueblos indígenas no consiguen una formación académica sólida; el problema, es que la mayor parte de las veces la educación moderna ha sido usada para erradicar las culturas de los pueblos y disciplinar a los estudiante para que sean funcionales a un sistema de explotación de otros seres humanos, pero también del resto de seres vivos. Sería necesario abrir espacios académicos en los que se pueda poner a dialogar en igualdad de condiciones a las nuevas tecnologías, a las ciencias modernas y a los saberes ancestrales, centrándonos en el amor y la compasión hacia los seres humanos, hacia la tierra y hacia el resto de los seres sensibles. Yo veo, sin embargo, que la región de Yarinacocha se halla por el momento muy lejos de esta posibilidad y eso es algo que da congoja a mi corazón; sin embargo, no considero del todo saludable apegarme a esa tristeza, sino mirar con esperanza el futuro: a pesar de todos los retos y amenazas que se yerguen contra la vida en este tiempo, también hay muchas personas, de diferentes culturas, que quieren aprender los saberes ancestrales para buscar modos más armónicos y hermosos de habitar la tierra. Lo que da sentido a nuestra vida es el servicio que brindamos a los demás; la luz de la sabiduría resplandece para todos aquellos que buscan, con ánimo sincero, cambiar su vida y curar sus heridas, para ser personas que trabajen a favor del bien de la red sagrada de la vida.  

Yaxkin: ¿Cómo podría la visión espiritual de los pueblos del Este de Asia enriquecer a las comunidades nativas y a la sociedad peruana mestiza?

Pedro: Siempre he intuido que existe una relación íntima entre las culturas andino-amazónicas y las orientales. Además que en el Perú, en particular, tenemos una antigua migración japonesa y china que se ha integrado a las culturas locales y cuyos aportes son evidentes en todo sentido (empezando por la culinaria). Siento que existe una suerte de resonancia y continuidad; sin embargo, al no ser algo consciente y explícito, creo que no podemos beneficiarnos plenamente de esa relación y de lo que las tradiciones espirituales de los pueblos del Este de Asia tienen para enseñarnos. Creo, por ejemplo, que las nociones básicas del taoísmo, que procuran la humildad, el aliarse a los movimientos de los ciclos de la naturaleza sin oposición, la contemplación y el alejamiento del Estado, son muy próximas a la sensibilidad amazónica ancestral. La ética confuciana, en cambio, esa entrega de servicio abnegado al Estado está bastante ausente en la Amazonía (en donde prosperaron naciones sin Estado), aunque es posible que existiera algo semejante en el antiguo Tawantinsuyo de los Inkas. Así mismo, creo que el Budismo Chan y Zen, con el énfasis en el retorno a nuestra condición original, entendiendo el Satori como un despertar a nuestra verdad interior, tienen cercanías con la comprensión indígena de la realización personal del sabio Meraya. El énfasis budista en la compasión y en la generosidad resulta muy próxima a la ética ancestral: el ser humano legítimo (lo que en lengua shipiba se conoce como jonikon) no puede estar dominado por sus deseos egoístas, por sus apetitos, envidias o celos, sino por la vocación de servicio, por el sacrificio de uno mismo a favor de la red de parientes y de afectos. Al mismo tiempo, la comprensión sintoísta sobre los espíritus de la naturaleza nos es realmente próxima; con mi esposa tenemos una afición por los Animes del Estudio Ghibli. Nos gusta mucho la coincidencia del Japón moderno y el ancestral; creo que eso nos ayuda a imaginar una modernidad propiamente amazónica, que pueda acoger lo mejor de la ciencia y de la tecnología sin perder sus raíces culturales y espirituales. Incluso la pintura y la poesía japonesa resultan próximas a nuestra sensibilidad. Creo que sería muy enriquecedor entablar un diálogo cultural, intelectual y espiritual, que no pase por el filtro de las academias eurocéntricas, sino que pueda darse de frente y en un ambiente de confianza y comprensión.  

Yaxkin: ¿Crees en la Madre Tierra? ¿Para ti qué es la Madre Tierra y desde la espiritualidad shipibo-konibo cómo podríamos acercarnos a ella?

Pedro: Resulta evidente que la tierra se comporta como una madre: su atmósfera nos abraza como las aguas uterinas; ella nos sostiene y nos alimenta con generosidad. De la misma manera el sol se comporta como un padre, que alumbra nuestro camino y fecunda la tierra, para que la vida sea posible. Es bueno reconocer con humildad nuestra deuda con los elementos fundantes de la existencia y nuestra participación en la red sagrada de la vida. Nosotros sabemos, por las enseñanzas de los abuelos, que todos los seres vivos, es decir, que las plantas, los árboles, las aves, el sol, las montañas, las piedras, los ríos, tienen su propia forma de lengua, su propia forma de consciencia y que tienen vida espiritual, que el soplo del Gran Espíritu habita en ellos y los anima. Según las narraciones ancestrales, todos los seres vivos compartíamos una misma condición original; por lo tanto, estamos todos emparentados y nada se halla por completo desvinculado. Los seres vivos participamos de una red sagrada y nos complementamos los unos con los otros. Los humanos no podemos sobrevivir por cuenta propia, sino que dependemos de los demás. Por eso mismo no tenemos derecho a imponer nuestros caprichos ni a abusar de los demás, al punto de poner en riesgo la continuidad de la vida en el planeta. La salud, en un sentido holístico e integral, necesita nuestra armonía  con el resto de los seres vivos. 

Yaxkin: ¿Cómo podemos reconciliarnos con la Madre Tierra? 

Pedro: En primer lugar, creo que debemos regresar a estilos de vida más austeros y cercanos a la tierra y a las plantas. Si uno quiere reconciliarse con la tierra madre, hemos de desacelerar nuestros afanes y agendas apretadas, purificarnos y retornar a la temporalidad contemplativa de los árboles. Hay que limpiar nuestras retinas y recuperar el asombro navegando los ríos en canoa y caminando bajo la sombra verde de los bosques. Para dialogar con el resto de los seres vivos y experimentar la unidad con la red sagrada de la vida, hemos de conservarnos en cierta pureza: alimentarnos de forma saludable y ligera, renunciar a los excesos de la lujuria y a los placeres egoístas, respirar con sosiego, conservar la inocencia del corazón, amar al resto de seres y dejar que emerja nuestra luz interior. Los abuelos nos enseñaron las palabras precisas para conversar con el resto de los seres vivos. Nuestros cantos medicinales son como flores perfumadas que descienden desde el Jakon Nete para bendecir nuestro mundo, para calmar las tristezas y alegrar los corazones. Además, mi convicción profunda es que las oraciones de los santos y de los sabios son como columnas invisibles que evitan que el cielo y la tierra se mezclen de forma caótica. Debemos preservar los equilibrios y los vínculos del mundo visible con los espirituales. El ser humano solo se puede realizar de forma plena si recibe fuerza, ayuda y sabiduría de los Espíritus Maestros y de los sabios del pasado. 

Yaxkin: ¿Cuál es el rol de la poesía, las canciones y las artes para esta reconciliación?

Pedro: Los antiguos Meraya eran sabios que curaban a los pacientes con sus cantos medicinales. Es decir, eran médicos poetas que sanaban con las vibraciones de su voz. La fuerza curativa suprasensible baja desde los mundos espirituales y toma cuerpo en la voz de los médicos. Se trata de una poesía sagrada que purifica el cuerpo y la mente, que aleja a los malos espíritus y combate contra la brujería, que restablece los equilibrios perdidos y alegra el corazón. Nosotros hemos podido aprender un poco de esa herencia y la seguimos practicando. Estos cantos medicinales inspiran el resto de nuestras prácticas artísticas. Junto a mi esposa, creemos en un arte que, nutriéndose de los saberes ancestrales, del territorio y de los mundos espirituales, contribuya a embellecer el planeta, participe del equilibrio cósmico y nos recuerde sobre el buen convivir con el resto de los seres, sobre cómo habitar la tierra de forma bella, sabia y prudente. Creo que en este tiempo en el que proliferan las enfermedades mentales y la pérdida de nuestra propia humanidad (bajo la primacía de la cibernética), el arte debe elevarnos y donarnos tranquilidad, amor, compasión y recordarnos acerca de nuestro propio corazón. Las personas se encuentran cada vez más desvinculadas de ellas mismas, del resto de seres y de lo sagrado; nuestro arte procura ser una medicina para estas enfermedades y quiere brindar alivio al sufrimiento.  

Yaxkin: Por favor, comparte tu visión con una frase o poema.

Pedro:

En un refugio
en la montaña
paso mis días
y mis noches

escuchando
el canto líquido
de la agreste ave

y el lenguaje
hondo y callado 
de las plantas.

Sentado solo
bajo un árbol
junto al arroyo

el deseo vano 
se disuelve
con las aguas

que sin prisa
ni detenerse, 
van al gran río.

Cuán diferente
sería el mundo
si mis hermanos

escucharan
el dulce rumor
de la quebrada

manantial
de amor 
en la raíz 
del corazón.

Este: Tokūn Tanaka(田中徳雲)

Yaxkin: Por favor, preséntate a ti mismo

Tokūn: Soy un monje a cargo de un templo budista en la ciudad de Minami Soma en la prefectura de Fukushima. Cuando estudiaba la secundaria, comencé a interesarme leyendo libros sobre antiguos monjes budistas y comencé a estudiar sobre el budismo. Desde el año 2001 he estado viviendo en este templo dedicándome a nuestras labores cotidianas. Hace diez años, en este templo emblemático de nuestra región famosa por la agricultura, la pesca y su abundante naturaleza, todo cambió enormemente a raíz del accidente de la planta de energía nuclear. Mi templo se encuentra ubicado a 17 kilómetros al norponiente de la planta de energía nuclear [Fukushima Daiichi]. 

Yaxkin: Ahora, a diez años del terremoto, tsunami y desastre nuclear del año 2011, ¿cuál es la situación de Minami Soma, Fukushima? 

Tokūn: Antes de los desastres del terremoto la población era de alrededor de 13.000 personas. Muchas de estas personas vivían agrupadas compartiendo con tres o hasta cuatro generaciones un mismo techo. También se valoraba enormemente la historia y la cultura que se había transmitido desde los antepasados. A raíz del terremoto, el tsunami y el accidente de la planta de energía nuclear, las personas fueron forzadas a llevar una vida de “evacuados” durante un largo periodo de tiempo. Especialmente, la contaminación radioactiva debida al accidente de la planta de energía nuclear fue una experiencia nueva y por lo tanto era muy difícil para nosotros responder ante la situación. Esta contaminación es invisible a los ojos, no tiene olor, y no se puede sentir. Sin embargo, resulta que está ahí. Luego, el gobierno japonés minimizó el problema ya que se dedicó meramente a seguir las acciones de su plan nacional para centrales de energía atómica. Como resultado, las opiniones sobre los asuntos de la radiactividad se dividieron dentro de la comunidad local y entre las familias. Por ejemplo, cosas como dejar que la ropa se seque al aire libre o no, o el comer las propias verduras cultivadas en el huerto. También surgieron algunas decisiones muy difíciles como la de regresar o no a nuestras casas que terminaron por abrir una enorme fisura espiritual. Hoy en día, contando a las personas que regresaron y viven en el pueblo, somos cerca de 3500 personas.

Yaxkin: En tu visión, ¿cuáles serán los desafíos para la comunidad de Minami Soma en los próximos años?  

Tokūn: Tenemos muchísimos asuntos. El primero es el problema de la reducción de la población. Ahora, en este distrito de Minami Soma llamado Odakaku la gente que ha regresado es aproximadamente un 35% de la gente que vivía antes del desastre del terremoto y la gran mayoría son personas de edad avanzada. Por ello, en los próximos diez a veinte años se estima que la población se reducirá enormemente. El segundo es el problema del medio ambiente. Por ejemplo, este 35% realiza el trabajo cooperativo que antes toda la comunidad realizaba para el mantenimiento de los bosques, pero como la mayoría son personas de edad muy avanzada el trabajo se ha vuelto casi imposible. Como resultado, las montañas se han tornado agrestes, los jabalíes y los monos bajan a los pueblos a saquear las huertas. Es posible que una de las causas sea el aumento de la población de estos animales durante el tiempo en que la gente estuvo evacuada de la zona. Sin embargo, es importante pensar que esto está conectado con el hecho de que no hay alimento en la montaña. Es decir, yo pienso que esto se debe a que estas zonas requieren un cuidado esmerado. El tercero son los problemas del corazón-mente. Los niños que presenciaron el accidente de la planta de energía nuclear dentro de poco alcanzarán la mayoría de edad [en Japón es de 21 años]. Ellas y ellos han visto cómo el gobierno no se ha preocupado por cuidar a la población de sus pueblos y ha mentido para cuidar sólo de sí mismo (y las corporaciones). Este gobierno ha mentido sin escrúpulos utilizando un doble discurso que recubre con un lenguaje de la apariencia [tatemae] sus verdaderas intenciones [honne], complaciendo a los fuertes y pisoteando a los débiles. Los niños que han visto todo esto llevan presentes esas heridas y por eso no tienen ninguna esperanza en la sociedad.

Yaxkin: ¿Cómo podría la visión espiritual de los pueblos indígenas enriquecer la visión y la vida de los japoneses?

Tokūn: Especialmente creo que la visión espiritual de los pueblos indígenas/nativos es importante porque pienso en el futuro de nuestros niños y niñas. También por su postura de respeto hacia la Tierra como si fuera una propia madre a la que no hay que herir.  Esta manera de pensar era compartida de manera general por los antiguos japoneses. Debido a que Japón es una nación de islas, antes se valoraba el agradecer a la naturaleza, al mar y a la montaña por las bendiciones recibidas. No se tomaban cosas de la naturaleza en exceso y se compartían. Tras el paso de la revolución industrial, también en Japón ha entrado el pensamiento capitalista. Pese a que hemos ido perdiendo de vista las cosas y cayendo en la confusión por buscar el beneficio inmediato creo que los genes que estaban dormidos dentro de nosotros han comenzado a despertar. Me parece esperanzador que haya personas que cansadas de la vida en las ciudades buscan la vida en el campo, o que cada vez más jóvenes intenten hacer sus vidas más pequeñas y cercanas a la autosuficiencia. Creo que esto está sucediendo no solo en Japón sino también en todo el mundo al mismo tiempo.

Yaxkin: ¿Crees en la Madre Tierra? ¿Para ti qué es la Madre Tierra y cómo podríamos aproximarnos a ella desde el budismo japonés?

Tokūn: Sí, por supuesto. Yo soy una parte de la Tierra. Si ponemos como ejemplo un árbol de manzanas, cada uno de nosotros somos un fruto y la Tierra sería nuestro árbol. Es necesario despertar a la conciencia que va del fruto hacia el árbol. Precisamente este árbol es la forma de nuestro futuro. Creo que si nuestra conciencia del fruto hacia el árbol despierta, entonces ocurre una metamorfosis como la de la oruga que se convierte en mariposa, y podremos ir resolviendo de manera natural los problemas.  Pienso que el vacío 空 (kū) que se explica en el budismo nos explica estas cosas. 

Yaxkin: ¿Cómo podemos reconciliarnos con la Madre Tierra? 

Tokūn: Meditando dentro de la naturaleza. Caminando. Entrando al mar y recogiendo la basura. Plantando árboles y cuidándolos en la montaña. Estas cosas nos permiten poder escuchar la voz de la Tierra, para poder “sintonizarla” sincronizando nuestro propio ser. Por medio de esta sintonización se vuelve posible escuchar la voz de la Tierra. Creo que aunque sea con esto poco, nuestra madre (Tierra) se alegra y al ir sanando nuestras heridas llegamos a tener la oportunidad de recuperar nuestra conexión con ella. 

Yaxkin: ¿Cuál es el rol de la poesía, las canciones y las artes para esta reconciliación?

Tokūn: La energía que poseen las artes es muy grande. Más que mil palabras, una fotografía, un solo poema que haga resonar el corazón de una persona no es poca cosa. También los hopis han escrito de esto en sus profecías. Es sabido que los hopis auténticos, se educan con pensamiento claro, buenas imágenes, dibujos, y palabras rigurosamente elegidas (la educación, en este caso, no significa la educación en el sentido de los blancos, sino una verdadera educación para la paz).

Yaxkin: Por favor, comparte tu visión con una frase o poema.

Tokūn:

Para los pies   la tierra
Para las manos   un hacha
Para los ojos    las flores
Para los oídos    los pájaros
Para mi nariz    este hongo
Para mi boca     una sonrisa
Para el pecho     la canción
Para la piel         el sudor
Para el corazón   el viento
Y con eso es suficiente.

Nanao Sakaki (1923-2008)

Muchas gracias.

田中徳運氏(福島南相馬町にある道警寺の禅僧)、ぺドロ・ファヴァロン氏(ペルー、ウカヤリ県アマゾン森林地域のサンタ・クララ・デ・ヤリナコチャ集落のニシネテ治療院)

インタビュアーと写真 ヤスキン・メルチー

ペドロ・ファヴァロン氏

ヤスキン:それでは、自己紹介をお願いします。

ペドロ:私はこの大地に根を下ろし、健康な体と確固でアクティブな精神を持つ、迷いのない簡素で誠実な心を持ち続けようと努めている謙虚な人間です。

ペルーの首都リマで生まれました。幼少のころから「大地に戻りたい」という感覚がありました。そして少年の頃から先住民達が「生命の神聖なつながり」を再発見するために必要な深淵な智慧を保持していることを直観的に感じとっていました。

幼少期ー青年期で私にとって一番素晴らしかった思い出は海水浴や夜の海辺の散歩、家族でアンデスの砂漠や海岸の渓谷地域を旅行した日々です。

その後、カナダのモントリオールの大学で修士号を取得するという幸運に恵まれましたが、私の魂はアカデミックな教育では満たされませんでした。

そのような教育システムについて何ら批判をするつもりもありませんが、現代社会が物質至上主義を優先することについては批判的な考えを持っています。少なくとも 現在の大学教育では私たちが本質的に必要としていることついては対応しきれていないと実感しています。

大学を終え、私はすぐにウカヤリ県アマゾン森林地域に移住し、シピボ・コニボ族の美しく知的な芸術家チョノン・ベンショという女性と結婚しました。彼女の家系は何世代にもわたって、祖先と*メディシーナ(スペイン語で薬の意味だがシャーマニックな世界では伝統的民間医療の施術で使われる薬草や歌、音楽などを指す。)の精霊の師たちと現生の人間世界とを繋ぎ続けてきた**メラヤ(シピボ・コニボの言葉でシャーマン、薬草をや唄、詩で治療する伝統的民間医療の専門家の意味)の血を受け継いでいます。妻の祖父のラニン・ビマが祖先から大切に受け継ぎ守り続けてきた智慧と精神世界との結びつきを私も多少なりとも継承することができました。そのおかげで、「私」という存在は完全に薬草、生薬の香りと***ジャコンネテ(純粋な大地、悪がないこと、悪のない大地)の輝きによって一新されました。

私は現代社会のジレンマやサイバネティクス理論に支配されたこの時代に、この社会に生きている現代人でありながらも天と地の間に調和を持って生きようと努めています。その調和をもとに私たちの慎ましやかな手助けを求める人達を受け入れ、伝統的な方法で対応、診療しています。また、森や「生命の神聖なつながり」との対話から詩やエッセイ、アカデミックな文献の執筆活動、動画や映画の制作などを通して、美と真実を分かち合うことでこの暴力と混沌に満ちた時代の救いの一手となるように努めています。

2ヤリナコチャに移住してからのことを振り返り、今あなたが住んでいるペルーアマゾンの森林地域の現状について教えてください。

ペドロ:古代の生活様式はこの世界からもうすでに消え去ってしまい、もう元に戻すことはできません。マスメディアや新しいテクノロジーは私たちの生活様式や願望に深く影響を与え、若者たちの深層意識に入り込んでいます。先住民の言語は、その繊細な感性やその土地との密接な関係だけでなく、言葉に内在する深淵な知識までも失われつつあります。その一方で森林破壊、湖や河川の汚染はとどまることを知りません。暴力も然り、です。

これは強調すべきことだと思いますが、武器を用いた強盗や空き巣被害の増加が深刻なだけでなく、人々の心の中に怒りや黒魔術が広がりました。

人々はもう、昔の人たちがしていたように心を清めたり、先祖から受け継がれた方法*メディシーナの精霊や***ジャコン・ネテとの繋がり方を学ぶために代償を払おうとしません。それでも昔は、限られた少数の人たちが家族を助けたり守るために先人たちから受け継いだ方法で道をたどり、学びを得ていました。ところが現代では商売として外国人にアマゾンの森林の神聖な薬草をまるでドラッグのように飲ませることを学んでしまうのです。もし、自己の願望のためにそのようなことをするのであれば学びの道は歪み、ネガティブな事だけを習得し、不調和を育む反社会的な人間に変貌するでしょう。**メラヤの心は寛容さと、奉仕の精神であふれているべきですし、古典的な方法で学び始めることができれば***ジャコン・ネテと結びつくことは今だ可能でしょう。古代人の世界は、私たちが生きているこの次元からは失われてしまいましたが、パラレルワールドにはまだ残っているのです。純粋で無垢な心を保てるのなら私たちの中に光は目覚め、力と智慧を与えてくれることでしょう。

3、サンタ・クララ・デ・ヤリナコチャ集落において、今後どのような課題や試みをビジョンとしてお持ちですか?

ペドロ:先住民の家族の今後の大きな課題は、私たちの本来の在り方だけでなく世界や魂から断ち切られ、皆そろって同じものを消費し、同じことを考え、同じものを求め、全てを同様に均一化させるグローバリズムという圧倒的な流れの中で、どのようにしたら先住民族独自の文化の精神性を維持しながら生き残れるか、と言うことだと思います。

先住民にとって、古代からの智慧や言、芸術を失うことなく「生命の神聖なつながり」と調和の取れた関係を保ちつつ、独自の方法で消費、経済市場に参加することは可能でしょうか?私はこれはとても難しい課題だと思います。が、決して不可能ではありません。けれども、先住民がしっかりとした学校教育を受ける事なしには達成できないと思います。問題は多くの場合、現代の教育が先住民達の文化を根絶し、学生たちに対して人類だけでなく生きとし生けるもの全てから搾取するシステムの維持に役立つ人員の養成に利用されてきたことです。

人々や、大地そしてその他の生き物への愛と慈悲の心に焦点を当てた上で新しいテクノロジーと近代科学や古代から受け継がれてきた智慧について公平な条件で話し合えるアカデミックな場を設ける必要があります。そしてそれは大地やそこに生きるかけがえのない存在達への愛と思いやりのもとに成されるべきだと思いますが、私の見解ではヤリナコチャ地域は現時点でこの可能性からは随分かけ離れており、痛ましい状況であると言えます。とは言え、悲しみにくれていても始まらないので、希望のある未来を見るべきだと考えています。多くのチャレンジや命を危険にさらすような脅威が立ちはだかるような時代ではありますが、より調和の取れた、美しい方法でこの大地に住むことに興味を持ち、先祖代々受け継がれた智慧について学び、生命の神聖な結びつきのために役に立ちたいというペルーアマゾン以外の文化圏の人々が多くいることも確かだからです。

私たちの生き方に意味を与えるのは他者への奉仕の精神です。智慧の光は誠実で強い意思を持って傷を癒し生き方を変え、「生命の神聖なつながり」を取りもどすことを望む全ての人々の上に注がれるのです。

ヤスキン:東アジアのスピリチュアルなビジョンはどのようにしたらペルーの先住民のコミュニティーと****メスティーソ(白人とラテンアメリカの先住民の混血)社会の生活を豊かにできると思いますか?

ペドロ:私は常々アンデスーアマゾン文化と東洋の間に親密な関係があると感じていました。特にペルーでは、古くから日本や中国からの移民が歴史的にペルー現地の文化に浸透しており、その貢献は特に食文化を初め様々な点で明らかな影響が見受けられます。それは共感を持って継続的に受け入れられたという幸運に恵まれた反面、意識的に明白な意図を持ってされたことではなかったゆえに、このアマゾン―アンデスと東洋の関係や東洋のスピリチュアル文化の伝統が私たちに教えうる恩恵を私たちは十分に受けるに至らないのだと思います。

例えば、道教の基本思想である謙虚であること、自然の周期の動きと対立せず調和をする事や、思慮深くあること、そして国家とは距離を置くことなどは古代アマゾンの感性と似通っています。一方で儒教の国家への献身的な奉仕という倫理観は、古代インカのタワンティスヨにはそれと似通っているものがあったかもしれないと言えますが、国家なくして民族が繁栄したアマゾン森林地帯ではあまり見られません。

また、仏教の禅宗は内なる真実への目覚めを「悟り」とし、自らの本質に戻ることに重きをおいていますが、これは先住民が理解するところの**メラヤの賢人の「個」の認識と近いものがあります。慈悲深く寛容であることに重きをおく仏教の考えは古代の倫理とよく似ています。例えば、まっとうな人間(シピボ族の言葉でジョニコン)はエゴや私利私欲、恨みや妬みに心を翻弄されてはならず、奉仕の精神で自己を犠牲にし、親族や愛する人々との繋がりのために身を尽くすのです。

同じように、神道の自然神についての認識は、私たちのそれとかなり近いものがあります。妻と私はスタジオジブリのアニメのファンでもあります。私たちが好意を抱いている近代日本の伝統との調和は、文化や精神性のルーツを失うことなく科学とテクノロジーの最も優れた部分を取り入れているという点で、私たちのアマゾンが真にアマゾン森林らしい現代化を遂げることを思い描く手助けとなってくれます。

日本の絵画や詩は私たちの感性と似ているとも思えます。西洋中心主義的なアカデミズムのフィルターを通さず、正面から向かい合い気兼ねなく分かり合える雰囲気で、精神性について知的で文化的な対話が始められたら話が弾み充実したものとなるでしょう。

ヤスキン:「母なる大地」を信じますか?あなたとって「母なる大地」とはなんですか?シピボ・コニボ族の精神性と見解ではどうすればその考え方に近づくことができるとお考えですか?

ペドロ:大地は母のような存在であることは明らかですし、大気はそこに住む私たちを子宮の羊水のように包み込み、支え、そして惜しみなくその豊かさを与えてくれます。そして太陽は父のようであり、生命活動の実現のため、道を照らし、大地を肥沃にしてくれます。今一度、私たちには生きて行くための基本的なことは与えられていることや、「生命の神聖なつながり」の一部であることの恩義を認識し、謙虚に受け入れることは大切なことだと思います。

全ての命あるもの、植物、樹木、鳥、太陽、山々、石、河、などはそれぞれ彼ら独自の言語や意識そして、高い精神性を持ち、偉大なる精霊の息吹がそれらに宿り魂を与えているということを、私たちは尊翁から伝授されています。先祖の言い伝えでは、全ての生命の起源は同じです。したがって、皆等しくつながっていて、完全に切り離されてしまっているものなど何もないのです。命あるものは、「生命の神聖なつながり」の一部で、お互いに補い合っているのです。人間は一人では生きていけず、お互いに助け合い相互依存しあっているのです。だからこそ、他者を尊重せず独善的、利己的にふるまうようなことは地球上の生命存続を危機に陥れることになり、私たちにはそんな権利はありません。包括的で統合的な意味での健康を考えるのなら、私たちが他の生き物たちと調和を保つことが必要です。

ヤスキン:どうしたら母なる大地とよい関係を取り戻すことができますか?

ペドロ:まず第一に、大地と植物に寄り添うような簡素な生活に戻るべきです。母なる大地と良い関係を取り戻したいのなら日常の慌ただしさやぎっしりと詰め込まれた予定を見直し、身心を浄化し、樹木のように黙想するようなゆったりとした生活に戻ると良いでしょう。瞳の網膜を清め、カヌーでゆったりと河を下ったり、森の木々の影の下を歩きながら、驚嘆する素直な心を取り戻すべきです。そして全ての生きとし生けるもの達と対話したり、「生命の神聖なつながり」の一部であることを体験するには私たち自身の純粋さを養うことが大切です。それには、健康的な食生活を心がけ、過度な性的欲求や、自我を満足させるためだけの快楽を絶ち、ゆったりとした気分で呼吸をし、純粋な心を保ち、全ての命を愛し、内なる光を輝かせるのです。尊翁たちは全ての生きとし生けるもの達と会話をするのに必要な言葉を教えてくれました。私たちの歌(伝統的民間医療で使われる治癒力のある歌)はジャコン・ネテから沸き立つ香り高い花のようにこの世界を祝福し悲しみを沈め、心を悦びで満たします。そして、聖人や賢人たちの祈りは天界と大地が混沌の中で交じりあってしまわないようにするための目に見えない柱のようである、と私は深く確信しています。さらに、私たちは目に見える世界と精霊たちとの繋がりとバランスを保たなくてはなりません。人間は、師である精霊や祖先の賢者から活力や助けや智慧を受け得ることではじめてまっとうな人間となるのです。

ヤスキン:詩や歌、芸術の役目はなんでしょうか?

ペドロ:古代の**メラヤは歌うことで人々を治療し、癒していました。つまり、彼らはその声の波動で治癒する詩人であり治療家だったのです。非常に繊細な感度の治癒力は精霊たちの世界から降りてきて、治療家の声をまとった姿で現れます。それは神聖な詩で精神と体を浄化し、悪い精霊を遠ざけ魔術と戦うことで失われたバランス感覚を回復させ心に悦びをもたらします。私たちはこの治療法を少なからず継承し学び、実践し続けています。そしてまた、歌うことは私たちの芸術活動にもインスピレーションを与えてくれます。

妻と私は共に、このアマゾンという土地や精霊たちの世界で先祖の智慧を身に着けて、地球をより美しくすることに貢献し宇宙の均整の一部となり、更には全ての生き物と共に生きる事、そしてどうすればいかに美しく、知的にかつ堅実な方法でこの大地に住むにはを想い起こさせてくれるような芸術を信じています。

サイバネティックス優先で本来の人間性が失われ、精神の病が蔓延しているこの現代に、芸術は私たちを向上させ愛と静けさ、そして慈悲の精神を育み私たちの本来の心とは何かについて思い出させてくれます。

今後ますます人々は自分自身の本質やその他の生き物たちだけでなく神聖で霊的なものとの結びつきを失いつつありますが、私たちの芸術はそういった病のための*メディシーナ、治療、癒しであり、苦しみを和らげる手助けとなるでしょう。

ヤスキン:あなたが得意とする詩で表現していただけますか?

ペドロ:

山奥の隠れ家

昼夜を過ごす

聞こえるのは

野鳥の一声

言葉少ない草木の沈黙

小川の傍

樹の下に独り座れば

ゆらゆらとした欲望は

水に溶け

急がず、だがとどまることなく大河へ流れる。

兄弟たちが

渓谷の甘いざわめきを耳にしたら

世界はどんなに違うことだろうか

心の奥底にある

愛の泉

                        訳  大里千津子 安藤美津子

                        協力 相良泰子

田中徳雲

ヤスキン:それでは、自己紹介をお願いします。

田中:私は福島県南相馬市で禅寺の住職をしています。

高校生の時に、本で読んだ昔の禅僧に憧れて、仏教を学び始めました。

修行生活を経て、2001年から現在のお寺で生活をしています。

地域のシンボル的なお寺で、農業と漁業が盛んな、自然豊かなのどかな場所でした。

10年前の原発事故で生活は大きく変わりました。

私のお寺は原発から北西に17㎞のところにあります。

ヤスキン:2011の東日本大震災、および福島第一原子力発電所事故からことを振り返り、今あなたが住んでいる南相馬市の現状について教えてください。

田中:震災前の人口は約13000人でした。多くの人々は3世代、4世代が同居して住んでおり、先祖から伝わる歴史と文化を大切にしていました。町には1000年続くといわれる伝統行事、相馬野馬追いがあります。

地震と津波と原発事故で、人々は長期間の避難生活を強いられました。

特に原発事故による放射能汚染は初めての経験で、対応が難しかったです。

目には見えず、匂いもしないし、感じることも出来ません。しかし、確かにそこにあるわけです。日本政府は、原子力発電を国策として進めてきたので、事故を矮小化しました。そのため、地域コミュニティーや家族内でも、放射能に対しての意見が分かれました。例えば、洗濯物を外に干す、干さない、畑で作った野菜を食べる、食べないなどです。元住んでいた家に帰る、帰らない、という選択も難しい問題で、精神的に大きな分断、消耗を強いられました。

現在、私の町に帰還して住んでいる人は約3500人程です。

ヤスキン:南相馬市において、今後どのような課題や試みをビジョンとしてお持ちですか?

田中:課題はいくつもあります。

1つには、人口の問題です。今、南相馬市小高区に戻ってきて住んでいる人は、震災前の約35%ほどで、ほとんどが高齢者です。10〜20年後には、人口が激減するでしょう。

2つには、環境の問題です。例えば山林の手入れなどで、以前は地域で協力して行っていた共同作業も今は帰還した35%の人で行っているわけです。しかも高齢者。それは不可能に近いです。そのため、山が荒れ、イノシシや猿が里に下りてきて田畑を荒らしています。人が避難していた間に、動物の個体数が増えたのも原因でしょうが、山にエサがないことも原因で、つながる一つの問題として考えていくことが大切です。このあたりの丁寧なケアが必要だと思っています。

3つには、こころの問題です。原発事故を目撃した子どもたちも、間もなく成人しようとしています。彼らは政治が市民を守るものではなく、自分たち(組織)を守るために、市民に嘘をつくことも見てきました。本音と建て前を使い分け、平気で嘘をつく。立場の強い人の機嫌をとり、立場の弱い人のことは踏みにじりました。それらを見てきた子どもたちは、潜在的にも傷つき、社会に希望が見出せないのではと思います。

子どもたちのためにも、そしてもっと広く、すべてのいきものたちのためにも、みんなが共感できる、祈りと行動が必要だと思います。

ヤスキン:先住民のビジョンはどのようにしたら日本の社会の生活を豊かにできると思いますか?

田中:先住民の精神的なビジョンで、特に大切だと思うことは、未来の子どもたちのことを考えること。それから、地球を自分の母親と同様に位置づけ、決して傷つけず、敬うこと。これらの考え方は、昔の日本人は皆共有していました。なぜなら日本は島国です。海の恵みをいただき、山の恵みをいただき、自然に感謝して、採り過ぎず、そして分け合うことを大切にしてきました。

産業革命以後、日本にも徐々に資本主義的な考え方が入ってきて、目先の利益に目がくらんで混乱していますが、自分たちの中に眠っていた遺伝子が起き始めてきていると思います。都会の生活に疲れ、田舎での生活に憧れる人や、生活を小さくして、なるべく自給自足に近づけていこうとする若者が増えているのも希望がもてることです。

そしてそれは、日本だけではなく、世界同時多発的に起きていることだと思います。

ヤスキン:「母なる大地」を信じますか?あなたとって「母なる大地」とはなんですか?日本の仏教の精神性と見解ではどうすればその考え方に近づくことができるとお考えですか?

田中:はい、もちろんです。 私たちは地球の一部です。

リンゴの木に例えるなら、一人ひとりが果実だとすると、地球は樹木です。

その果実から樹木への意識の目覚めが必要です。樹木こそが私たちの本来の姿です。果実から樹木に意識が覚醒すれば、毛虫が蝶になるように変化が起こり、問題は自然に解決していくと思います。

仏教で説かれる「空」とは、そのことを説いているのだと思います。

ヤスキン:どうしたら母なる大地とよい関係を取り戻すことができますか?

田中:自然の中で瞑想をすること。歩くこと。海に入り、海のゴミを拾うこと。山に木を植え森を育てること。それらは地球の声を聞くために、自分自身を調える(チューニング)することです。地球にチューニングすることで、地球の声が聞こえてくるようになります。

少しでもお母さん(地球)が喜ぶこと、傷が癒えることをすることで、繋がりが修復されるきっかけになると思います。

ヤスキン:詩や歌、芸術の役目はなんでしょうか?

田中:アートが持つ力は大きいです。

多くの言葉よりも、たった一枚の写真や、一編の詩が人の心に響くことは少なくありません。

ホピの予言にも書いてあります。本当のホピは、明晰な思考と、良い絵や写真、そして厳密に選ばれた言葉とによって、いかに教育をすれば良いのかを知っている。

(この場合の教育とは、白人的な教育ではなく、それに対しての真の平和教育を意味する)

ヤスキン:あなたが得意とする詩で表現していただけますか?

田中:

「これで十分」 ナナオサカキ

足に土。

手に斧。

目に花。

耳に鳥。

花に茸。

口にほほえみ。

胸に歌。

肌に汗。

心に風。

これで十分。

Thank you very much!!

Sobre Yaxkin Melchy

(México-Perú) Es poeta, traductor de poesía japonesa, editor e investigador del pensamiento ecopoético. Yaxkin es maestro en Estudios de Asia y África por el Colegio de México en el área de Japón. Ha escrito sobre la visión ecológica del poeta vagabundo y activista ambiental japonés Nanao Sakaki. Actualmente es pasante de doctorado en la Universidad de Tsukuba, Japón. Ha publicado recientemente Hatun Mayu (Hanan Harawi, 2016), Cactus del viento (antología de poemas de Nanao Sakaki, AEM, 2017), Meditaciones del Pedregal (Astrolabio, 2019) y GAIA. Poemas en la Tierra (2020). En 2020 escribió una columna sobre ecopoética y el haiku para la revista El Rincón del Haiku, y junto con Pedro Favaron coordina para “Cactus del Viento”, la colección de ecopoesía “Ecopoéticas de la Madre Tierra”. También es miembro del Grupo de Investigaciones Poéticas de la Madre Tierra. Mantiene la bitácora:  https://flordeamaneceres.wordpress.com/

Corrientes ecopoéticas desde el Sur y el Este de la Madre Tierra © Yaxkin Melchy

~ Siwar Mayu, Julio 2022

Los ladrones de médula ósea. Cherie Dimaline

The Marrow Thieves © Cherie Dimaline

Los ladrones de médula ósea (extracto de la novela) © Traducción de Sophie M. Lavoie, 2022

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Cuento: Primera parte 

“Nosotros, los Anishnaabe, vivimos en estas tierras durante miles de años. Algunos de nuestros hermanos decidieron caminar lo más lejos posible hacia el este y algunos salieron para el oeste. Otros cruzaron largos campos de tierra estrecha hasta llegar a otras partes del globo. Muchos de nosotros nos quedamos aquí. Les dimos la bienvenida a los visitantes quienes bautizaron el territorio con el nombre de Canadá. A veces había problemas entre nosotros y los visitantes. A veces nos matábamos. Éramos excelentes combatientes —guerreros, como nos llamábamos entre nosotros— y conocíamos estos territorios, entonces les dábamos muchas palizas.”

Los chicos siempre sacaban pecho cuando Miig llegaba a esta parte del Cuento. Las mujeres se erguían y alargaban el cuello, sus bellas caras como flores que se abrían en el calor de la fogata.

“Pero, perdimos mucho. Sobre todo porque nos enfermamos con los nuevos gérmenes. Y, cuando nos quedamos de rodillas, con fiebres y dolores, decidieron que les gustaba que fuéramos así, de rodillas. Y eso fue cuando abrieron las primeras escuelas.

“Sufrimos allí. Casi perdimos nuestros idiomas. Muchos perdieron la inocencia, la risa, la vida. Pero lo superamos y las escuelas fueron cerradas. Volvimos a nuestros territorios ancestrales y volvimos a construir, a aprender, a organizarnos. Lidiamos con las consecuencias y seguimos adelante. Hubo muchos años en que estuvimos perdidos, demasiado dolor que se hunde en el olvido, un olvido que venía en paquetes convenientes: botellas, pastillas, cubículos dónde nos sentábamos a trastornar el papeleo. Pero cantábamos nuestras canciones y las llevamos a la calle y a los salones de clase —salones construidos en nuestros propios territorios y llenos de nuestras palabras y nuestros libros. Y, cuando recordamos que éramos guerreros, cuando honramos el dolor y lo dejamos al lado, seguimos adelante. Habíamos vuelto.”

Minerva dio un gran resuello mojado, se limpió la nariz con la manga y empezó una vez más a masticar el material. 

“Entonces llegaron las Guerras del agua. Los Estados Unidos levantaron el brazo y empezaron a chupar nuestros lagos con una pajita enorme de metal. Y, ¿dónde se encontraban los lagos más frescos y los ríos más limpios? En nuestros territorios, claro. Los Anishnaabe siempre fueron como canarios en las minas para los demás. Lástima que el país estaba demasiado ocupado para escuchar lo que gritábamos, preocupándose de por qué no pagábamos más impuestos en los jeans de marca Levi’s y en las barras de chocolate KitKat.

“Los Grandes Lagos fueron contaminados hasta volverse fango. Llevó su tiempo, pero casi cuando California fue tragado por el mar, los lagos fueron cercados, demasiado envenenados para ser usados por el hombre.”

Yo había visto los Grandes Lagos: el lago Ontario cuando estábamos en la ciudad y el lago Huron cuando vivíamos en la Concesión New Road. Las aguas eran grises y espesas, como papilla. En la distancia, los barcos anclados se balanceaban de un lado para otro, sellados y silenciosos, con el ritmo del oleaje metódico. 

“Las Guerras del agua siguieron propagándose, yendo hacia el norte y buscando nuestros ríos y nuestras bahías y, eventualmente, una vez que nuestras tierras ancestrales fueron diezmadas y el agua contaminada y la gente se dispersó, las Guerras llegaron a las ciudades. Eso fue cuando los ejércitos se formaron, los soldados fueron reclutados y las balas fueron disparadas. Irónicamente, al mismo tiempo, los ríos se hacían sorber por el sur y después por el este, para el mejor postor. El Norte se derretía. El Derretimiento hizo que la mayor parte de los territorios del Norte quedaran bajo el agua, y la gente se trasladó al sur o hacia algunas de las miles de pequeñas islas que surgieron como secuela del Derretimiento en nuestros territorios. Esta gente del norte, sin embargo, era resistente, algunos de los más resistentes que jamás hemos tenido, entonces sobrevivieron, siguen sobreviviendo. Así va el cuento. Algunos van mejor que bien. Es por eso que nos vamos hacia el norte ahora, hacia ellos.”

Miig se puso de pie, caminando al ritmo del Cuento, moviendo los brazos como un conductor en cámara lenta para hacernos entender el énfasis y el tono. Necesitábamos nunca olvidar el Cuento. Era su trabajo fijar el recuerdo a perpetuidad. Nos hablaba cada semana. A veces el Cuento se limitaba a un tópico, como los primeros internados indios: dónde quedaban, lo que pasaba allá, cuándo cerraron. Otras veces nos contó cien años en una larga narrativa, francamente y sin adornos. A veces nos juntábamos por una hora para que nos explicara los tratados y otras veces por diez minutos para darnos la lista de los terremotos en el orden que pasaron, sacando capas de los bordes de los continentes, como si fueran encías podridas. Pero, cada semana conversábamos porque era imperativo que lo supiéramos todo. Dijo que era la única manera de hacer el tipo de cambios que eran necesarios para sobrevivir verdaderamente. “Un general tiene que ver el campo entero para preparar una buena estrategia,” había explicado, “Cuando estás allá luchando, no se puede ver mucho más que la amenaza que queda directamente en frente de uno.”

“Las Guerras del agua duraron diez años antes de que, en los salones cavernosos de asamblea, los líderes del mundo se pusieran de acuerdo, firmando una nueva colección de tratados y acuerdos. Los Anishnaabe fueron esparcidos, aislados y asustados. Una vez más de rodillas pero esta vez no había lugar donde juntarse. Mientras tanto, el resto del continente se hundió en una nueva era. Las franjas del mundo habían sido segadas por las aguas crecientes, los movimientos tectónicos y las lluvias constantes. La mitad de la población murió en el desastre y de las enfermedades que se propagaron a causa del gran número de cadáveres y de la falta de sepulturas. Los que quedaron no salieron beneficiados, la verdad. Trabajaron largas horas, dejaron de tener hijos sin doctores y, peor que todo, dejaron de soñar. En este nuevo mundo, las familias, los seres queridos, fueron hechos añicos.”

El extracto de Los ladrones de médula ósea, de Cherie Dimaline, publicado por Cormorant Books Inc, Toronto, (Copyright 2017 © Cherie Dimaline) se utiliza con el permiso de la autora y la editorial.

Más sobre Cherie Dimaline

Cherie Dimaline es miembro de la comunidad indígena métis histórica de la Bahía Georgiana (Georgian Bay) en el territorio que se conoce ahora como Canadá. Dice su biografía en su sitio web: “Vengo de ancestros cazadores y de mujeres que contaban historias y hacían sus propios remedios cuando no podían comprar pomadas del ‘vendedor ambulante’ que venía del otro lado de la Bahía de vez en cuando. Algunos remedios usaban agua bendita del Santuario en el pueblo, otros usaban agua tomada en la Bahía el domingo de Pascuas. Muchos requerían cebolla y pino. Hasta hoy, mi familia caza y hace la cosecha.” Dimaline es autora de seis libros pero The Marrow Thieves, publicado en 2017, fue declarado por la revista TIME uno de los mejores libros para adolescentes de todos los tiempos, entre otros premios prestigiosos en Norteamérica. La novela de ciencia ficción para adolescentes presenta un futuro dónde los pueblos originarios son cazados para obtener su médula ósea. Presenta un grupo de personajes distintos que se juntan y colaboran para esconderse del peligro mientras se presentan los problemas sociales y del medio ambiente que han llevado al contexto distópico de la realidad de la novela. La continuación de la novela, Hunting By Stars, salió en 2021.

Sobre la traductora

Sophie M. Lavoie es profesora del Departamento de Cultura y Estudios Mediáticos de la Universidad de Nuevo Brunswick en Fredericton, Canadá, que es el territorio nunca rendido de los Wolastoqiyik, o malecitas. Enseña clases de lengua, literatura, cine y cultura. Ha publicado artículos académicos sobre literatura de mujeres centroamericanas y latinocanadienses, entre otros temas, en francés, inglés y en español en varias revistas. Fue cotraductora con Hugh Hazelton de El laberinto vertical de la poeta argentina Nela Rio hacia el inglés, del libro de poesía Nous sommes les reveurs de la poeta mi’kmaq Rita Joe hacia el francés y de Un parcours bispirituel, la traducción al francés de la autobiografía de Ma-Nee Chacaby, una indígena biespiritual cree y ojibwe que salió en 2019. Forma parte del consejo editorial de la revista Candela Review y directora del equipo del Registro Creativo de la Asociación Canadiense de Hispanistas.

The Marrow Thieves © Cherie Dimaline

Los ladrones de médula ósea © Traducción de Sophie M. Lavoie ~ Siwar Mayu 2022


Muestra de literatura contemporánea gunadule

Fotografía de una mola de la colección de mola de Sue Patricia Haglund


Introducción y selección © Sue Patricia Haglund


Textos de autores gunadules © Dad Neba Nelson De León Kantule, 

© Taira Edilma Stanley Icaza,

© Cebaldo Inawinapi De León, 

© Atencio López, 

© Kinyapiler Johnson González, y 

© Maninaindi R. Roldan. G

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Ser Gunadule es ser Gunayala y ser Abiayala/Abya Yala

Baba y Nana son nuestros creadores, seres supremos.
 
Abiayala/Abya Yala, territorio salvado, tierra de sangre, como dice nuestro hermano, Dad Neba Nelson de León Kantule, Abiayala/Abya Yala representa espacios de “plena plenitud”.
 
Abia-sangre
Viene del idioma dulegaya, idioma dule o también conocido como guna o Gunadule
Abe/Ablis es sangre – y la palabra, Yala-tierra, montaña, continente, territorio.
 
Tierra de sangre; sangre derramada y sangre de vida.
 
Abiayala/Abya Yala  es la solidaridad y lo colectivo, con solidaridad colectiva somos semejantes a la tierra, una tierra de plena plenitud y de vida,
 
Para entender la profundidad de Abiayala/Abya Yala, es más de las cuatro etapas de la evolución de nuestros mundos, son los recuerdos de nuestras historias de Babigala, de Baba y Nana, de Ibeler y sus hermanos, son historias de caos y unificación, de Biler e Ibeler, por tanto, para nosotros Dules, es sobre posicionalidades relacionales. 
Abiayala/Abya Yala existe.
No es sobre ‘las Américas’. Es más.
Abiayala/Abya Yala, siempre ha estado en vida y presente.
Abiayala/Abya Yala es evolución de desarrollo con solidaridad colectiva, no el caos de destrucción, porque como en las palabras de nuestro hermano, Marden Paniza, músico y compositor gunadule, es para recordarnos que mer burgwega anmar namagge “cantamos para no morir” y en esto cantamos,
 
Anmar di, somos agua
Anmar yala, somos tierra y montañas
Anmar ari, somos iguana
Anmar achu, somos jaguar
Anmar yaug, somos tortuga
Anmar bansus, somos colibri
Anmar Abiayala
Somos tierra de sangre
Tierra de sangre derramada, sangre de vida
Somos tierra de plena plenitud
Y no nos falta nada
Itogua.

~~~

Dad Neba Nelson De León Kantule

Asociación Napguana


Pueblos indígenas, desarrollo y Medioambiente

Después de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 1992, fue un acontecimiento histórico para los pueblos indígenas y sus derechos en relación con el medio ambiente, donde reconoció a los pueblos indígenas y a sus comunidades al cuidado de la madre tierra que han venido haciendo y el aprovechamiento del medio ambiente. Se reconoció la importancia de los conocimientos y prácticas tradicionales de los pueblos indígenas y la comunidad internacional (los estados) se comprometió a promover, fortalecer y proteger los derechos, conocimientos y prácticas de los pueblos indígenas y sus comunidades.

Los pueblos indígenas siguen estando en la mira de los que impulsan supuestos desarrollos con planes globalizadores, que a la larga perjudican más nuestras precarias condiciones de vida. Todo esto acontece en un mundo convulsionado, donde cada vez las guerras internas o entre estados se hacen costumbre. De igual manera las guerras entre poderosos (empresas trasnacionales)  son motivos de desplazamientos de los pueblos indígenas en condiciones infrahumanas, cuando descubren minerales, cuando quieren construir hidroeléctricas y otros, en los territorios nuestros (ejemplos sobran en Abya Yala/Abiayala, América, caso de los kunas de Mudungandi, en Panamá, la hidroeléctrica del Bayano, y la construcción de hidroeléctrica de Barro Blanco). 
Hablar de desarrollo para los Pueblos Indígenas no significa únicamente que se hable de inversiones y cooperación traídas del extranjero, significa en primer lugar el reconocimiento de su cultura y tradiciones, que involucra también el respeto a la tecnología ancestral con que nuestros Pueblos han sobrevivido. 

Ante esta realidad de los grandes cambios mencionados, los Pueblos indígenas nos enfrentamos a estos retos y tenemos que prepararnos para los venideros, sin renunciar a nuestras raíces ni a los principios que nos legaron nuestros antepasados. Retomando las enseñanzas de los grandes sabios de nuestra historia, nuestra identidad, adaptándolos a la realidad del presente, para proyectarse al futuro.

Ya es el momento que los pueblos indígenas planten su modelo propio, basado en nuestra dinámica organizativa, con planteamientos políticos, socioeconómicos, culturales, religiosos, territoriales y de autonomía, en fin, la reivindicación de nuestros derechos específicos y colectivos, basados en la solidaridad, equidad, históricamente menospreciados por los Uagas (no indígenas).

No estamos en contra del desarrollo, queremos el desarrollo y seguir siendo indígenas. Lo que no compartimos y no estamos de acuerdo son con las imposiciones del modelo de desarrollo occidental, los cuales han demostrado ser inoperantes, caducas, que han causado rupturas, daños considerables de nuestras estructuras políticas, sociales de nuestros pueblos.  Estos modelos impuestos a nuestros pueblos, migraciones, cambios debilitan nuestra identidad cultural. Siempre los Uagas (no indígenas), van a ver en los pueblos indígenas como un obstáculo, una barrera al desarrollo. 

Los pueblos indígenas, en general, cuentan con una larga experiencia en el manejo de los recursos naturales, puesto que hemos vivido desde tiempos inmemoriales en contacto directo con la naturaleza, obteniendo de ésta los benefactores necesarios para satisfacer nuestras necesidades. Aún cuando no hayan definido el concepto de desarrollo sustentable, llevan muchos años poniéndolo en práctica.

Los pueblos indígenas han perdido mucho sus territorios en nombre del desarrollo, y corren el riesgo de seguir perdiendo tierras ancestrales y lugares sagrados, muchos de los cuales contienen la biodiversidad más rica del mundo. Los gobiernos que se han adherido al Convenio sobre la diversidad biológica tienen la obligación de poner en vigor leyes internas o de modificar sus constituciones para garantizar la participación de los pueblos indígenas en la conservación y la utilización sostenible de su medio ambiente.

Me pregunto qué bosques, ¿qué biodiversidad venden o negocian nuestros países para canjear su deuda externa? Nosotros tenemos ricos bosques, minerales, agua dulce, mares, si lo vendemos todo hoy, mañana también seremos pobres y no tendremos qué legarles a nuestras generaciones futuras, por lo tanto no podemos decir sí a cualquier inversión pensando en el hambre de hoy.

Los indígenas vamos a aceptar las inversiones en nuestra región sin ningún problema, siempre y cuando los inversores sean personas honestas y quieran compartir las ganancias con nosotros, aquellos que no hagan trabajar a nuestros hermanos para no pagarles después… aquellos que no se escuden en los políticos de turno, en el poder para insultar a una cultura indígena, aquellos que tengan paciencia de las autoridades indígenas en las negociaciones. Somos conscientes de la riqueza que poseemos, pero el mundo no se acaba mañana y vendrán otros hermanos, hijos, nietos nuestros que nos agradecerán de no haber agotado todo de una sola vez lo que nos legado nuestra Napguana (Madre Tierra), madre de todo desarrollo si amamos y la conservamos, o simplemente de las desgracias humanas, si sus hijos no sabemos respetarlas.

Todas las exigencias de nuestros pueblos son justas y legales a la luz de las leyes internacionales y nacionales, convenios, tratados y otros instrumentos que hablan sobre los derechos de los pueblos indígenas. Podemos mencionar un ejemplo concreto con la adopción de la Declaración  de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, art. 32. Acápite 2. Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por conducto de sus propias instituciones representativas a fin de obtener su consentimiento libre e informado antes de aprobar cualquier proyecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente en relación con el desarrollo, la utilización o la explotación de recursos minerales, hídricos o de otro tipo.

Pero el reconocimiento pleno de los derechos de los pueblos indígenas no se da con claridad en todos los países. Por eso, el verdadero reconocimiento y no solamente en papel o leyes, es el punto de partida indispensable para cambiar por el sendero hacia un desarrollo pleno. Lo cual significa que los pueblos indígenas tenemos la capacidad plena de llevar adelante nuestro propio desarrollo y que se nos dé esta oportunidad. 

Solamente pedimos la oportunidad que se nos dé por lo menos de trazar y escoger nuestro propio destino, basados en nuestros principios y valores culturales, que hasta ahora han demostrado ser válidos en nuestras comunidades.

La característica principal de los pueblos indígenas, a diferencia de la sociedad occidental, es que los sistemas sociales están basados en la ayuda, protección mutua, hermandad y la solidaridad. Que no necesitan estar escritos en voluminosos códigos que al final no se cumplen, es en la práctica diaria que nuestra gente lo hace realidad, es nuestra forma de vida. Tanto los aspectos sociales, políticos, económicos y espirituales de la vida están ligados vitalmente formando una unidad. 

Por todo lo dicho anteriormente sigo manteniendo el principio de mis maestros kunas, para nuestros padres, naskued (desarrollo) significa producir la tierra y aprender los conocimientos tradicionales para el beneficio de todos(as) y no de unos pocos, no para ser ricos individualmente, sino para compartirlo con todos(as).

Este valor nos ha mantenido a pesar de muchos cambios que están pasando en la sociedad indígena. La identidad cultural kuna sigue viva, seguirá viva, mientras nuestros pueblos vivan unidos. La fuerza de nuestra cultura ha persistido a través de la historia; la entrada de algunos modelos impuestos en la comarca ha variado algunas cosas en  nuestras comunidades, y aún así, no ha podido cambiar nuestro ser, seguiremos siendo kuna.

Este camino es imprescindible, se plantea que se considere la participación activa de los pueblos indígenas, como pueblo Ngäbe, Kunas, Emberás, Nasos, Wounaan, Buglé, Bri-bris.

Así la participación de mujeres, jóvenes, ancianos y otros. Cuyo aporte permitirá construir una base jurídica más sólida, armónica, y representativa, cuyo resultado será una sociedad más justa y equilibrada, de igual manera, la voluntad política y tolerancia de todos los actores, para comprender y aceptar la existencia de esta diversidad de pueblos indígenas en Panamá.

Para la convivencia pacífica y la construcción de una verdadera sociedad democrática, es indispensable reconocer y dar valor a la existencia de los pueblos indígenas con sus valores e intereses diferentes, así como respetar y tolerar esos valores históricos e intereses que nos distingue de los demás. Lógicamente, un reconocimiento meramente moral no es suficiente; en un país como Panamá, donde coexisten diversas culturas, debe plasmarse en su legislación, en la constitución. No debe existir un grupo que imponga a los otros sus propias normas y valores de conducta y comportamiento.

* Dad Neba: en la lengua indígena kuna, significa, “Abuelo de la Llanura”, con ese nombre se identifica Nelson De León Kantule, Comunicador indígena Kuna / Directivo de Asociación Napguana.
E-mail:duleigar@gmail.com y napguanakunagmail.com

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Fotografía de una mola de la colección de mola de Sue Patricia Haglund


Taira Edilma Stanley Icaza

KIPARA

Quiero hablar de los trazos
de mi cuerpo  
De los trazos de donde vengo
De la fuente que impulsa
mi punto de partida

De mi primera línea espiral 
de mi herencia de mujer indígena
de mi rebeldía, mi nahua y mi mola
del coraje que corre en mis venas
de la abuela Carmen y de mamá

Déjame que los trazos penetren 
mi cuerpo
que hablen de la herencia y nuestras 
huellas
De la hermana Bertha y Marielle
Déjame gritar y amar

Quiero otra vez trazar mi cuerpo
una y otra vez
beber de la inna*
sentir el río sagrado
volver a enredarme en mi trazos
trazar y trazar 
hasta empezar con el punto final,
como espiral

*inna: jugo de maíz, refresco

El Luna 1925 y Wewe

Otra noche, de esas noches                                    
De amor
Donde se murmuran llantos
tristezas, lágrimas y más lágrimas
Sacuden y sacuden el sudor

Wewe*, trata de aletear la humedad
Y con albahaca en su boca
da tranquilidad 
detiene tan cruel 
acción, ultraje
y violación. 

Sus alas aletean
Y tranquiliza el pulso 
los oídos tratan de escuchar 
Olvidar, aquella
luna creciente

Sus ojos al hundirse dan el mensaje
la voz que sale de sus alas 
sosiega el alma,
el hermano Luna,
susurra a Wewe
vamos a cantar 

*wewe: variedad de grillo pequeño que abunda por las costas; pulga de arena


~~~

Fotografía de una mola de la colección de mola de Sue Patricia Haglund

Cebaldo Inawinapi De León

1
 
An Di! 
Agua somos. Agua seremos!
En una aldea kuna nace una niña, y la partera canta, la abuela canta, ellas cantan: Venimos del agua y con el agua. Naciendo desde el líquido fecundo de la placenta, que después será abono y serán sembrados (placenta y cordón umbilical) en tierra generosa, bendecida por la lluvia.
 
La niña crece. Un día, su cuerpo le avisa que la vida es fecunda y por varios días, las mujeres de la aldea la bañaran diariamente en una surba – casa sagrada hecho de pencas, palabras y mucho amor -, agua y ella y las palabras de las cómplices y sus deseos y sus sueños viajando por este territorio sagrado: ¡su cuerpo!
 
Agua y Palabra, tatuando a la púber!
 
Va la mujer, al viaje final, el poeta le canta sus días y sus noches, y recibe el baño perfumado de flores y plantas y el último viaje será en el río de sus amores juveniles y sembrado en el bosque generoso… y ella empieza a navegar en el río sagrado que la guiará a la Matria final.
 
¡Agua somos! Canta el Poeta Mayor
¡Agua seremos! Canta la aldea.
 
Un fecundo líquido nos trae - en amorosas aguas amamos y creamos- y en un generoso líquido viajamos a la Casa Final!
2

Cantan nuestros Poetas Mayores, que un fino y mágico hilo une, cose las aguas de los ríos, de los mares, los árboles, el bosque, la tierra y sus habitantes, construyendo una gran red, equilibrando y armonizando los sonidos, los colores y los frutos de la Tierra.  

¡Somos todos Uno!

Canto y arte que nuestras mayores creadoras, las Mujeres kunas, lo han entendido de forma maravillosa, cuando cosen sus vestidos, sus molas con telas de colores donde tatúan sus sueños, sus deseos, sus historias y encantos que les salen del lado izquierdo del pecho y se deslizan hasta la punta de los dedos.

Y lo continúan hoy, en estos tiempos urgentes, sus hijos, sus nietos…armonizando los sonidos, los colores y las cosas disonantes. 

Es parte de la red mayor, del tejido universal, equilibrando sonidos, colores y sabores, y si un día parte de la red, se rompe, rápidamente hay que arreglarlo, coserlo, para que sigamos caminando y meciéndonos en esta Hamaca Universal, nuestra Casa Grande, la Tierra.
3

quién ordena el tiempo? no es el reloj, es la Palabra, es la Lengua (sé que lo leí en alguna página encantada de un hermoso libro o en un canto en alguna aldea marina) y me lleva en este vuelo urgente, a mis días en la Casa Grande, en la aldea marina, cuando el Poeta Mayor, el Sagla canta y cuenta los días de la aldea, de la tribu, de la Tierra,

porque lo que nos habita y tatúa es el tiempo del discurso, de las palabras, del goce, del verbo...reinventando mundos, palabra a palabra, creando magias...!

Degiii!

~~~

Fotografía de una mola de la colección de mola de Sue Patricia Haglund


Atencio López


NOSTALGIA

Trato de mirar
nubes y aves
al atardecer,
mas no pude.

Mis ojos cegados
adentran más en
recuerdos infantiles
que no volverán.

Existencia feliz
en sus regazos
se formó mi futuro
mi esperanza.

Hoy,
de mi vida deshojan
flores, sueños, 
caricias
que me acompañarán
para siempre.

Desde la playa, mar,
Siento que algo
se apaga
Voy por el mundo
llevando amores,
corazones
y sobre ellos
he de dormir,
llorar.

Siento amor
pero me embarga
honda tristeza
ojalá las lágrimas
laven esa amargura
y pueda amanecer
a tu lado
haciendo el amor…

GENOCIDIO EN ABYA YALA

Nada que celebrar
los 12 de octubre
fecha que dio inicio
al genocidio jamás
escrito
en la historia de la humanidad.

Cien millones de seres humanos
llevados a las hogueras
sacrificados y asesinados
en nombre de dios y la biblia.

Reyes de España
creyendo salvadores del mundo
inundaron de escoria humana
nuestro continente
basura humana
que quiso borrar
la historia indígena.

Desde tumbas, bosques,
ríos, mares y lagos
el rostro masacrado
de abuelas y abuelos
emergieron para mancillar
el orgullo occidental europeo,
Abya Yala escribe su propia
historia con rostro indígena
al son del grito de
libertad…

MUJER

Con música de antaño
al son de flautas y maracas
vengo ebrio entre peces
olor a océano
traigo ante tu altar
algas y flores
que arranqué
desde el fondo del mar,
 
Quiero llorar entre tus brazos
Y llevar tus aromas y ternuras
a otros mundos donde pueda
contar historias de amor
nacidos en islas y playas
bajo el mar embravecido
y un sol inclemente.
 
Amor de rostros bronceados
por el salitre y noches estrelladas, 
amores, 
recuerdos y legados
de nuestros ancestros guerreros.

~~~

De la colección de molas de Sue Patricia Haglund, esta mola está hecha por Rosa Lidia Gallardo, prima de Sue Patricia Haglund. La mola de cangrejo y pescado es hecha por la tejedora Rosa Lidia Gallardo (nieta de Juan Gallardo, quien es hermano del abuelo de Sue Patricia Haglund, Ricardo Walker).

Kinyapiler Johnson González


FUE EN ARINII
*

De pronto se escuchan ritmos de comparsas,
tunas**, calle arriba y calle abajo; 
los resbalosos salen en cualquier calle,
señal que llegaron los carnavales a Bannaba (1).
Mientras que, en el brioso y seductor Caribe,
en las islas de la República Tule,
con orgullo se izan las banderas de la revolución;
es el mes de Morginnid e iba (2) es arinii. 
Tengo mi cotona roja,
los urigan (3) se pintan de “achiote emputado”;
los colmillos y corazones de jaguares, 
las garras y picos de águilas se juntaron.
Las molas arrancadas se tiñeron de sangre ese día,
las argollas y las winis (4) prohibidas 
y dispersas por el archipiélago.
Prohibido olvidar esa fecha, tatuada en nuestros corazones.
Las tinajas de gabir (5) pateadas y rotas,
los braseros apagados por las botas,
los rituales prohibidos,
las hamacas escindidas…
Nunca se nos olvide compañeros,
que esta patria nos costó sangre 
y no fue regalo de ningún gobierno. 
Alerta, alerta hermanos,
Gabidamalargeee... (6)
Hoy las tinajas de la revolución
están fermentadas en cada isla,
para brindar por la paz
al calor de las totumas de gabir. 
Hoy al igual que ayer compartimos esa alegría
junto con nuestro pueblo, 
porque nuestros eternos jóvenes guerreros de 1925
sembraron sus viejas escopetas de cacería de un solo tiro, 
pero certeros cual flechas de Igwaoginyabbiler,
el arquero de la mejor puntería, el hermano Venus; 
para que hoy sus hijos(as) y nietos(as) disfrutemos
y gocemos de lo que tenemos…
¡Noggasdde, iddomalando, sioggooooo…nagase! (7)
Gritemos y brindemos con nuestras abuelas y madres.
* arinii = luna de iguana (mes de febrero)
** las tunas = grupos de gente con canto y música que bailan en las calles con un baile de tambor durante el carnaval panameño.
1.Panamá
2.Morginnid e iba = Mes de la camisa roja
3.guerreros kunas
4.chaquiras o abalorios
5.chicha fuerte
6.no se duerman
7.Brindis kuna: ¡Tenemos la totuma, probemos, salud... hasta el fondo!

DIIANAI


“Iawala ganaggwa agdededi yalabali, 

Dada Nagibelele bega ulusumba sie nasaye, 

nue daggedi yalabali yee…”

 

(Inicio del verso de Aggwanusa adaptado por mí, en el original dice “Pato Diolele”, donde digo: “Dada Nagibelele” y en parte me inspiro en ese tratado de Aggwanusa, está dedicada a alguien muy especial)

Iawala gwenaddiye, bedi an idusad
nega sagla unni; andi bese gormaggenai,
be gammu ganse be ulusumba billinganba.

Inaulu dagge yobi bedi maigudeye,
gwena benunis nalleguemaisuli;
nii ulu obaggemaid ilaba nega duubali.

Nana Olonubdiigili, be ordiidina 
aryomegisa, ber gungidagge yobi; 
agddarmaggemai be ana gandi.

Nana Maninubdiigili, be maninisdii
suurmaggemai, ber maniale 
ber manidaggeyobi.

Nana Inanubdiigili, be inadii
wawadiggi ber inabisebdili yobi;
goggedili, nunabdili bunnogemainie. 

Nana Igwanubdiigili; be ganngued,
be sabed anga ugge;
bargaegala be nunis maniga sademalad.

Be inaulu wawanmaggemai nie;
suemola bedi yoemai,
be burba, Nan burba mogir inbaba.

Oloeaidiili be suggedi dinnaguemai,
anmar nuggi, gwenad an be daggsuli;
anai dii emi be ibagi, an bega soge Anna Diianai.


DIIANAI
.

(Traducción libre aproximado al español por Kinya)

Hermano mayor río, tú que eres antes que yo
desde el inicio de los tiempos; yo te invoco,
a tus afluentes a tus orígenes subterráneos.

Tu que atraviesas como un gran cayuco medicinal,
regalando tu leche a todos 
en cada viaje de la luna en su cayuco por el cielo.

Madre Olonubdiigili, tus dorados líquidos 
recorren, y caen radiante cual oro en su camino;
en tus afluentes resplandecientes.

Madre Maninubdiigili, tus líquidos plateados
recorren y brillan como platas 
como argentas en el camino.

Madre Inanubdiigili, tus olorosas 
aguas medicinales como esencias de albahaca;
hálitos de goggedili, nunabdili. 

Madre Igwanubdiigili; dame tus fuerzas,
y tu amor; para parar a los mercaderes 
que lucran con tu leche. 

Tu cayuco medicinal tembloroso está;
con atuendo de la mola de arcoíris,
tu fortaleza, espíritu de la Madre entre las nubes.

Oloeaidiili tu corriente se está secando,
por nuestra culpa, ya no te veo como hermana;
Mi amiga agua hoy, te digo Anna Diianai (hola amiga agua).

Poesía 01

Poesía

es la luna llena

en tu luna,

es tu sonrisa 

en mi tristeza,

es el amanecer

en mi atardecer,

poesía es el florecer

de la dilla en el amanecer

de dillanii… *

* dilla [dil´la] en kuna es palo santo y dillani [dil´lanii] es la luna de palo santo o mes de marzo.

Poesía 02

La poesía son las delicadas 

manos de la mujer kuna

que convierte los hilos y telas

en versos multicolores en sus molas

en los atardeceres en Kuna Yala.

Y en las madrugadas sus callosas

manos levantan las calientes pailas

para preparar el desayuno

a los futuros rebeldes tirapiedras,

herederos del 25 de febrero.

~~~

Maninaindi R. Roldan. G

Kipara

El universo y 
sus abrazos se manifiestan 
en trazos
en negros símbolos 
en alquímicas formas.

Existen verdades escondidas 
en su geometría/ líneas que nos unen


La piel receptora de legados
sirve como lienzo frágil 
donde reposan de sus largos viajes.

Es en ella habitan/migran/ mutan
                  regresan a ser simples líneas cósmicas.


A un costado de mi memoria estás

Eres la fuerza que sustenta mis luchas
El abrazo que me protege de los extraños

Tu antigua guerra es hoy mi escudo
/ Mi galardón
Tu bandera  ⎯símbolo de rebeldía y coraje⎯  es mi lanza
Por eso te doy gracias a ti querido abuelo que habitas mi memoria 
Por eso te doy gracias a ti querida abuela por tu sacrificio

Hoy como hijos de febrero luchamos para merecer tu nombre 
Para mecer la Matria que tanto y tantos amamos

Ondeo la bandera de la rebeldía 
                            del sacrificio 
                                               y la vida

Efimero

Tenemos el tiempo del colibrí.

Un tiempo de suspiros.

Un tiempo de ecos y nostalgias.
De tinaja y canto.

Y en ese espacio donde canta el tiempo 
eres el punto de esta hora

el minuto en la nube.

Sobre los autores gunadule

Dad Neba Nelson De León Kantule es ensayista, intelectual, y activista gunadule. Su nombre, Dad Neba, en lengua indígena Kuna significa, “Abuelo del Llano”, con ese nombre se identifica a Nelson De León Kantule, bisnieto de Nele Kantule, comunicador indígena Kuna / Director de la Asociación Napguana. Correo electrónico: duleigar@gmail.com y napguanakuna@gmail.com

Taira Edilma Stanley Icaza es activista gunadule, poeta, y académica. Egresada de la Licienciatura en Ciencas de la Educación con un postgrado en Docencia Superior. Es miembro del Movimiento de la Juventud Kuna (MJK) y otras organizaciones indígenas internacionales. Ella fue a Bolivia a estudiar para su maestría en la Universidad Mayor de San Andrés y trabaja en la Oficina de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Panamá.

Cebaldo Inawinapi De León es autor, poeta, y antropólogo gunadule nacido en la isla Usdub, Comarca de Gunayala. Inawinapi vive entre Portugal y Panamá y es autor del libro Mi Primer Árbol: An Sabbi Iduged (2019). Además, es protagonista en el film, Panquiaco, y es parte del documental, LucíaMor: La Mola de Lucía.  Se puede conocer más sobre Inawinapi aquí

Atencio López es gunadule de la Comarca de Gunayala, Panamá. Es autor, poeta, y abogado de Derecho Indígena, Comercial, Penal y Civil. Estudió en la Facultad de Derecho y Política de la Universidad de Panamá y obtuvo su Maestría en Derecho Comercial en la Universidad Interamericana de Panamá. Por varios años, Atencio ha ocupado diversos cargos en organizaciones indígenas panameñas e internacionales. Se puede conocer más sobre Atencio aquí.

Kinyapiler Johnson González es poeta, artista,  y activista cultural gunadule. Nació en la comunidad de Usdub, Comarca de Gunayala, Panamá. Él estudió en la Facultad de Economía en la Universidad de Panamá. Además, Kinyapiler fue administrador del Congreso General Guna en algunas ocasiones, es miembro y militante del Movimiento de la Juventud Kuna (MJK), y miembro fundador del Colectivo Teatral Ibeler Wagan. 

Maninaindi R. Roldan. G. es poeta, artista, y psicólogo gunadule nacido en la isla de Usdub, Gunayala, Panamá. Estudió en  la Universidad de Panamá y es licenciado en psicología. Como artista, Maninaindi participó junto al colectivo Igar Yala en la realización de la película Burwa Dii Ebo (El viento y el agua), selección oficial del Sundance Film Festival 2008.  Es autor del libro, Demonios en mi desierto (2019).


Más sobre el arte y la literatura gunadule


Sobre Sue Patricia Haglund

Poeta e investigadora gunadule de Panamá. Tiene un doctorado en Política Indígena de la Universidad de Hawái en Manoa. Investiga las obras de los poetas gunadule contemporáneos cuya poesía habla en contra del colonialismo, y refleja la metamorfosis cultural de la tradición oral Gunadule actualizada. Su poema “Conversaciones con mi abuelo” fue publicado en la primera antología de poesía Gunadule, Antología de Poetas Kunas (Ciudad de Panamá, 2015), y ha publicado varios capítulos de libros, incluyendo Interfaces Indígenas: Espacios, Tecnología, y Redes Sociales en México y Centroamérica (2019).


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